El bolet¨ªn, en castellano

Le felicito muy de veras, muy sentidamente, por el espl¨¦ndido editorial titulado ?Recelos anticatalanes?. Ese editorial va mucho m¨¢s all¨¢ del periodismo ?de consumo?; es una aut¨¦ntica lecci¨®n magistral de tolerancia, y la tolerancia es el alma mater de la democracia, de la convivencia y de la concordia.Estamos muy necesitados de espa?oles que nos hagan tomar conciencia de que los derechos ling¨¹¨ªsticos s¨®lo se pueden producir en un previo plano de deberes de tolerancia.

Yo, en Castilla, me siento castellano como Rusi?ol. Yo, en Catalu?a, me siento catal¨¢n como Guimer¨¢. Y esa amorosa adaptaci¨®n a los seres y a las cosas de Espa?a: es lo que me convierte en un espa?ol nuevo e integral de las venideras generaciones.

S¨®lo se puede amar aquello que se conoce. La vertebraci¨®n de Espa?a no se producir¨¢ con anfitriories hostiles ni con hu¨¦spedes ab in eternum. Una lengua no debe ser tina frontera espiritual; hay que superar la ignorancia que nos ?traumatiza? y nada de lo que ,existe en Espa?a ha de ser extra?o a los espa?oles.

La hermandad sin privilegios entre las culturas y lenguas ib¨¦ricas e hisp¨¢nicas puede construir la ?unidad superior? de una comunidad tricontinental, sancionada por la ?raza c¨®smica?. Y resulta curioso que estos grandes ideales de grandeza ecum¨¦nica hayan sido intuidos por el catal¨¢n Espriu y el mexicano Vasconcelos.

Le felicito, se?or Cebri¨¢n, por descubrirnos una nueva dimensi¨®n de la espa?olidad tolerante del pr¨®ximo futuro. Muchas gracias.