Pensando en Espa?a

Del informe sobre el triste y lamentable golpe sedicioso del 23 de febrero quedar¨¢, sin duda para la historia el contundente y pat¨¦tico mensaje conm¨ªnatorio del Rey al capit¨¢n general de Valencia para hacerle desist¨ªr de la aventura. Una frase, sobre todo, debiera quedar grabada en la mente de todos los espa?oles de hoy: ?Quien se subleve est¨¢ dispuesto a provocar, y ser¨¢ responsable de ello, una nueva guerra civil?. Un dram¨¢tico aviso, necesar¨ªo, por desgracia, oportunamente proclamado desde el mando supremo de las Fuerzas Armadas, igualmente v¨¢lido para la entera poblaci¨®n civil.Se alude en nuestra patria con demasiada frivolidad a lo que sucede en otras partes del mundo, con mayor o menor fortuna, como ejemplo de lo que podr¨ªa ser el remedio. a los grandes males de Espa?a. Se cita la f¨®rmula turca, por refer¨ªrnos a la m¨¢s reciente y hasta ahora la menos cruenta y de me nores consecuencias en el ¨¢mbito internacional, como si fuera, a la manera de una calcoman¨ªa, de f¨¢cil reproducci¨®n. Se evoca en algunos ambientes, en busca de precedentes propios y tranquilizadores, la facilidad con que asumi¨® el poder el general Primo de Rivera. ?Tampoco ahora pasar¨ªa nada?, insisten los m¨¢s desmemoriados, que dejan consciente o inconscientemente en el olvido la tremenda e inmensa tragedia de 1936. Nadie a la saz¨®n-Franco, el primero- pens¨® en una guerra de tres a?os. ( ... )

La paz s¨®lo ser¨¢ posible si trabajamos todos por ella. Pensando, como lo ha hecho el Rey, ?¨²nicamente en Espa?a?, en una Espa?a de todos los espa?oles en libertad, que es la forma m¨¢s digna y humana de convivencia.

22 de marzo