El empleo, eje de la reactivaci¨®n econ¨®mica giscardiana

Juventud, educaci¨®n, formaci¨®n y, sobre todo, empleo: seg¨²n Giscard, estas ser¨¢n las l¨ªneas conductoras de su eventual segundo septenio. Todo ello, entiende Giscard, confluir¨¢ en la preparaci¨®n ?del futuro de Francia. Estamos entrando en un mundo nuevo y debemos preparar a Francia para que sea la elite de ese nuevo mundo?.El eje central del programa de Giscard es el empleo y esto en el marco del relanzamiento de la econom¨ªa. Globalmente, la superaci¨®n de la crisis en Francia, Giscard la funda en dos elementos de base. En primer lugar, la independencia energ¨¦tica. Este es uno de los aspectos poco discutidos de su septenato. Salvo los ecologistas, los franceses reconocen que, a partir de las opciones establecidas por el general De Gaulle a lo largo de la d¨¦cada de los a?os sesenta, ya desarrolladas por su sucesor, Georges Pompidou, Giscard ha configurado el programa electro-nuclear m¨¢s importante del mundo. En segundo lugar, Giscard sit¨²a la soluci¨®n de la crisis, y del paro en particular, en el marco de una evoluci¨®n importante de la actividad econ¨®mica que desemboque en un alto nivel de competitividad y, esto, renovando la industria tradicional y desarrollando al m¨¢ximo las tecnolog¨ªas de vanguardia.

En lo concerniente al empleo, tema esencial de todos los candidatos, Giscard propone una serie de medidas que, a su entender, debieran funcionar positivamente: una cierta reducci¨®n del tiempo de trabajo, incitaci¨®n al empleo de los j¨®venes al reducir las cargas sociales de las empresas, reorganizaci¨®n del retiro anticipado, favorecer el retorno de los inmigrantes y perfeccionamiento de los mecanismos de formaci¨®n profesional.

Gen¨¦ricamente, el programa que presenta Giscard, para lo que ¨¦l denomina un ?septenato nuevo?, se articula en torno a cuatro grandes ejes: libertad, seguridad interior y exterior de Francia, solidaridad entre los franceses y paz en el mundo.

Su pol¨ªtica exterior estar¨ªa fundada en la continuidad: a pesar de las cr¨ªticas de sus adversarios por su ?falta de firmeza? ante las dos grandes potencias (EE UU y URSS), Giscard repite incansablemente que ?no hay que contar conmigo para renunciar al di¨¢logo que mantengo y deseo mantener con los sovi¨¦ticos, con los americanos y con todas las naciones?. A pesar de las denuncias del ?atlantismo giscardiano?, el presidente y candidato reafirma su decisi¨®n de no reintegrar a Francia en el organismo militar de la Alianza Atl¨¢ntica. En el plano comunitario, nada indica que cambie su pol¨ªtica de ?organizaci¨®n de Europa?, pol¨ªtica y econ¨®micamente, cara a un marco confederal. Y todo ello, a partir de la soluci¨®n de los dos problemas fundamentales y actuales de la comunidad: su pol¨ªtica agr¨ªcola y su financiaci¨®n.

Una vez pasadas las elecciones, si ¨¦l fuese el ganador, ser¨ªa aventurado pensar en un cambio de la actual postura de Giscard respecto a la adhesi¨®n espa?ola.