Costas calculadas

El pasado d¨ªa 27 de marzo, y a requerimiento de la recaudaci¨®n de tributos del Estado, proced¨ª a abonar la licencia fiscal del impuesto sobre rendimiento del trabajo personal, que, por estar fuera del plazo legal, se me recargaba con un 20%.El hecho curioso que quiero resaltar es el cap¨ªtulo destinado a costas calculadas, que ascend¨ªa a cincuenta pesetas. Aunque la cantidad en si es rid¨ªcula, proced¨ª -dada mi curiosidad- a inquirir del recaudador se me desglosara esta cantidad, pues, seg¨²n mis c¨¢lculos -sellos y sobre- no ascender¨ªan, y siendo muy optimista, a diez pesetas. El indicado funcionario, en un tono prepotente y mal educado, me indic¨® que dicho desglose me lo har¨ªan dos funcionarios, en mi domicilio, en el plazo de 48 horas, eso s¨ª, indic¨¢ndome claramente que esos funcionarios cobrar¨ªan por la gesti¨®n, ante lo cual opt¨¦ por pagar ?las repetidas costas calculadas? ante el exhorbitante gasto que me supondr¨ªa la alternativa propuesta por el funcionario-recaudador.

Si, como yo, existen miles de profesionales que por cualquier motivo no pagan el repetido impuesto en su momento y se ven con estas cuentas del gran capit¨¢n obligados a pagar, f¨¢cilmente se deduce que en este caso el Ayuntamiento -por ser el impuesto comentado el de licencia fiscal- se embolsa grac¨ªosamente unos miles de pesetas que, dada su injustif¨ªcaci¨®n, nunca sabremos los administrados a d¨®nde van a parar./