Presupuesto, empleo y salarios

( ... ) Aparece de repente la noticia de que los Presupuestos del Estado para 1982, actualmente en elaboraci¨®n, ?depender¨¢n en sus cifras definitivas de las actuales negociaciones sobre empleo entre empresarios, sindicatos y Gobierno, de manera que el aumento salarial que se pacte, tanto en el sector p¨²blico como en el privado?, seg¨²n fuentes de la Administraci¨®n, ?condicionar¨¢ la inflaci¨®n del pr¨®ximo a?o, el d¨¦ficit p¨²blico, las inversiones y el crecimiento econ¨®mico, entre otras magnitudes?. Tan obvia conclusi¨®n viene adornada de una afirmaci¨®n voluntarista y de una petici¨®n encubierta sin excesivos rubores. ?La inflaci¨®n podr¨ªa situarse en 1982 entre el 11% y el 13%, ya que hay que contenerla, pues a mayor inflaci¨®n, m¨¢s paro. Menores alzas salariales supondr¨ªan menos inflaci¨®n y m¨¢s crecimiento econ¨®mico real, lo que implica mayores posibilidades de empleo. Ser¨ªa recomendable, por tanto, que los salarios aumenten dos o tres puntos por debajo del ¨ªndice de precios de consumo previsto ?.Todo ello podr¨ªa llevar a una inversi¨®n p¨²blica -reflejada en los Presupuestos Generales del Estado- superior a la prevista para 1981 en 180.000 o 200.000 millones de pesetas. Pero ocurre que para llegar a este incremento de inversi¨®n, que, por otra parte, no significa gran cosa dentro de los grandes n¨²meros presupuestarios ni est¨¢ muy claro en qu¨¦ se iba a gastar para generar empleo, se va a disparar el d¨¦ficit presupuestario hasta los 700.000 millones de pesetas. Si recordamos que el d¨¦ficit previsto para 1981 es de 435.000 miRones y que si ocurre como en 1980 este d¨¦ficit pr¨¢cticamente puede duplicarse, veremos que se va a invertir mucho menos de lo que va a aumentar el d¨¦ficit p¨²blico, con lo cual, tras un primer an¨¢lisis, parece l¨®gico pedir a la Administraci¨®n que busque la manera de estimular la inversi¨®n del sector privado, que ya se encargar¨¢ ¨¦l de crear empleo a un coste econ¨®mico y social mucho menor. (...)

21 de abril,