La imprecisi¨®n de la pol¨ªtica de EE UU dificulta la adopci¨®n por la CEE de una estrategia com¨²n

La falta de definici¨®n clara de la nueva Administraci¨®n Reagan respecto a algunos temas fundamentales de la pol¨ªtica internacional coloca a los pa¨ªses europeos en una situaci¨®n de incertidumbre y les impide ajustar sus propias pol¨ªticas con una visi¨®n de medio plazo. Esta podr¨ªa ser una de las concesiones del an¨¢lisis del Consejo Europeo, que finaliz¨® ayer en Maastricht (Holanda).

Los jefes de Gobierno de los pa¨ªses miembros de la Comunidad Econ¨®mica Europea (CEE), desgarrados en enfrentamientos internos sobre cuestiones econ¨®micas, tampoco fueron capaces de producir comunicados coherentes sobre cuestiones de pol¨ªtica exterior, salvo en lo relativo a Polonia y Afganist¨¢n, dos temas sobre los que Washington parece tener tambi¨¦n las ideas claras. Los diez volvieron a advertir a la Uni¨®n Sovi¨¦tica sobre las grav¨ªsimas consecuencias de una acci¨®n directa en Polonia y se comprometieron a seguir ayudando al r¨¦gimen de Varsovia.Los jefes de Gobierno de los principales pa¨ªses de Europa occidental discutieron o cambiaron impresiones ampliamente sobre la situaci¨®n internacional en la sesi¨®n secreta celebrada en la noche del lunes al martes. Ning¨²n comentario se ha filtrado oficialmente, pero se sabe que las relaciones Este-Oeste y el di¨¢logo con la Administraci¨®n norteamericana ocuparon casi todo su tiempo.

El presidente de turno del Consejo, el holand¨¦s Andreas van Agt, interrogado en una conferencia de Prensa al respecto, se mostr¨® muy sobrio. Van Agt aludi¨® a las esperanzas que Europa ha puesto en Ronald Reagan y desliz¨® suavemente una queja: ?Hemos constatado que, en cierto modo, la Administraci¨®n norteamericana est¨¢ todav¨ªa en camino de decidir su propia pol¨ªtica en algunos campos?.

Los problemas se plantean especialmente en el enfoque del problema de Oriente Pr¨®ximo. Una vez m¨¢s, el Consejo Europeo ha abordado el tema, aunque el comunicado no pueda ser m¨¢s escueto: ?El Consejo constata con satisfacci¨®n el recibimiento que se otorga a la misi¨®n comunitaria y considera gratificante la atenci¨®n y el inter¨¦s con el que las partes consultadas contemplan los esfuerzos europeos?. Y, a continuaci¨®n, el reconocimiento de que Europa no mover¨¢ un dedo antes del pr¨®ximo mes de junio.

Lord Carrington, el ministro de Asuntos Exteriores brit¨¢nico, lo explic¨® con inhabitual claridad: ?No podemos hacer nada mientras que no sepamos qu¨¦ va a hacer Estados Unidos y mientras que no se celebren las elecciones en Israel. Adem¨¢s, la misi¨®n comunitaria no ha completado siquiera sus contactos, y en los que ha tenido hasta ahora observa divergencias en cuanto al alcance que conceden los propios pa¨ªses ¨¢rabes al concepto de ?autodeterminaci¨®n del pueblo palestino?.

Menos dudas existen en cuanto a Afganist¨¢n. Los diez han reafirmado su postura contraria a la presencia de tropas sovi¨¦ticas en este pa¨ªs no alineado, y expresado su preocupaci¨®n por las operaciones militares rusas contra el pueblo afgano, ?que contin¨²an sin interrupci¨®n?.

Si en algunas cuestiones de inter¨¦s pol¨ªtico se ha logrado, al menos un cierto consenso, en las de inter¨¦s econ¨®mico las discusiones han sido agrias y sin resultados concretos.