Una historia inventada, amparada en el secreto profesional, convenci¨® al jurado del Premio Pulitzer
La edici¨®n del pasado mi¨¦rcoles del diario norteamericano The Washington Post inclu¨ªa una informaci¨®n en la que se explicaba que la historia de un ni?o de ocho a?os, adicto a la hero¨ªna, que viv¨ªa en los arrabales de la capital federal, historia que hab¨ªa supuesto el Premio Pulitzer a su autora, era un montaje, una ficci¨®n. Al tiempo que anunciaba sin decisi¨®n de renunciar al galard¨®n, el diario confirmaba que Janet Cooke, la autora de la historia, hab¨ªa rescindido su contrato.
?Tras una serie de preguntas de los editores, Janet Cooke confes¨® que su tierna historia sobre Jimmy, un precioso ni?o con marcas de agujas se?alando la suave piel infantil de sus finos bracitos morenos, era falsa?. Es la primera vez en 64 a?os de historia de los codiciados Premios Pulitzer que el galard¨®n ha sido rechazado por este tipo de raz¨®n, seg¨²n miembros del comit¨¦ Pulitzer de la Universidad de Columbia. en Nueva York.Benjam¨ªn C. Bradlee, editor ejecutivo del Post, se reuni¨® con el staff del peri¨®dico el mi¨¦rcoles por la tarde y declar¨® que hab¨ªa enviado un telgrama al comit¨¦ Pulitzer en el que hac¨ªa constar ?con gran pena y sentimiento? que miss Cooke hab¨ªa determinado que no podr¨ªa aceptar el premio.
?Ella dijo a los editores del Post esta ma?ana temprano que su historia, acerca de un ni?o de ocho a?os adicto a la hero¨ªna, era de hecho una invenci¨®n, que las declaraciones atribuidas al ni?o fueron fabricadas y que ciertos acontecimientos descritos como contemplados directamente por la periodista no hab¨ªan ocurrido en realidad?, a?ad¨ªa el telegrama.
Poco m¨¢s tarde, el editor ejecutivo del Post, Donald E. Graham, efectu¨® unas declaraciones en las que afirmaba: "Todos nosotros, colectivamente, pediremos perd¨®n en el peri¨®dico a los lectores del Post".
Graham a?adi¨® que ¨¦l personalmente hab¨ªa pedido excusas al alcalde de Washington, Marion Barry hijo, y al jefe de Polic¨ªa, Burtell M. Jefferson. Ambos personajes hab¨ªan investigado la veracidad de la historia cuando fue publicada, el pasado 28 de septiembre, ordenando una infructuosa b¨²squeda por parte de la polic¨ªa para localizar al ni?o.
Ante este anuncio del Post, los diecisiete miembros del comit¨¦ Pulitzer, que revisan las recomendaciones del jurado para los premios, fue convocado por tel¨¦fono desde Nueva York. El comit¨¦ concedi¨® el premio a Teresa Carpenter, del Village Voice, por su reportaje sobre tres asesinatos. El jurado hab¨ªa recomendado originalmente el reportaje de Carpenter para el premio, pero hab¨ªa sido desestimado por el comit¨¦.
El enga?o sali¨® a la luz tras las dudas aparecidas sobre las credenciales acad¨¦micas atribuidas a Janet Cooke en el anuncio del Pulitzer, obtenidas a partir del material proporcionado por el peri¨®dico. Se¨²n estos datos, ella hab¨ªa pasado un a?o en la Sorbona se hab¨ªa garaduado con sobresaliente cum laude en el Vassar Coen 1976, y hab¨ªa recibido el master en la Universidad de Toledo, en 1977.
Un portavoz del Vassar declar¨® que Cooke asisti¨® a la escuela un a?o escaso, entre el final de 1972 y la primavera de 1973, y despu¨¦s se march¨® por razones, no conocidas. En la Universidad de Toledo, un portavoz afirm¨® que ella se gradu¨® en 1976, sin honores, con una nota B. A. en Literatura Inglesa.
Un una entrevista, Bradlee afirm¨® que el conoci¨® la falsedad de las credenciales de la periodista a las tres de la tarde del martes, cuando una personalidad oficial que ¨¦l y sus editores hablaron con la reportera durante veinte minutos, y entonces, al conocer la falsedad de sus datos acad¨¦micos, la interrogaron acerca de la veracidad de su historia. Al principio, seg¨²n Bradlee. ella mantuvo que la historia era cierta.
Janet Cooke no estaba disponible para conceder una entrevista el pasado martes. Seg¨²n miembros del peri¨®dico, ella reconoci¨® el enga?o despu¨¦s de que el editor de local del Post, Milton Coleman, le pidiera que le mostrase cu¨¢l era la casa en la que ella hab¨ªa interrogado al ni?o.
Negativa a revelar las fuentes
Bradlee dijo que cuando surgieron las dudas por primera vez, el pasado a?o, ¨¦l no se esforz¨® demasiado por verificar la historia, porque la reportera le hab¨ªa dicho que hab¨ªa garantizado el anonimato a sus fuentes informativas y que su vida hab¨ªa sido amenazada por los traficantes de drogas implicados en el tema. "Est¨¢bamos ante un punto muerto?, declar¨®. ?O la cre¨ªamos o no la cre¨ªamos?. Bradlee a?adi¨® que el compromiso bajo el cual ella hab¨ªa podido obtener su informaci¨®n inclu¨ªa que no pod¨ªa revelar los nombres del ni?o ni los miembros de la casa en que viv¨ªa, ni siquiera a los editores del peri¨®dico. ?Nosotros respetamos dicho compromiso?. afirm¨®. ?Es pr¨¢ctica com¨²n en numerosos peri¨®dicos el que los editores insistan para conocer la identidad de las fuentes en este tipo de historias, antes de su publicaci¨®n. Bradlee dijo que aunque esa era tambi¨¦n la pol¨ªtica general del Post, se hab¨ªa hecho una excepci¨®n en este caso por la confianza de los editores en ?la veracidad y la integridad de la historia". y porque Janet Cooke insisti¨® en haber recibido amenazas de muerte.
