Giscard y su Uni¨®n por la Democracia Francesa apelan a los liberales, centristas y europe¨ªstas
El atentado del que, ayer, fue testigo el presidente y candidato Val¨¦ry Giscard d'Estaing podr¨ªa ejercer un impacto psicol¨®gico favorable en la opini¨®n p¨²blica francesa, capaz de frenar el deterioro de su imagen. El ¨²ltimo sondeo, conocido ayer, contrariamente al publicado el d¨ªa anterior, daba por vencedor, para el pr¨®ximo d¨ªa 10 de mayo (segunda vuelta) al candidato socialista, Fran?ois Mitterrand, por el 54% de los sufragios. A partir del pr¨®ximo domingo, seg¨²n la ley electoral francesa, no podr¨¢n publicarse m¨¢s sondeos hasta la jornada del escrutinio de la primera vuelta, el 26 del mes en curso.
Durante este fin de semana se asistir¨¢ al diluvio de las ¨²ltimas profec¨ªas. ?Cu¨¢les son las posibilidades reales del ?tercer hombre? de la campa?a, el candidato gaullista, Jacques Chirac, y cu¨¢les sus intenciones ocultas frente a Giscard, en el caso, probable por ahora, de que no llegue a la segunda ronda? Este interrogante centrar¨¢ el inter¨¦s de los sondeos finales.El presidente y candidato Giscard est¨¢ apoyado en estas elecciones por una de las cuatro grandes fuerzas pol¨ªticas del pa¨ªs: la Uni¨®n por la Democracia Francesa. Pero esta sigla oficial responde medianamente a lo que tradicionalmente se entiende por un partido, corno lo son en Francia las otras tres corrientes pol¨ªticas m¨¢s representativas; esto es, el gaullismo, el comunismo y el socialismo. Al final del septenato del presidente actual, para hablar popularmente de los "cuatro grandes", se nombra ?el giscardismo?, y no la UDF. El matiz no es gratuito. La federaci¨®n, que es jur¨ªdicamente la UDF en la arena pol¨ªtica francesa, se traduce en un combinado de partidos centristas de derecha liberal, y de clubes o movimientos creados en torno al poder pol¨ªtico y, de manera m¨¢s precisa, por Giscard.
La UDF naci¨® en v¨ªsperas de las elecciones legislativas de 1978, cuando a¨²n resultaba cre¨ªble el ?programa com¨²n? de la izquierda comunista y socialista, hasta llegar a perfilarse la, posibilidad de su triunfo en aquellos comicios.
Los tres partidos b¨¢sicos son, en primer lugar, el Partido Republicano, fundado al inicio de la d¨¦cada de los a?os sesenta por Giscard para dotarse del trampol¨ªn pol¨ªtico que, con el tiempo, le servir¨ªa para llegar a la presidencia de la Rep¨²blica. El segundo es el Centro de los Dem¨®cratas Sociales (CDS), procedente de los grupos y partidos democristianos que ejercieron una relativa influencia de la Francia de la postguerra mundial y que, en 1965, adquiri¨® un cierto relieve en el momento de las presidenciales Jean Lecanuet, su jefe, propulsado por una inteligente campa?a televisada, frente al general Charles de Gaulle, adquiri¨® una notabilidad p¨²blica que le sirvi¨® para patentar, su peque?o partido democristiano.
La tercera formaci¨®n de la UDF es el Partido Radical y Socialista heredero de la sigla oficial radical del partido que domin¨® la Tercera Rep¨²blica Francesa, pero fraccionado desde que los llamados radicales de izquierdas se afiliaron al ?programa com¨²n? a principios de 1970. Adem¨¢s de estos partidos algunos clubes, corno el denominado Perspectivas y Realidades, de inspiraci¨®n giscardiana, forman parte tambi¨¦n de la UDF.
Todos estos partidos se dicen ?liberales, centristas y europeos? y aspiran, en el plano nacional, a recortar la influencia, tanto del comunismo como del gaullismo. Su historia contempor¨¢nea es la historia de unos l¨ªderes sin tropas. La victoria de Giscard en 1974 es la que cre¨® la unidad en torno al poder. Desde entonces, los esfuerzos y los medios no han faltado para crear una aut¨¦ntica estructura del partido giscardiano, pero nadie, en Francia, se atrever¨ªa a apostar por la supervivencia de la UDF si el presidente actual perdiera la elecci¨®n del 10 de mayo. Actualmente, la UDF estima en 80.000 sus militantes y cuenta con 119 diputados y 124 senadores.
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