Las Brigadas Rojas intentan aprovechar la explosiva situaci¨®n de N¨¢poles
Las Brigadas Rojas italianas tratan de explotar en su beneficio el grave deterioro de la situaci¨®n social en N¨¢poles y su regi¨®n, abrumada por las consecuencias del pasado terremoto y el desempleo. Este es el objetivo perseguido con el secuestro del dirigente regional democristiano Ciro Cirillo.
Las Brigadas Rojas han enviado la primera foto del dirigente democristiano napolitano Ciro Cirillo secuestrado el pasado lunes despu¨¦s de haber asesinado a su ch¨®fer y al polic¨ªa de la escolta. Es la cl¨¢sica foto del ?prisionero del pueblo?, en mangas de camisa, las esposas en las manos y detr¨¢s la inconfundible estrella de cinco puntas, s¨ªmbolo de la primera organizaci¨®n terrorista de Italia. Junto con la foto de Ciro Cirillo, las Brigadas Rojas han enviado al diario napolitano Il Mattino un comunicado en el que explican las razones de los terroristas para el secuestro. Con el comunicado han entregado tambi¨¦n dos documentos ideol¨®gicos, de 140 p¨¢ginas cada uno, en los que se ponen de relieve todas las contradicciones sociales del Sur. Se pide que se expropien las casas deshabitadas para entregarlas a los ?proletarios sin techo? y proponen toda una serie de esl¨®ganes, como ?trabajar todos, trabajar menos?.
La polic¨ªa piensa que el cerebro de esta operaci¨®n, con la cual las Brigadas Rojas han decidido trasladarse desde las zonas industriales del Norte, donde hab¨ªan fracasado, a las zonas m¨¢s pobres y explotadas del Sur, es el catedr¨¢tico de Florencia Giovanni Senzani, que hab¨ªa sido tambi¨¦n la mente del secuestro del juez D'Urso en Roma. Senzani hab¨ªa trabajado tres a?os en un instituto profesional de Torre del Greco para estudiar la situaci¨®n napolitana. Es el lugar donde ha sido secuestrado el l¨ªder democristiano.
Cambio de estrategia
La importancia pol¨ªtica de este secuestro es elevada porque revela un cambio de estrategia de las Brigadas Rojas con una acci¨®n preparada detalladamente desde hace meses. Cirillo es un dirigente que durante m¨¢s de veinte a?os ha permanecido a la cabeza del grupo democristiano de mayor poder en la zona napolitana. Por eso, sus interrogatorios en la ?c¨¢rcel del pueblo? podr¨ªan ser muy peligrosos. El secuestro puede crear, adem¨¢s, grandes conflictos y tensiones de nuevo entre las fuerzas pol¨ªticas, ante la previsi¨®n de que los secuestradores pidan elevadas y concretas condiciones para su liberaci¨®n.Se teme la reacci¨®n de las 100.000 personas sin hogar de N¨¢poles y de las 140.000 que est¨¢n sin trabajo. Si, por una parte, el democristiano Ciro Cirillo era el responsable oficial de la reconstrucci¨®n despu¨¦s del terremoto y, por tanto, una persona ?temida, pero buscada?, por otra, los terroristas podr¨ªan instrumentalizar este secuestro para despertar entre los ?desesperados? absurdas ilusiones.
Por eso, el alcalde comunista de N¨¢poles ha participado inmediatamente en una manifestaci¨®n en contra de los terroristas y ha declarado que se trata de ?un ataque a la democracia?. El terrorismo desea pescar ahora en un mar ya muy agitado de una ciudad, como N¨¢poles, que, sobre todo despu¨¦s del terremoto, se ha convertido en un verdadero polvor¨ªn.
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