Conmoci¨®n social en Washington
El art¨ªculo caus¨® una conmoci¨®n cuando fue publicado en Washington, el a?o pasado. Descrito como una visi¨®n poco frecuente del mundillo subterr¨¢neo de la zona pobre m¨¢s agria de la capital, el art¨ªculo muestra una descripci¨®n chocante de c¨®mo un ni?o fue inducido a la hero¨ªna por Ron, el amante de veintisiete a?os de edad, de su madre, antigua prostituta. El art¨ªculo ofrec¨ªa lo que fue descrito como un testimonio ocular de c¨®mo Jimmy, un ni?o listo y barriobajero, declaraba, al ser inyectado con hero¨ªna por Ron, que su ambici¨®n en la vida era llegar a ser un buen traficante de droga.
?El agarra el brazo izquierdo de Jimmy justo debajo del codo, con su manaza cubriendo el fino miembro del ni?o?, dec¨ªa el art¨ªculo. ?La aguja se deslizaba por la suave piel infantil como una paja insertada en un pastel reci¨¦n hecho. El l¨ªquido sal¨ªa de la jeringa, siendo reemplazado por brillante sangre roja, reinyectada despu¨¦s al ni?o?. ?Muy pronto?, seg¨²n palabras atribuidas a Ron, ?vas a saber qu¨¦ hacer contigo?.
B¨²squeda infructuosa
El art¨ªculo desencaden¨® una amplia operaci¨®n policial en busca de Jimmy, oficiales de los servicios antidroga y de protecci¨®n a la infancia participaron igualmente en esta operaci¨®n. En un cierto momento, la polic¨ªa amenaz¨® con exigir legalmente del Post la identificaci¨®n de sus fuentes, pero el peri¨®dico se neg¨® citando la primera enmienda de la Constituci¨®n. Numerosos maestros inspeccionaron a lo largo de toda la ciudad los brazos de sus alumnos, en busca de se?ales de pinchazos, y asistentes sociales y polic¨ªas consultaron a sus informadores en el submundo de la droga.
Sin embargo, desde el principio, la polic¨ªa tuvo sospechas acerca de la veracidad de la historia, de acuerdo con las investigaciones de un oficial que hab¨ªa consumido miles de horas de trabajo en el tema. Seg¨²n este polic¨ªa, el art¨ªculo dec¨ªa que el chico iba al colegio s¨®lo para atender a las clases de matem¨¢ticas, porque quer¨ªa aprender a contar. Como normalmente los alumnos de la escuela primaria van a clase todo el d¨ªa en una sola aula y con un solo profesor, seg¨²n el razonamiento del polic¨ªa, sus idas venidas no podr¨ªan haber pasado desapercibidas.
Adem¨¢s, a la polic¨ªa le parec¨ªa muy improbable que el ni?o s¨®lo hubiese hablado con una extra?a, la reportera, y no lo hubiese hecho con otros, como por ejemplo, sus profesores, los tenderos de su calle o alg¨²n vecino.
Adem¨¢s, por su conocimiento del mundillo de la droga, la polic¨ªa encontraba que era muy improbable que los utilizadores pudiesen proveerse de la costosa hero¨ªna para tres a?os sin nada a cambio. ?No les habr¨ªan dado droga para tres a?os sin exigir a cambio alguna compensaci¨®n?, afirm¨® la fuente policial.
William G. Jepsen, portavoz del departamento de polic¨ªa del distrito de Columbia, se?al¨® que la investigaci¨®n de tres semanas de duraci¨®n lleg¨® a la conclusi¨®n de que ?el ni?o, tal y como hab¨ªa sido descrito, no exist¨ªa?, a?adiendo que el Post hab¨ªa sido informado de las conclusiones del departamento.
El mi¨¦rcoles, Barry emiti¨® un comunicado diciendo que ?yo estaba firmemente convencido de que el art¨ªculo de miss Cooke era en parte mito y en parte realidad; yo, al igual que los oficiales de polic¨ªa, los ciudadanos y los expertos sanitarios en el tema de la drogadicci¨®n por hero¨ªna, estaba convencido de que Jimmy y su familia eran seres ficticios?.
Janet Cooke lleg¨® al Post en 1979, despu¨¦s de haber trabajado como reportera en la emisora de televisi¨®n WGTE-TV, de Toledo, y posteriormente en el diario Toledo Blade.
Teresa Carpenter, nuevo Pulitzer
La nueva ganadora del Premio Pulitzer por reportajes escritos, Janet Carpenter, naci¨® en una granja de Misuri, en 1948, y lleg¨® al diario Village Voice, del Greenwich Village neoyorquino, en 1979. Se hab¨ªa graduado en el Graceland College, de Ioxa, en 1971, y obtuvo el master en periodismo en la Universidad de Misuri, en 1973. Antes del Village Voice hab¨ªa trabajado para una publicaci¨®n comercial japonesa y despu¨¦s, durante cuatro a?os, en la revista mensual New Jersei, Monthlv. Actualmente vive en Manhattan.
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