El pensador franc¨¦s Edgar Morin explica en Espa?a su teor¨ªa de la ciencia de la autonom¨ªa

Acaba de aparecer en edici¨®n castellana el primer tomo de la obra de Edgar Morin, titulada El m¨¦todo. La naturaleza de la naturaleza (Ediciones C¨¢tedra. Madrid, 1981), donde, advierte el autor, ?en lugar de encerrar la idea de organizaci¨®n en el sistema o en la m¨¢quina (cibern¨¦tica), por el contrario, he hecho remolcar la idea de sistema y de m¨¢quina por la idea de organizaci¨®n?.

Coincidiendo con la aparici¨®n de esta novedad editorial, Edgar Morin ha intervenido y sigue interviniendo en diversos actos p¨²blicos celebrados en Madrid, Valencia y Barcelona. Dado que su obra es bastante conocida en Espa?a, la asistencia queda asegurada.Edgar Morin ha escrito obras de amplia repercusi¨®n: Autocritique (1958), L'esprit du temps (1962), Le vif du sujet (1969), L'homme et la mort (1970) y Le paradigme perdu (1973). Sus an¨¢lisis sobre temas de sociedad, publicados al filo de la actualidad en la Prensa francesa, dejaron, asimismo, honda huella. Pero, de un tiempo a esta parte, Morin abandon¨® ese lado espectacular de su trabajo para refugiarse en la escritura de El m¨¦todo, libro donde se busca ?un conocimiento cuya explicaci¨®n no sea mutilaci¨®n y cuya acci¨®n no sea manipulaci¨®n?.

Ese nuevo Edgar Morin, uno de los pensadores m¨¢s audaces y discutidos de la escuela antroposociol¨®gica francesa, es el que ha disertado en el Instituto Franc¨¦s de Madrid sobre un problema de hondas implicaciones filos¨®ficas: ?Se puede concebir una ciencia de la autonom¨ªa?

Para el profesor Morin, el soci¨®logo moderno se encuentra en una situaci¨®n literalmente esquizofr¨¦nica, debiendo elegir entre una sociolog¨ªa cient¨ªfica y, por tanto, determinista, que ignora los problemas de la autonom¨ªa, del individuo y de la libertad, y una sociolog¨ªa que habla del sujeto, pero con unos presupuestos metaf¨ªsicos totalmente faltos de rigor cient¨ªfico.

La tesis fundamental de Edgar Morin consiste en afirmar que es perfectamente posible pensar cient¨ªficamente el problema de la autonom¨ªa. M¨¢s a¨²n, que la ciencia contempor¨¢nea establece claramente que es imposible pensar el determinismo sin lo aleatorio. Y viceversa: el azar y la necesidad no son antagonistas, sino complementarios, desde la bacteria m¨¢s primitiva hasta los sistemas m¨¢s complejos.

La reflexi¨®n de Edgar Morin desemboca en la rehabilitaci¨®n de antiguos conceptos (el ser, el sujeto, la libertad), vaciados de su contenido idealista y dotados de un estado cient¨ªfico.

Nace as¨ª una nueva concepci¨®n del sujeto: los billones de c¨¦lulas de nuestro organismo son individuos, el ?yo consciente? es, un individuo, como tambi¨¦n lo son los grupos sociales en los cuales nos integramos. El profesor concluye de esta manera: ?Vivimos varias vidas en una sola?.

Previamente, Edgar Morin se ha encargado de sustituir el viejo humanismo del hombre endiosado por un humanismo cient¨ªfico, concebido en t¨¦rminos de ?proceso de hominizaci¨®n?, que permite pensar con rigor conceptos tan esenciales como el de los derechos humanos.