Dos guardias civiles, muertos en un atentado en la. localidad vizca¨ªna de Lemona
Dos guardias civiles resultaron muertos y un tercero herido menos grave en Lemona (Vizcaya), al ser alcanzado de lleno el veh¨ªculo que ocupaban por la carga de un potente artefacto, compuesto de diez kilos de Goma 2 y abundante metralla, que habla sido colocado a un lado de la carretera por la que aqu¨¦l circulaba formando parte de un convoy de escolta de una furgoneta que trasladaba material explosivo a la cantera de la localidad. El atentado se produjo pasadas las diez de la ma?ana, casi al pie de las instalaciones de la cantera Pe?a Lemona, situadas en el barrio de San Ignacio, a un kil¨®metro aproximadamente de la carretera nacional que une Bilbao con Vitoria.
El citado convoy estaba integrado por tres jeeps, con una dotaci¨®n de tres guardias civiles cada uno. Dos de ellos hab¨ªan acompa?ado a una camioneta con detonadores y a una furgoneta cargada con 450 kilos de Goma 2 hasta la entrada de la cantera, donde se descargaron cuatrocientos kilos. El tercer veh¨ªculo de la Guardia Civil permanec¨ªa a la expectativa, a unos trescientos metros de distancia, en el cruce de la carretera que conduce a la cantera.Cuando ya de regreso hacia Lemona, el convoy hab¨ªa recorrido escasamente cien metros, hizo explosi¨®n en la parte izquierda de la estrecha carretera un potente artefacto -que hab¨ªa sido camuflado en un mont¨ªculo de piedras-, cuya carga alcanz¨® de lleno, por el costado, a uno de los veh¨ªculos de la Guardia Civil que circulaba varios metros por detr¨¢s de la furgoneta cargada con cincuenta kilos de Goma 2, a la que preced¨ªa otro jeep. La explosi¨®n fue de tal magnitud que revent¨® pr¨¢cticamente el veh¨ªculo, que, lanzado varios metros por los aires, qued¨® volcado sobre la parte derecha. La metralla hab¨ªa perforado el Land Rover, como si de un colador se tratara.
Un tercer guardia herido
El conductor del Land Rover, el guardia civil Juan Jos¨¦ Olalla de la Flor, result¨® muerto en el acto, con importantes destrozos en la cabeza y cuerpo, producidos por la explosi¨®n y los impactos de la metralla. Baste decir que la gorra del mismo, acaso arrancada por la metralla, apareci¨® incrustada en un boquete presumiblemente producido por aqu¨¦llas en el techo. El guardia civil Manuel S¨¢nchez Borallo, que tambi¨¦n ocupaba el asiento delantero, con heridas similares al anterior, morir¨ªa minutos despu¨¦s del atentado. El tercer miembro de la dotaci¨®n, Anselmo Jim¨¦nez, que ocupaba la parte posterior del veh¨ªculo, qued¨® atrapado entre los restos del mismo, siendo necesario el uso de soplete para rescatarle. Trasladado al hospital de Cruces, de Bilbao, se le asistir¨ªa de heridas en las cejas y en las piernas de pron¨®stico reservado.
Aquilino Eguilleor y su hijo, que conduc¨ªan la furgoneta cargada de Goma 2, fueron las primeras personas que acudieron en auxilio de los guardias civiles. ?Escuchamos una terrible explosi¨®n que nos levant¨® del asiento, haci¨¦ndonos perder el control del veh¨ªculo, mientras una verdadera lluvia de piedras y polvo nos envolv¨ªa. Antes de que pudi¨¦ramos reaccionar escuchamos una segunda- de mucha menor potencia. En un primer momento pensamos que hab¨ªa reventado una de las cajas de explosivos que llev¨¢bamos o que hab¨ªa explosionado el -cargamento que acab¨¢bamos de dejar en la cantera?.
El ruido provocado por la explosi¨®n se escuch¨® en un radio de diez kil¨®metros, en tanto que la metralla y piedras del mont¨ªculo donde se enterr¨® el artefacto eran lanzadas a casi un millar de metros del lugar del atentado. La onda expansiva destroz¨® cristales de casas situadas a medio kil¨®metro.
Mientras efectivos de la Guardia Civil y UAR, con apoyo de un helic¨®ptero, rastreaban la zona, expertos en explosivos analizaban los restos del artefacto utilizado en el atentado. El mismo, que, seg¨²n las primeras impresiones, habr¨ªa sido accionado a distancia, estaba compuesto por unos diez kilos de Goma 2 y gran cantidad de tuercas y tornillos de catorce mil¨ªmetros, de los usados para ra¨ªles de v¨ªa f¨¦rrea. Seg¨²n estos expertos, el sistema empleado consiste en un recipiente de forma cil¨ªndrica o de embudo, que puede ser un cubo de pl¨¢stico utilizado para la limpieza. Los mismos especialistas creen que el explosivo habr¨ªa sido colocado en el fondo del balde, que se habr¨ªa rellenado de metralla. Orientado el mismo hacia la carretera, al encontrar resistencia en su base, debido al muro de piedra, la carga habr¨ªa salido disparada, como desde un ca?¨®n, hacia el objetivo. Para calcular el momento exacto de la explosi¨®n, los autores del atentado hab¨ªan previsto el paso del veh¨ªculo afectado por dos puntos de referencia (un bajo matorral existente en el mont¨ªculo de piedras y un poste del tendido el¨¦ctrico) situados en l¨ªnea recta.
Los artificieros encontrar¨ªan tambi¨¦n a unos diez inetros del lugar donde se encontraba el artefacto que hizo explosi¨®n una segunda carga, de aproximadamente un kilo de Goma 2, que habr¨ªa estallado, seg¨²n los primeros indicios, por simpat¨ªa o por efecto de la onda expansiva del primero.
La capilla ardiente de los dos guardias civiles v¨ªctimas del atentado qued¨® instalada en la tarde de ayer en la Comandancia de la Guardia Civil de Bilbao. El funeral est¨¢ previsto se celebre, a las diez de la ma?ana de hoy, en el Gobierno Civil de Vizcaya.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.