Diego Angulo: "Las obras robadas son bellas, pero no excepcionales"'

?Los calvarios de marfil, del siglo XVI o principios del XVII, son obras muy bellas pero no excepcionales?, es la valoraci¨®n que hace el catedr¨¢tico e historiador de arte Diego Angulo, de una de las principales piezas expoliadas en la Colegiata de Toro (Zamora).

?Probablemente ese calvario no sea espa?ol, sino italiano o flamenco?. a?ade. ?En toda Castilla floreci¨® durante el Renacimiento la pintura flamenca, sobre todo en Burgos, donde el comercio de lanas con los Pa¨ªses Bajos establec¨ªa un puente de intercambio: lanas castellanas por retablos flamencos?.? Pero estas obras no son exclusivas de esta regi¨®n. Se encuentran tambi¨¦n en Andaluc¨ªa y otras partes de Espa?a?, indica el historiador de arte. ?No ocurre lo mismo con las im¨¢genes g¨®ticas o rom¨¢nicas, por ejemplo, de las que no se puede hallar muestra en las provincias andaluzas, pues la etapa del rom¨¢nico y del g¨®tico estaba ya acabada cuando fueron conquistadas?.

?Tambi¨¦n la Virgen de la Mosca, perteneciente a la escuela de Gerard David, de Brujas, es una pieza singular y si los ladrones no se la han llevado es precisamente porque cualquier persona medianamente entendida en arte la reconocer¨ªa al instante?, comenta el profesor Angulo, quien alude asimismo a la existencia de una revista que se publica en Estados Unidos dedicada a reproducir los objetos de arte robados a colecciones particulares, museo o iglesias.

Sobre el conjunto del patrimonio art¨ªstico-sacro, que encierran estas provincias castellanas, Diego Angulo se remite al cat¨¢logo modelo realizado por Manuel G¨®mez Moreno, que comprende las de Le¨®n, Zamora y Salamanca, dentro del plan general de Cat¨¢logos Monumentales y Art¨ªsticos, cuya realizaci¨®n se asign¨® con resultados irregulares de diversos especialistas.

Al margen de esta primera estimaci¨®n aproximativa sobre el valor del bot¨ªn robado en la Colegiata de Toro, Diego Angulo se?ala: ?Es lamentable que se produzcan hechos de esta naturaleza, pero en cierta medida resulta comprensible, pues las iglesias que albergan muchas obras de arte carecen de los medios econ¨®micos para disponer de un adecuado servicio de seguridad y est¨¢n abiertas a todo el mundo?.