Las asociaciones pro subnormales quieren soluciones m¨¢s humanas que t¨¦cnicas

El problema de la subnormalidad requiere m¨¢s soluciones humanas que t¨¦cnicas. Para la Federaci¨®n Espa?ola de Asociaciones Pro Subnormales, ¨¦sta podr¨ªa ser la s¨ªntesis de los objetivos que se persiguen con la Semana de Informaci¨®n sobre el Subnormal, que se est¨¢ celebrando en estos precisos momentos, en el contexto del actual A?o Internacional de las Personas Disminuidas, proclamado por la ONU.Representantes de la citada Federaci¨®n, organizaci¨®n que agrupa a casi todas las asociaciones prodeficientes de Espa?a, insistieron ayer, en una conferencia de Prensa, en la reivindicaci¨®n de medidas efectivas que sirvan para potenciar el desarrollo personal y la integraci¨®n social de los deficientes mentales y de todas las personas disminuidas en general.

Por lo que concierne al ¨¢mbito concreto de los deficientes mentales, las asociaciones espa?olas no se cansan de repetir que el internamiento en instituciones psiqui¨¢tricas es la peor de las soluciones. En opini¨®n de los dirigentes de la Federaci¨®n, incluso los casos de deficiencias profundas requieren soluciones m¨¢s humanas que t¨¦cnicas. En este sentido, piensan que no se est¨¢ haciendo lo suficiente para facilitar la convivencia normal de los deficientes en un r¨¦gimen familiar que cubra plenamente sus necesidades de afectividad, puesto que, con un poco de imaginaci¨®n, se pueden encontrar f¨®rmulas que permitan alcanzar este objetivo, incluso para aquellos casos en que el deficiente carece de familia. Hay algunas experiencias positivas que confirman esta posibilidad, pero sin una legislaci¨®n adecuada es pr¨¢cticamente imposible que se generalicen tales experiencias.

?Se insiste en el internamiento en instituciones psiqui¨¢tricas?, a?aden los dirigentes de la Federaci¨®n, ?lo que nos coloca en un nivel de subdesarrollo de connotaciones, m¨¢s que decimon¨®nicas, medievales?. S¨®lo en Andaluc¨ªa, se calcula que un 44% de las plazas de las instituciones psiqui¨¢tricas est¨¢n ocupadas por oligofr¨¦nicos. Las asociaciones andaluzas han convertido en eslogan la frase de un deficiente mental internado en un sanatorio psiqui¨¢trico: ?Como subnormal, cumplo mi condena encerrado. ?Cu¨¢l es mi culpa??.

Integraci¨®n social

La integraci¨®n social del subnormal requiere, por otra parte, avanzar en el terreno de la educaci¨®n y del empleo. La Federaci¨®n considera un paso importante la reciente disposici¨®n del Ministerio de Trabajo, que exige el pago del salario m¨ªnimo interprofesional para los escasos deficientes mentales que han obtenido un empleo. Se trata de un paso importante, en efecto; pero insuficiente, porque lo que las asociaciones pro subnormales vienen reivindicando desde hace tiempo es la elaboraci¨®n de un verdadero plan de empleo para subnormales, y que dicho plan, si llega a producirse, se cumpla. Porque una de las principales quejas se refiere, precisamente, a la escasa coherencia entre la planificiaci¨®n, ?ejemplar y t¨¦cnicamente perfecta, en muchos casos? y la ejecuci¨®n. Tal es el caso del Plan de Prevenci¨®n de la Subnormalidad, aprobado hace ya tres a?os y pr¨¢cticamente in¨¦dito, salvo en aspectos muy parciales.El gran problema, no obstante, sigue estando en el ¨¢mbito educativo. La falta de equipos multidisciplinares en las escuelas de EGB, un componente fundamental de la verdadera calidad de la ense?anza, est¨¢ determinando la generaci¨®n de un elevado n¨²mero de subnormalidades, que tienen su ra¨ªz en deficiencias leves de adaptaci¨®n escolar o de aprendizaje que no han sido detectadas ni corregidas en su momento.

Pese a que no existe un censo formal de deficientes, que es otra de las carencias que se lamentan, se calcula que m¨¢s de un 60% de deficientes mentales est¨¢ sin escolarizar. Seg¨²n se indica en el ¨²ltimo n¨²mero de Voces, bolet¨ªn de la Federaci¨®n Espa?ola de Asociaciones Pro Subnormales, estudios de 1977 apuntan que, sobre una poblaci¨®n total en Espa?a de 36.765.138 habitantes, hab¨ªa 261.302 subnormales, que en estos momentos rondar¨¢n ya la cifra de 300.000. Si el n¨²mero de plazas era entonces de 53.041, puede concluirse que s¨®lo el 20% de la poblaci¨®n deficiente est¨¢ atendida; es decir, s¨®lo uno de cada cinco deficientes mentales espa?oles tiene puesto de educaci¨®n, rehabilitaci¨®n o atenci¨®n de alg¨²n tipo.