"Hasta un reapublicano debe estar con la Monarqu¨ªa, que apost¨® por la democracia"

Hoy se cumple el cincuenta aniversario de la II Rep¨²blica Espa?ola. Su ¨²ltimo presidente en el exilio, Jos¨¦ Maldonado, elogia sin reservas, en la entrevista que sigue, el papel que jug¨® el rey Juan Carlos en la tarde y noche del 23 de febrero, aunque mantiene firmes sus convicciones republicanas. Jos¨¦ Maldonado cuenta actualmente ochenta a?os de edad. Naci¨® en Tineo (Asturias) y reside en Oviedo desde junio del a?o pasado. Elegido secretario general del comit¨¦ provincial de Izquierda Republicana (IR) en 1935, fue diputado en Cortes en 1936. Durante el exilio fue ministro de Justicia hasta 1970, cuando pas¨® a ocupar la presidencia de la Rep¨²blica, cargo al que renunci¨® en 1978.

Pregunta. Se le atribuye haber dicho que hechos como el protagonizado por el teniente coronel Tejero le obligan a ponerse de parte de la Monarqu¨ªa.Respuesta. Hay que matizar eso. Yo he sido, y ser¨¦ siempre, republicano; pero Espa?a vive una situaci¨®n determinada, muy dif¨ªcil. Lo primero que debemos hacer todos hoy es consolidar esa democracia, que en estos momentos parece tutelada. Nuestro objetivo tiene que ser la democracia plena. Bien; en ese camino nos hemos encontrado con que el Rey ha defendido la democracia, posiblemente por convicci¨®n y posiblemente por conveniencia tambi¨¦n. Eso es plausible. En circunstancias tales, hasta un republicano, y yo lo soy, puede estar al lado de la Monarqu¨ªa, en la medida en que ¨¦sta ha apostado por una democracia que se siente acechada.

P. ?C¨®mo vivi¨® usted el 23 de febrero?

R. Yo no estaba en Asturias, me encontraba en M¨¦xico, desde donde pude seguir los acontecimientos por la televisi¨®n, como ustedes. He pasado por momentos de gran confusi¨®n hasta que escuch¨¦ el mensaje del Rey, que clarificaba la situaci¨®n.

P. ?Significa Juan Carlos, en su opini¨®n, un cambio radical respecto de sus antecesores din¨¢sticos?

R. El Rey actual, y quienes le asesoran, han optado por la democracia. Le repito que eso es plausible. Ahora bien, una valoraci¨®n como la que usted me pide requiere una mayor perspectiva hist¨®rica.

P. ?Era m¨¢s perfecta la democracia de la Segunda Rep¨²blica que ¨¦sta?

R. Aqu¨¦lla era una democracia aut¨¦ntica desde su inicio. Surgi¨® de forma natural desde abajo hacia arriba. Esta no tuvo ese origen. La presi¨®n de abajo fue tambi¨¦n decisiva, pero se hicieron concesiones a otros poderes. La Monarqu¨ªa actual se legitim¨® a posteriori. En cambio, Alfonso XIII reconoci¨® el 12 de abril de 1931 haber perdido el amor de su pueblo. La diferencia es que aquella democracia naci¨® pura y ¨¦sta se est¨¢ haciendo cada d¨ªa.

P. ?Qu¨¦ fallos ve usted hoy, cincuenta a?os despu¨¦s, en la Constituci¨®n de 1931?

R. Yo soy partidario de la Constituci¨®n de 1931, pero hoy le veo el defecto de no haber tenido un Senado, que hab¨ªa podido jugar un papel de equilibrio, evitando los bandazos que llevaron a Espa?a al bienio negro y al Frente Popular. Con un Senado as¨ª hubiera sido m¨¢s dif¨ªcil el golpe militar de 1936.

El miedo al golpe

P. ?Son similares, en su opini¨®n, el Ej¨¦rcito de hoy y el que se sublev¨® en 1936?

R. Me da la impresi¨®n de que el Ej¨¦rcito espa?ol est¨¢ hoy m¨¢s a favor de la democracia que en 1936. Quiero creer que los militares golpistas no constituyen un n¨²mero considerable.

P. ?Considera usted viable el triunfo y consolidaci¨®n de un golpe militar en el actual contexto internacional?

R. Lo veo muy dif¨ªcil. Estoy de acuerdo con Rosa Montero en que la mejor forma de hacer viable el golpe es pensar en que es posible. Debemos despojarnos todos del miedo y luchar con convencimiento por una democracia plena.

P. ?Qu¨¦ juicio le merece a usted el giro del PSOE hacia una opci¨®n n¨ªtidamente reformista, tal como se desprende de la reciente intervenci¨®n de Felipe Gonz¨¢lez en Torremolinos?

R. Est¨¢ en la l¨ªnea de ruptura del PSOE con el marxismo. A partir de ah¨ª se produce una evoluci¨®n consecuente, se coloca a este partido en ¨®rbita de comportamiento similar al de otros partidos socialdem¨®cratas europeos. Entiendo que es un paso favorable que beneficia el proceso estabilizador de la democracia espa?ola.

Dificultades de la democracia

P. ?C¨®mo recuerda usted el 14 de abril de 1931?

R. Para m¨ª es, l¨®gicamente, una fecha muy entra?able. Hab¨ªa llegado el momento de modernizar nuestras instituciones. Nuestra desbordante ilusi¨®n inicial choc¨® luego con una realidad amarga. En 1933 la izquierda se dividi¨®. Los republicanos y los socialistas no acudieron unidos a las elecciones y triunf¨® la derecha, cuyos errores sistem¨¢ticos provocaron la violenta revoluci¨®n de octubre de 1934, el Frente Popular, y, en fin, el alzamiento de 1936.

P. ?Por qu¨¦ se mantuvo usted como presidente de la Rep¨²blica en el exilio hasta 1978?

R. Nuestra misi¨®n consist¨ªa en devolver la legitimidad al pueblo espa?ol.

P. Finalmente, ?qu¨¦ le parece la democracia espa?ola de hoy?

R. La situaci¨®n es francamente mala. La democracia discurre en medio de grandes dificultades. La psicosis del golpe sigue vigente porque no confiamos suficientemente en nuestras instituciones democr¨¢ticas. Solamente desterraremos este peligro cuando todos lleguemos al convencimiento de que la involuci¨®n es imposible.