La Federaci¨®n Internacional rechaza definitivamente el nuevo Lotus
La Federaci¨®n Internacional del Deporte del Autom¨®vil (FISA), que preside el franc¨¦s Balestre, ha declarado ya de forma oficial que el Lotus 88, ¨²ltimo coche salido de la revolucionaria imaginaci¨®n, del genio Colin Chapman, no es legal. Despu¨¦s de esto, al propietario de la escuder¨ªa Lotus ya no le queda ning¨²n recurso que presentar. S¨®lo puede retirar de forma definitiva su coche de la pista y volver al viejo modelo. Mientras el Brabham del brasile?o Nelson Piquet sigue siendo considerado v¨¢lido por un riguroso respeto a la letra de la actual reglamentaci¨®n vigente.Casi todas las innovaciones t¨¦cnicas en la f¨®rmula 1 han surgido de la mente revolucionaria de Colin Chapman. Soluciones t¨¦cnicas que hoy d¨ªa parecen sencillas y que han sido adoptadas por todos los ingenieros dise?adores de todos los equipos, fueron en su d¨ªa avances de Chapman. El chasis monocasco, que en 1963 se enfrent¨® al tubular, fue obra de Colin Chapman, y su fruto fueron los t¨ªtulos mundiales de ese a?o y de 1965. M¨¢s tarde, en 1967, Chapman introdujo la novedad de los motores portantes. Aparte de su funci¨®n de empuje, en aquel Lotus revolucionario de hace quince a?os el motor comenz¨® a ser utilizado para ser soporte de algunas piezas de la suspensi¨®n. Un a?o despu¨¦s, el equipo obtuvo un nuevo t¨ªtulo mundial.
Diez a?os m¨¢s tarde, en 1977, Colin Chapman pens¨®, en su fant¨¢stico castillo enclavado en la verde campi?a brit¨¢nica, y que a ¨¦l le sirve de vivienda, cuartel general y centro de dise?o, imagin¨® que para incrementar la velocidad en los monoplazas de f¨®rmula 1, sin que ¨¦stos despegaran por culpa de esa misma velocidad, lo mejor ser¨ªa crear un chasis que fuera como un ala, pero con el efecto invertido. Mientras un ala convencional ayuda aerodin¨¢micamente a un avi¨®n a despegar y a volar, la que pens¨® Colin Chapman tendr¨ªa que hacer justamente lo contrario, es decir, impedir el despegue.
Acababa de nacer la t¨¦cnica wing-car o de efecto de ala invertida. Un coche que un a?o despu¨¦s le dio el t¨ªtulo mundial al ¨ªtalo-norteamericano Mario Andretti. Un coche, en definitiva, absolutamente copiado por todos los dem¨¢s -en ocasiones con mejores resultados- y que, en el fondo, ha sido el origen del conflicto. Porque la FISA quer¨ªa precisamente eliminar la t¨¦cnica de ala invertida, por considerarla excesivamente peligrosa.
El Lotus 88, sin suerte
El nuevo coche de Colin Chapman, el Lotus 88, no ha tenido la misma suerte que los anteriores. No le dar¨¢ ning¨²n t¨ªtulo mundial a su creador, porque la Federaci¨®n Internacional acaba de decretar oficialmente su ilegalidad. La originalidad de este nuevo monoplaza consist¨ªa en que el chasis estaba descompuesto en dos, uno encima del otro. El que ocupaba la parte superior, en el que se alojaban todos los elementos aerodin¨¢micos del coche, era te¨®ricamente fijo, como manda la reglamentaci¨®n internacional, pero m¨®vil con respecto al chasis que est¨¢ debajo. Esta movilidad de un chasis con respecto al otro es el punto de fricci¨®n. Porque la FISA considera que, al serlo, tambi¨¦n lo son, por extensi¨®n, los elementos aerodin¨¢rn¨ªcos, y eso vulnera el reglamento.Este rigor por parte de la FISA puede ser comprensible y perfectamente v¨¢lido si fuese generalizado, si a todos los equipos se les tratara con el mismo baremo. Aunque con ello se abortasen ingenios¨ªsimas y revolucionarias soluciones t¨¦cnicas, como es, indudablemente, el caso de esta que ha concebido Colin Chapman.
Rigor variable
Pero no es as¨ª. El rigor de la FISA en la aplicaci¨®n de su propio reglamento es muy variable. Y la interpretaci¨®n del esp¨ªritu de la letra de esa reglamentaci¨®n lo es m¨¢s todav¨ªa. La propia Federaci¨®n Internacional acaba de declarar legal el Brabham de Nelson Piquet, aunque el asunto no est¨¢ definitivamente cerrado. Y la argumentaci¨®n de la FISA para su declaraci¨®n contrasta bruscamente con el rigor aplicado a Colin Chapman.Seg¨²n la FISA, el Brabham de Piquet es legal, porque la reglamentaci¨®n actual dice que la altura m¨ªnima del coche al suelo debe ser de seis cent¨ªmetros. Y aunque exista la certeza de que, con la suspensi¨®n especial aplicada por Bernie Ecclestone -propietario del equipo Brabham-el coche en la pista baja hasta rozar literalmente el suelo, benefici¨¢ndose claramente de esa t¨¦cnica wing-car que se pretende erradicar, no se puede hacer nada en contra. Porque ese mismo reglamento dice que la verificaci¨®n tiene que hacerse en un lugar plano, previamente preparado para ello, y despu¨¦s de la carrera. Con lo que, si gracias a una suspensi¨®n que sube y baja corno la de un Citro?n GSA, el Brabham est¨¢ bajo en la pista, pero alto en la verificaci¨®n, los comisarios t¨¦cnicos deben aceptarlo como legal.
Obligar a unos comisarios a que no vean una realidad sobre la pista en el Brabham y, sin embargo, indagar el funcionamiento del ¨²ltimo resorte en el Lotus parece un evidente caso de discriminaci¨®n.
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