Ocho autores para cuatro voces

A lo largo de nuestra historia de la m¨²sica, la escritura de p¨¢ginas vocales a cuatro partes ha sido una constante que llega hasta hoy. El Cuarteto Tom¨¢s Luis de Victoria (Elvira Pad¨ªn, Angeles Nistal, Alfonso Ferrer y Jes¨²s Zazo) cultiva todo el repertorio y gusta incluir en sus programas obras de estreno. Se trata de un conjunto de ya no corta vida -naci¨® en 1971-, de indudable calidad y de actividad incesante.Su programa para los Lunes de RNE orden¨® composiciones de ocho autores espa?oles de tan diverso estilo como distinta generaci¨®n. De Oscar Espl¨¢ escuchamos sus breves y bell¨ªsimas tonadas levantinas; de Rodolfo Halffter, tres epitafios sobre texto cervantino, en los que renueva la savia del madrigal renacentista, estilo que, de otra forma, influy¨® sin duda a Amando Blanquer, al llevar al pentagrama los versos de Juan de Mensa enTres f¨¢bulas de fortuna.

Absolutamente precioso el O salutaris hostia, de Miguel Alonso, escrito en Roma el a?o 1960. A trav¨¦s del modelo polif¨®nico romano, Alonso extrae de mucho m¨¢s atr¨¢s -esto es, de los Laudas- sustancia para su obra: redonda, sincera, perfecta. Otro compositor de la misma generaci¨®n, Angel Arteaga, toma palabras de Grass para su ongmal y hondo Kinderlied.

La vena l¨ªrica de dos excelentes creadores canarios -el poeta Justo Jorge Padr¨®n y el compositor Juan Jos¨¦ Falc¨®n- se fusionan en El mar, de cargado dramatismo en sus diversas combinaciones: recitado, melod¨ªa, fondo arm¨®nico y soluciones r¨ªtmicas. Estilo que Falc¨®n cultiva, con ideaci¨®n de imaginero musical en Cum palmis et ramis, texto latino de Juan M¨¢rquez Garc¨ªa, en ambos casos a trav¨¦s de un lenguaje actual, incisivo y conmovedor.

Del bilba¨ªno Ant¨®n Larrauri, en su doble condici¨®n de poeta y compositor, dieron elocuente testimonio Te encontrar¨¦ en el aire y Poes¨ªa de nieblas, tan ricas en su movimiento de las voces como intensas en su expresividad l¨ªrica. En fin, el m¨¢s joven del grupo, el asturiano Mariano Alfonso, nacido en 1950 y disc¨ªpulo de Garc¨ªa Abril en Madrid, aport¨®, en estreno absoluto, su versi¨®n musical de Vida, sobre versos de Aleixandre. Sencilla en su forma tripartita, rica en su polifon¨ªa disonante, muy viva en las partes extremas y de po¨¦tica quietud en la central, la p¨¢gina testimonia un m¨²sico de instinto y buena mano. Hizo los comentarios, como de costumbre, Tom¨¢s Marco.