OTAN y la seguridad nacional
El debate sobre el s¨ª o el no a la OTAN puede tener varias formas de afrontarlo, pero hay una pregunta previa imprescindible: ?Qu¨¦ aporta a la seguridad nacional la incorporaci¨®n de Espa?a a la OTAN? De ella se van a derivar dos conclusiones inmediatas, una militar -digamos seguridad f¨ªsica-, y otra pol¨ªtica -digamos seguridad moral.?Es Espa?a un pa¨ªs seguro desde el punto de vista internacional? Creo que no hay m¨¢s que respuestas relativas, por lo que la pregunta habr¨ªa que replantearla as¨ª: ?Es Espa?a m¨¢s o menos segura desde el punto de vista internacional comparada con otros pa¨ªses de su entorno? La respuesta es: menos.
Espa?a es el ¨²nico pa¨ªs de Europa que tiene cinco riesgos distintos derivados de situaciones - espec¨ªfi cas de origen militar: un riesgo son las bases americanas; otro, la base brit¨¢nica de Gibraltar; el tercero, la presencia espa?ola en el norte de Africa; el cuarto -potencial-, la incorporaci¨®n a la OTAN, y el ¨²ltimo y obvio, el derivado de la propia potencia b¨¦lica espa?ola en marcada en un bloque pol¨ªtico concreto. Pienso que se trata de un caso ¨²nico en el mundo y, desde luego, en Europa. Adem¨¢s, lo curioso de todo esto que uno de estos riesgos -el que representa nuestra presencia en el norte de Africa- es un riesgo netamente espa?ol que no logramos que comparta ni una sola de las alianzas militares en presencia o potenciales. Hay en alg¨²n punto un cohete que apunta al suelo espa?ol, pero no a Espa?a, para destruir determinado potencial militar de otros. Por supuesto que hablaremos de amistades y alianzas, pero luego; primero, de la cruda realidad militar. Espa?a se est¨¢ lanzando con sorprendente alegr¨ªa a unos pactos, o bien a soportar unas situaciones, que se han valorado muy poco desde el punto de la seguridad nacional. Corremos el riesgo de ser el pa¨ªs con m¨¢s variados escenarios b¨¦licos sobre nuestra superficie. ?Son iguales los intereses espa?oles en general, y los correspondientes a Ceuta y Melilla en particular; a los intereses brit¨¢nicos en Gibraltar, o los americanos en Rota, o los alemanes en una hipot¨¦tica incorporaci¨®n espa?ola a la OTAN? Lo m¨ªnimo que hay que pedir al Gobierno es que clarifique y racionalice los riesgos -inevitables- que haya de correr Espa?a en pro de su seguridad.
Crisis de tecnolog¨ªa militar occidental
Un segundo aspecto a analizar es la situaci¨®n concreta del escenario militar europeo occidental. En estos momentos, la OTAN, como concepci¨®n de defensa europea, est¨¢ en crisis; una crisis esencialmente de tecnolog¨ªa militar. (En pol¨ªtica, la tecnolog¨ªa de la guerra nunca ha dejado de ser una pieza fundamental). Europa ha tenido un paraguas b¨¦lico de primera categor¨ªa facilitado por el miedo de Estados Unidos a la tercera guerra mundial: un ataque sovi¨¦tico a Europa ser¨¢ el principio del choque final, con intervenci¨®n imprescindible de Estados Unidos. Pero la aparici¨®n de las armas nucleares de alcance medio cambia el panorama. Ahora ser¨ªa posible un choque -incluso nuclear- en Europa, sin participaci¨®n definitiva- de Estados Unidos. Los europeos intentan por todos los medios avanzar en dos l¨ªneas de trabajo: la primera, evitar la instalaci¨®n en sus respectivos territorios de cohetes de alcance medio; la segunda, forzar a la Administraci¨®n Reagan a la negociaci¨®n urgente con Breznev para reducir la tensi¨®n entre los bloques-. La realidad es que la OTAN original est¨¢ en crisis por la falta de confianza de los europeos en la identificaci¨®n americana con su problema de supervivencia, dada, la nueva tecnolog¨ªa de la guerra. Cada d¨ªa Estados Unidos y la URSS tienen una capacidad mayor de consolidar la teor¨ªa de las dos guerras. una, la total entre ambos (quiz¨¢ con el espacio como punto de partida); otra, todas las dem¨¢s, incluida la europea. Y precisamente en este escenario militar-pol¨ªtico, el Gobierno plantea la incorporaci¨®n a la OTAN.
Cabeza de puente de Europa
Pero, ?qu¨¦ aporta Espa?a a la OTAN? Hay algunos que han llegado a plantear, por ejemplo , la importancia potencial de la Divisi¨®n Acorazada en el Rin. Estimo que militarmente es falso. La primera l¨ªnea de la OTAN est¨¢ correctamente cubierta y no necesita refuerzos que plantean complica ciones de estado mayor mucho m¨¢s complejos que los meramente de transporte. La gran aportaci¨®n militar espa?ola a la OTAN, en particular, y a la defensa occidental, en general, es log¨ªstica. Espa?a es la plataforma ideal para dos finalidades, la potenciaci¨®n de un frente en profundidad a los ej¨¦rcitos del Rin (principalmente a los alemanes), y la consolidaci¨®n de la gran cabeza de puente para la segunda oleada en caso de reconquista del escenario europeo. No es cuesti¨®n el que se instalen esos cohetes de alcance medio que crispan a otros aliados ot¨¢nicos, no. Basta que Espa?a aporte una infraestructura de aeropuertos y de fuerzas navales capaces de proteger y recoger a las fuerzas en retirada o a- los refuerzos en contrataque. Primac¨ªa a la Marina y a su infraestructura con un cierto complemento a¨¦reo. El resto tendr¨ªan una importancia infinitamente menor. La figura definitoria ser¨ªa la base de Rota, base que ya existe y que no a?adir¨ªa l¨®gicamente nada a la defensa occidental caso de una entrada de Espa?a en la OTAN.
Poco a poco se va viendo la desnuda verdad de la entrada de Espa?a en la OTAN.No es un tema militar, es esencialmente pol¨ªtico. Estados Unidos busca un triunfo internacional sobre la URSS, al lograr que se incorpore alg¨²n pa¨ªs a un pacto militar que nunca ha a?adido a nadie desde sus a?os iniciales. Ser¨ªa un refuerzo a la idea de lucha a cualquier coste que ya est¨¢ en crisis a todo lo largo y ancho del continente europeo. Tecnolog¨ªa b¨¦lica y situaci¨®n pol¨ªtica est¨¢n cada d¨ªa m¨¢s interrelacionados. Podr¨ªa ocurrir que Espa?a entrase en la OTAN el mismo d¨ªa en que la tensi¨®n internacional empezaba a declinar, en que Breznev y Reagan pactaban de nuevo en una capital neutral, en que Europa abr¨ªa caminos a su identidad pol¨ªtico-militar, y, lo que es m¨¢s curioso, que resultase que organiz¨¢bamos un apoyo militar a una Europa a la que no pertenec¨ªamos en lo econ¨®mico. Ser¨ªa algo as¨ª como construir la muralla y las aspilleras y luego dise?ar la ciudad.
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