El Consejo Constitucional franc¨¦s todav¨ªa no ha hecho p¨²blicos los resultados oficiales de las elecciones

El presidente franc¨¦s en ejercicio, Val¨¦ry Giscard D'Estaing, desear¨ªa entregar los poderes al presidente electo, Fran?ois Mitterrand, el pr¨®ximo d¨ªa 19, pero este ¨²ltimo no ha manifestado su voluntad en espera de que el Consejo Constitucional haga oficiales los resultados del pasado d¨ªa 10. La prolongaci¨®n del interregno hace m¨¢s dif¨ªcil la defensa del franco. La preparaci¨®n de las elecciones legislativas del mes de junio inmediato centra la actividad pol¨ªtica. Tanto los comunistas como los sindicatos de izquierdas parecen dispuestos a no comprometer la acci¨®n del nuevo presidente de la Rep¨²blica.

La Constituci¨®n francesa no precisa con exactitud cu¨¢ndo termina el septenio de un presidente y cu¨¢ndo empieza el de su sucesor. De aqu¨ª que el pa¨ªs viva actualmente algo que semeja a un vac¨ªo de poder que pudiera dar lugar a malos entendidos e incluso a abusos por parte de quienes son a¨²n los responsables de la vida p¨²blica. Pero todo parece desarrollarse normalmente. Los portavoces del presidente Mitterrand no se quejan y los del presidente en funciones afirman que informan diaria y debidamente al primero sobre los asuntos de Estado.

Hip¨®tesis

Giscard manifest¨® ayer deseos de cederle la presidencia a Mitterrand el pr¨®ximo 19, d¨ªa en el que se cumplen los siete a?os justos de su elecci¨®n, en 1974. El Consejo Constitucional deber¨ªa anunciar este mismo viernes los resultados oficiales. En ese momento, Mitterrand podr¨¢ manifestarse o, en ¨²ltima instancia, ser¨ªa el organismo citado quien fijar¨ªa la fecha de su acceso a la magistratura suprema.Este par¨¦ntesis, en todo caso, multiplica las hip¨®tesis sobre la composici¨®n del primer Gobierno de Mitterrand, que mantiene el silencio que se ha impuesto hasta que no se instale en el palacio del El¨ªseo.

En ese primer Gabinete se con firm¨® ayer que no habr¨¢ ministros comunistas y se rumore¨® la posibilidad de un jefe de Gobierno ?pol¨ªtico?, que pudiera ser el diputado y alcalde de Lille, Pierre Mauroy, sin descartar al veterano socialista, alcalde de Marsella, Gaston Defferre, aunque este ¨²ltimo se perfila tambi¨¦n como un posible presidente de la Asamblea Nacional en el caso de que la izquierda consiga mayor¨ªa parlamentaria en las elecciones legislativas.

Estos comicios absorben la actividad pol¨ªtica. Jean Lecanuet, el presidente de la Uni¨®n por la Democracia Francesa (UDF) o de los denominados giscardianos, y el jefe de la Agrupaci¨®n por la Rep¨²blica (RPR), Jacques Chirac, firmaron un pacto electoral que les conduce a presentar el m¨¢ximo posible de candidatos ¨²nicos y les compromete a olvidar las querellas que les han separado hasta la derrota de Giscard.

Este ¨²ltimo parece quedar marginado por ahora, y Chirac, por el contrario, entiende jugar un papel protagonista en la campa?a electoral y, m¨¢s tarde, en la Asamblea Nacional. Pero sobre el futuro de Giscard, de Chirac, de la UDF y, m¨¢s generalmente, de la que a¨²n es la mayor¨ªa parlamentaria no se podr¨¢ emitir ning¨²n an¨¢lisis concienzudo hasta que los electores franceses se pronuncien los d¨ªas 21 y 28 de junio inmediato.

Tras veintitr¨¦s a?os de poder, y con un nuevo presidente que a¨²n no ha podido definirse, la media Francia perdedora no se ha repuesto ni ha programado su futuro.

El mundo del dinero

El ya evocado ?vac¨ªo de poder?, por otra parte, sirve para entrever la actitud de las componentes socioecon¨®micas ante el comienzo de un septenio que, m¨¢s o menos ampliamente, significar¨¢ un cambio profundo en la sociedad francesa. Los sindicatos se manifiestan moderados, principalmente la Confederaci¨®n General de los Trabajadores (CGT), de tendencia comunista, as¨ª como el propio PCF.La otra gran central obrera, la Confederaci¨®n Francesa Democr¨¢tica del Trabajo (FDT), m¨¢s pr¨®xima a los socialistas, present¨® ayer sus primeras y moderadas reivindicaciones: 10% de aumento del salarlo m¨ªnimo y la semana de 35 horas en el plazo de los cinco pr¨®ximos a?os.

El sector econ¨®mico-financiero tambi¨¦n da la impresi¨®n de observar un comp¨¢s de espera hasta los comicios legislativos, pero el nerviosismo es un hecho.