Malestar entre los editores por el documento episcopal sobre libros de texto de religi¨®n

Los libros de texto de religi¨®n siguen siendo un punto conflictivo entre obispos y editores. El 10 de abril, la Comisi¨®n Episcopal de Ense?anza, que preside El¨ªas Yanes, firmaba un documento de cuatro folios que luego ofrec¨ªa a los editores, recabando su consentimiento. Entre los editores circula un documento, realizado por un equipo de expertos, que cuestiona seriamente el texto y el trasfondo del documento episcopal.

En el pasado mes de febrero, la Asociaci¨®n Nacional de Libros y Material de Ense?anza (Anele) denunciaba la competencia desleal, as¨ª como las irregularidades administrativas que hab¨ªan acompa?ado a la publicaci¨®n por la comisi¨®n episcopal del libro Padre nuestro (EL PAIS, 13-2-1981). Pues bien, el informe pericial que obra en manos de los editores duda que el nuevo documento episcopal ayude a clarificar las cosas.El documento episcopal recuerda los condicionamientos a los que deb¨ªa someterse cualquier editorial que quisiera editar un texto de religi¨®n: atenerse a los cuestionarios establecidos por la jerarqu¨ªa y someterse al dictamen de la misma, una vez escrito el texto. Ateni¨¦ndose a la legalidad vigente, a?ade el texto, no hay m¨¢s remedio que aceptar la pluralidad de libros de texto de religi¨®n. Ahora bien, con este procedimiento ?dif¨ªcilmente se puede conseguir que la mayor¨ªa de los libros publicados alcancen el nivel de calidad y la garant¨ªa de integridad del mensaje que son exigibles?.

Los obispos desean cambiar el planteamiento abogando por una mayor presencia ideol¨®gica de la Comisi¨®n Episcopal, que, adem¨¢s de elaborar el cuestionario ya reconocido, asuma la tarea de desarrollarle en lo que llama ?bases amplias de programaci¨®n? y se encargue de crear ?un fondo com¨²n obligatorio ?, compuesto de textos b¨ªblicos, de la tradici¨®n y del magisterio.

El documento contempla, a continuaci¨®n, las modalidades editoriales para la realizaci¨®n del libro escolar de religi¨®n: primera modalidad, que las editoriales privadas editen por su cuenta, en cuyo caso tendr¨ªan que atenerse al cuestionario previo y someterse luego al dictamen de ortodoxia. Las relaciones con la Comisi¨®n Episcopal ser¨ªan para negociar la introducci¨®n en los textos de f¨®rmulas del catecismo establecido por la comisi¨®n de obispos. Las mismas editoriales podr¨ªan, en segundo lugar, editar en colaboraci¨®n con la Comisi¨®n Episcopal; no tendr¨ªan que partir del cuestionario, sino de las bases amplias de programaci¨®n. El editor que opte por esta f¨®rmula deber¨¢ pagar a la Comisi¨®n Episcopal en concepto de prestaci¨®n y mantenimiento del servicio de di¨¢logo e intercambios. La tercera modalidad ser¨ªa de colaboraci¨®n entre editoriales privadas y Comisi¨®n Episcopal, incluyendo adem¨¢s ese ?fondo com¨²n obligatorio?. En este caso, el editor deber¨ªa abonar a la Comisi¨®n una partida en concepto de servicio por el di¨¢logo e intercambio de autores, y otra a prorrata de derechos de autor por el texto del ?fondo com¨²n obligatorio?, cuya autor¨ªa corresponde a la susodicha comisi¨®n. A cambio, y de cara a la venta, el editor hace constar en sus libros que se han hecho en colaboraci¨®n con los obispos.

Los obispos quieren imponer el texto ¨²nico

Finalmente, figura ?la modalidad de colaboraci¨®n con la iniciativa jer¨¢rquica?. Se tratar¨ªa en este caso de editar un texto-tipo realizado y editado por el episcopado en consorcio con otras editoriales o s¨®lo en su propia editorial. Ese texto-tipo ser¨ªa un texto ¨²nico que sustituir¨ªa a los catecismos en los primeros cursos de EGB y cuyos autores ser¨ªan equipos de colaboradores de la comisi¨®n episcopal ?que acepten las condiciones doctrinales, pedag¨®gicas y financieras? que establezca la comisi¨®n episcopal.Seg¨²n el informe pericial, lo que el episcopado pretende es el control ideol¨®gico de la ense?anza escolar religiosa, ?ya sea controlando a los equipos de autores que trabajan para editoriales privadas, ya sea controlando la totalidad del mercado del libro de texto de religi¨®n?.

En el an¨¢lisis de las razones que mueven a la comisi¨®n episcopal a cambiar la normativa vigente llama la atenci¨®n el informe pericial sobre la voluntad de los obispos de borrar las fronteras entre lo que debe ser un catecismo y un texto escolar de religi¨®n. Esa diferencia ha sido insistentemente mantenida por documentos episcopales espa?oles, por la exhortaci¨®n de Juan Pablo II Catechesi tradendae, y por D¨ªaz Merch¨¢n, quien, denunciando la man¨ªa del pastoralismo, afirmaba: ?Hay que distinguir entre clase de religi¨®n y catequesis, aunque se trate de realidades complementarias?.

Al parecer, todo tiende a la imposici¨®n del texto ¨²nico, idea cara a los obispos responsables, El¨ªas Yanes y Juan Manuel Estepa. Aunque, en teor¨ªa, las cuatro modalidades de edici¨®n son posibles, s¨®lo la ¨²ltima es viable en este momento. Seg¨²n fuentes cercanas a la misma comisi¨®n, este texto-tipo ya est¨¢ listo, con lo que s¨®lo se tratar¨ªa ?de que los editores digan s¨ª al proyecto del texto-tipo, retiren sus libros del mercado y acepten el consorcio con la jerarqu¨ªa?.