No destrocen su "pedigree"

A pocos d¨ªas de que pueda consumarse el brutal atentado a la libertad de expresi¨®n que supone la aprobaci¨®n de una norma en virtud de la cual puede cerrarse un peri¨®dico o una emisora y confiscar sus instalaciones, hay que recordar, al que de verdad tenga un esp¨ªritu democr¨¢tico que su voto favorable manchar¨¢ definitivamente su pedigree pol¨ªtico. La grandeza de la de mocracia est¨¢ en el respeto al pluralismo, hasta el punto de que, a veces, la democracia hace peligrar al Estado. Sin duda, para la firmeza del Estado, el absolutismo y la dictadura son mejores sistemas; pero, cuando en honor del pueblo y por repleto a la naci¨®n, se elige la democracia, aun con sus riesgos, no cabe introducir en ella exclusiones, ni dogmatismos, ni anatemas. En la democracia todo el mundo tiene voz, todas las opciones son respetables y cualquiera tiene derecho a ser o¨ªdo, sin perjuicio de que s¨®lo la voz mayoritaria es la que tiene la facultad de gobernar y legislar. Tambi¨¦n los enemigos de la democracia tienen derecho a opinar y a proponer otro sistema como mejor. ( ... )En un Estado de las Autonom¨ªas cabe recordar al Ej¨¦rcito el art¨ªculo 8 de la Constituci¨®n; cabe hacerlo, tanto para ofrecerle una interpretaci¨®n que le incite a respetar las manifestaciones estatutarias reg?onales como a convencerle de que los Estatutos rozan la integridad territorial. Desde luego, en uno y otro caso, no ser¨ªa l¨ªcito pedir a los militares un golpe de Estado, pero s¨ª absolutamente democr¨¢tico imbuirles la idea de que, por sus canales naturales, deben hacer llegar al mando supremo su opini¨®n y la necesidad de tomar medidas constitucionales.

En la Constituci¨®n espa?ola est¨¢ suficientemente clara esa libertad de expresi¨®n y clara tambi¨¦n la sanci¨®n que merece quien no se limita a dar su opini¨®n, sino que la intenta imponer con acciones delictivas o apolog¨ªa de quienes lo pretendan, al margen de la norma fundamental. Por eso sorprende que el ministro Ord¨®?ez quiera, ahora, emascular a la clase pol¨ªtica, haci¨¦ndola c¨®mplice de aprobar una ley anticonstitucional mediante la que se restringe aquel derecho. No deja de ser curioso que, en su empe?o, est¨¦ apoyado por declaraciones, entre otros, de Carrillo y de Felipe Gonz¨¢lez.

26 de marzo