Dennis Hopper: "Cuando olvidemos las envidias, el cine ser¨¢ m¨¢s llevadero"
Se ha colocado un sombrero tejano para insistir en que es americano de pel¨ªcula. Cuando habla, sin embargo, se transforma en un hombre t¨ªmido que no tiene m¨¢s remedio que ser popular para continuar haciendo lo que le gusta: rodar pel¨ªculas. Tambi¨¦n le divierte beber whisky, como les ocurr¨ªa a casi todos los grandes del Hollywood cl¨¢sico. Dennis Hopper, que est¨¢ estos d¨ªas en Madrid, no forma parte, sin embargo, de clasicismo alguno, y precisamente por eso tiene los problemas que tiene: necesita convencer a productores distintos cada vez que quiere hacer una pel¨ªcula. Sobre el mundo del cine, Hopper es realista: las envidias,y los rencores impiden la felicidad necesaria.
Su carrera como director -de s¨®lo tres t¨ªtulos- no es precisamente un r¨¦cord tras la muy famosa Easy rider cometi¨® el error de realizar The last movie (la ¨²ltima pel¨ªcula), a¨²n no estrenada en Espa?a, y que, como la anterior, reflexionaba sobre la violencia establecida en la sociedad occidental, al tiempo que, en este caso, planteaba una teor¨ªa sobre el cine dentro del cine: indios mexicanos que ve¨ªan rodar una pel¨ªcula a los yanquis acababan haciendo la suya propia con la curiosa diferencia de que la violencia era ya real y no ficticia. Siete a?os despu¨¦s realiz¨® Ca¨ªdo del cielo, que ahora se presenta en Madrid.?No es f¨¢cil hacer cine contra el gusto de la gente, que prefiere tener en su casa un bodeg¨®n a un Goya o un Cezane?, dice Hopper: Degas, que pintaba bailarinas es, en cambio, Mucho m¨¢s oportuno para continuar los tonos del sof¨¢. No me refiero s¨®lo a Gente corriente, que es una pel¨ªcula que no he visto, sino a la gente corriente de verdad. S¨ª, efectivamente, hace diez a?os los productores pod¨ªan interesarse m¨¢s por un cine que reflejara la realidad. En cierto modo fue a consecuencia del boom de James Dean; pero habr¨ªa que preguntarse si ese ¨¦xito hubiera sido el mismo de no haberse muerto el actor. Ahora, sin necesidad de haber cambiado de sistema, lo que ocurre es que los distribuidores se empe?an en saber de antemano qu¨¦ es lo que va a opinar el p¨²blico antes de ver la pel¨ªcula, y la programan con fechas fijas de manera que, aunque ¨¦sta tenga ¨¦xito, el sistema, puede m¨¢s que el gusto de los espectadores?.
No es un problema de distribuidores, le decimos; tambi¨¦n los productores suelen lener criterios extra?os sobre el problema. Francis Ford Coppola, por ejemplo, cuando ha decidido producir pel¨ªculas, ha optado por directores europeos antes que por directores como Dennis Hopper.
?S¨ª, es cierto?, responde Hopper. Cuando Coppola rodaba su primera pel¨ªcula yo estaba haciendo The last movie. Coincid¨ªamos a la inversa en nuestro recorrido por el pa¨ªs. El, entonces, no tuvo ¨¦xito -era su primera pel¨ªcula, Llueve sobre mi coraz¨®n-, pero parece que ahora est¨¢ empe?ado en tenerlo, caiga quien caiga. Yo no soy una garant¨ªa, a pesar de, Easy rider. De cualquier forma, me parece que la profesi¨®n de cineasta significa tambi¨¦n la oportunidad de encontrar a la gente que sintonice contigo. Ahora mismo creo que la he encontrado para mi siguiente pel¨ªcula. Con Ford Coppola, del que soy un gran amigo personal, quiz¨¢ no he encontrado la forma ideal de comunicaci¨®n para el trabajo. Me parece que cuando olvidemos las envidias y los rencores, nuestra profesi¨®n ser¨¢ mucho m¨¢s llevadera?.
El amigo americano
Como actor, Dennis Hopper ha intervenido en muchas m¨¢s pel¨ªculas. El amigo americano, por ejemplo, le hizo muy conocido en nuestro pa¨ªs. Antes, y despu¨¦s, hab¨ªa actuado en t¨ªtulos que, ahora, con su estable car¨¢cter de actor de recursos, nos recuerda con todos los gestos sentimentales de su profesi¨®n. Incluso, en un arrebato, nos escenifica los distintos sistemas del Actor's Studio hasta el punto de alcanzar el llanto, gratuitamente, en nuestra presencia.?Los sistemas de interpretaci¨®n son todos importantes?, dice el actor, ?unos recurren a la emoci¨®n, otros a la relaci¨®n con los objetos... Lo que importa, finalmente, es tener talento. Como lo tenla Sames Dean, como lo tiene Brando, con quien no tuve ocasi¨®n de actuar directamente en Apocalypse now ya que nuestros decorados eran distintos... Como consecuencia quiz¨¢ de nuestro sistema de trabajo las pel¨ªculas son distintas a lag de Europa. Aqu¨ª, el filme de autor es m¨¢s normal; en nuestro caso, en cambio, es el filme de estudio el m¨¢s frecuente. Yo prefiero, sin. embargo, el primer m¨¦todo?.
?Ahora, por ejemplo, que he actuado en la ¨²ltima pel¨ªcula de Bigas Luna?, prosigue Hopper, ?considero la importancia que aqu¨ª se da al director como ¨²nico responsable de las pel¨ªculas.
Babelia
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