Un perfil humano
Uno de los cambios fundamentales vividos por el cine espa?ol de los ¨²ltimos a?os viene representado por el documental. Prohibida la reflexi¨®n cinematogr¨¢fica que no respetaba el punto de vista de los vencedores en la guerra civil, nuestro cine dej¨® de tratar parcelas fundamentales de la historia reciente, por no hablar, claro est¨¢, de otras m¨¢s lejanas, unilateralmente tratadas por el cine hist¨®rico posterior al final de la guerra.Sin embargo, en estos a?os, pel¨ªculas como La vieja memoria, de Jaime Camino; Caudillo, de Mart¨ªn Patino; Porqu¨¦ perdimos la guerra, de Diego de Santill¨¢n, y Luis Jos¨¦ Galindo, que abordan directamente el documental, u otros t¨ªtulos, como Pim, pam, pum, fuego, Siete d¨ªas de enero, Companys, El diputado y Asignatura pendiente, que, en clave dram¨¢tica, han registrado gran parte de los sucesos colectivos espa?oles, han variado de tal manera la apariencia de nuestro cine que, al margen de las opiniones que cada pel¨ªcula concreta merezca, puede hablarse realmente d¨¦ un cambio sustancial y positivo.
Dolores
Director: Andr¨¦s Linares y Jos¨¦ Luis Garc¨ªa S¨¢nchez. Fotograf¨ªa: Luis Cano. M¨²sica: canciones de Juanita Reina, Ana Bel¨¦n y Rosa Le¨®n. Documental espa?ol, 1981. Local de estreno: Bellas Artes.
En ese panorama se incluye Dolores, la pel¨ªcula que Jos¨¦ Luis Garc¨ªa S¨¢nchez y Andr¨¦s Linares han realizado sobre la figura de La Pasionaria. Lo primero que hay que decir de este documental es que no aborda nuestra historia pol¨ªtica en primer plano, como podr¨ªa suponerse. Curiosamente, Dolores es un reportaje sobre un ser humano ¨ªntimo e irrepetible, lo que no se sabe si es un acierto de la pel¨ªcula o su deficiencia, pero que, en todo caso, ha sido la voluntad de sus autores. Quienes pretendan encontr¨² en la pel¨ªcula la opini¨®n que Dolores Ib¨¢rruri debe tener sobre la actividad de su partido antes y durante la guerra, sobre su exilio o sobre el eurocomunismo, quedar¨¢n defraudados. Dolores es la historia de una mujer vista a trav¨¦s de sus propios recuerdos, de sus an¨¦cdotas. Al final de su vida conserva en la memoria im¨¢genes que en muchos casos se refieren a la historia espa?ola de estos ¨²ltimos anos, pero que en la mayor¨ªa de los casos forman parte de la ?otra cara? del personaje: el que fue a la escuela, el que se cas¨®, el que fue madre...
Respetuosa con la figura que trata, la pel¨ªcula no es, sin embargo, apolog¨¦tica. Puede, por tanto, estar tranquilo quien teme un panfleto barato. El documento es a ratos apasionante, cargado de emociones; en otras, reiterativo y huidizo. Las secuencias sobre la guerra y el exilio no son siempre originales, pero conservan la fuerza de un testimonio que no debe olvidarse. En ese sentido, Dolores es una aportaci¨®n llena de inter¨¦s.
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