La guerrilla salvadore?a quiere negociar con Duarte una salida pol¨ªtica a la crisis
Las fuerzas revolucionarias salvadore?as est¨¢n dispuestas a negociar con el presidente Jos¨¦ Napole¨®n Duarte, nunca con los militares, una salida pol¨ªtica a la guerra civil que vive este pa¨ªs, ha manifestado Joaqu¨ªn Samayoa, miembro de la comisi¨®n pol¨ªtico-diplom¨¢tica nombrada por las organizaciones que luchan contra el Gobierno. Pol¨ªticos prestigiosos de varios pa¨ªses se han mostrado dispuestos a mediar en el conflicto. Un portavoz cualificado de la oposici¨®n salvadore?a manifest¨® a este peri¨®dico que Edward Kennedy, Omar Torrijos y Leo Tindemans, entre otros, han ofrecido sus buenos oficios de cara a una eventual negociaci¨®n.
Un destacado l¨ªder de la Democracia Cristiana holandesa ha presentado ante el Parlamento Europeo un proyecto articulado en el que se contemplan incluso las fechas para un alto el fuego, establecimiento de un Gobierno provisional y convocatoria de elecciones.Willy Brandt ha asumido tambi¨¦n en silencio el papel de mediador que le asign¨® la Internacional Socialista. Aunque el encargado de su organizaci¨®n estaba encaminado hacia la Administraci¨®n norteamericana, que hasta ahora se ha negado a todo contacto, con el argumento de que esa es una competencia exclusiva de la Junta salvadore?a, el l¨ªder de la socialdemocracia ha mantenido varias reuniones con el dirigente democristiano Mariano Rumor, a fin de abrir alguna brecha negociadora.
La guerrilla salvadore?a ha valorado especialmente la oferta p¨²blica hecha por el presidente mexicano, Jos¨¦ L¨®pez Portillo, que desde una posici¨®n de neutralidad puede poner en juego, en una eventual mesa de negociaciones, m¨²ltiples argumentos, incluso de ¨ªndole econ¨®mica.
Los representantes diplom¨¢ticos de la guerrilla dudan, sin embargo, de que el Gobierno quiera negociar en un momento en que se considera vencedor en el campo de batalla. Las ofertas hechas hasta ahora por Duarte se parecen m¨¢s a una propuesta de rendici¨®n sin condiciones que a un alto el fuego sin condiciones mutuas. Unos y otros hablan idiomas distintos.
El ¨²nico argumento que puede esgrimir la guerrilla para forzar la negociaci¨®n (aparte de la presi¨®n diplom¨¢tica internacional) es la seguridad de sus posiciones en los volcanes y zonas rurales, de donde no ha podido ser desalojada hasta ahora, a pesar de que en ocasiones el Ej¨¦rcito atac¨® con todo. La firmeza de estas posiciones acaba de ser reconocida incluso por el jefe de la Guardia Nacional, coronel Eugenio Vides.
Esta dificultad por desalojar a la guerrilla de sus santuarios hace que demasiadas veces el Ej¨¦rcito recurra a matanzas indiscriminadas de civiles, sobre todo entre poblaciones humildes, a las que considera simpatizantes de los guerrilleros. Estas gentes son las que han nutrido en su mayor¨ªa la lista de 15.000 muertos contabilizada desde enero del pasado a?o. El ¨²ltimo suceso de esta naturaleza ocurri¨® el pasado lunes en San Nicol¨¢s de Soyapango, cerca de la capital, donde fuerzas uniformadas dieron muerte a veintitr¨¦s personas, algunas de ellas apenas unos muchachos. Los cad¨¢veres quedaron esparcidos por las calles. El no tener el carn¨¦ de identidad fue suficiente para la condena de muerte.
El ex embajador norteamericano Robert White ha declarado ante el Comit¨¦ de Relaciones Exteriores del Senado que dos terceras partes de los cr¨ªmenes cometidos en El Salvador son obra de la extrema derecha, y que la revoluci¨®n es obra de las diferencias socio-econ¨®micas, no de la infiltraci¨®n comunista. Bas¨¢ndose en documentos aportados en su d¨ªa por el coronel Majano, acus¨® al mayor Roberto d'Aubuisson de haber planeado el asesinato del arzobispo Romero.
Lament¨® que, bas¨¢ndose en menos pruebas de las que realmente dice tener, el Departamento de Estado haya decidido hacer p¨²blico un libro blanco sobre la infiltraci¨®n comunista en Centroam¨¦rica, silenciando todas las pruebas acusatorias contra la represi¨®n de la extrema derecha. El diplom¨¢tico declar¨® que era necesario alentar la mediaci¨®n por conducto de M¨¦xico, Venezuela, Brandt y Duarte.
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