A sus 100 a?os, Laura Santos nunca ha tenido un carn¨¦ de identidad
Para Laura Santos, o de la Cruz -a punto de cumplir cien a?os-, el gran milagro del patr¨®n de Madrid, san Isidro -cuya festividad acaba de celebrarse-, ser¨ªa el reconocimiento oficial de su madrile?ismo. Do?a Laura persigue denodadamente desde el final de la guerra civil un documento oficial que le otorgue, antes de cumplir cien a?os el pr¨®ximo 14 de septiembre, plenos derechos ciudadanos y le garantice una pensi¨®n modesta ?para seguir viviendo los a?os que Dios nos d¨¦ de vida?.La historia de do?a Laura Santos, o de la Cruz, que a¨²n no se ha aclarado el embrollo de sus apellidos, se inici¨® cuando el 14 de septiembre de 1881 las monjas de la inclusa de Madrid se hicieron cargo de una ni?a, que se supon¨ªa hija de Julia Santos y de padre desconocido. Al parecer, Julia tambi¨¦n hab¨ªa sido entregada reci¨¦n nacida en el mismo establecimiento ben¨¦fico. Las monjas hicieron bautizar, el d¨ªa 15 de aquel septiembre de 1881, a Laura en la parroquia de San Cayetano, en Embajadores, pero se negaron a inscribir a la ni?a en el registro civil por considerar que ?aquello no era cosa de buenos cat¨®licos?. Do?a Laura, con su partida de bautismo en la mano, se ?cas¨® por lo bien? en J¨®car (Guadalajara), dotada por una familia que la hab¨ªa acogido. Y tuvo cuatro hijos. Eleuterio Castillo Santos, el mayor, militante de UGT, muri¨® en la guerra poco despu¨¦s que el marido. Anselma, que ahora cuenta con 71 a?os, cuida a su madre, que vive un piso m¨¢s arriba en una casa antigua del barrio de Tetu¨¢n. ?No crea usted que mi madre no ha trabajado?, dice Anselma, ?y nos ha sacado a todos adelante?.
Hasta hace siete a?os, do?a Laura se dedic¨® a la recogida de basuras, pero la busca se puso dif¨ªcil con la generalizaci¨®n del correspondiente servicio municipal. Ahora, la casi centenaria se ve obligada a guardar reposo y vive de lo que le pasan sus dos hijas supervivientes, sus cuatro nietos y sus nueve bisnietos.
Al concluir la guerra civil, el Ayuntamiento de Madrid le facilit¨® un carn¨¦ especial para que pudiera tener derecho a una ayuda econ¨®mica, pero, seg¨²n Anselma ?el dinero s¨®lo lleg¨® tres meses?.Desde entonces, do?a Laura y sus hijas se lanzaron a un rastreo de archivos municipales a la b¨²squeda de alg¨²n dato que certificase su verdadera filiaci¨®n. Los a?os de pesquisas resultaron infructuosos En las comisar¨ªas de polic¨ªa han respondido sistem¨¢ticamente a do?a Laura que la obtenci¨®n del carn¨¦ de identidad depende de la presentaci¨®n de su partida de nacimiento, como es obvio, y en la Seguridad Social hacen depender pensi¨®n y asistencia m¨¦dica de los documentos anteriores.
El asunto ha pasado a los abogados. Pero los recursos legales no parecen f¨¢ciles. Ahora se ha abierto un proceso contra la Administraci¨®n y se pide para do?a Laura que se le aplique la circular de 29 de octubre del a?o pasado, correspondiente a la Direcci¨®n General del Registro y Notariado que regula la ?inscripci¨®n fuera de plazo?, una disposici¨®n orientada a facilitar a los gitanos la inserci¨®n en la sociedad paya. Para esta centenaria madrile?a, recibir el carn¨¦ de identidad ser¨ªa, dice su familia, tener resuelto el problema de toda su vida.
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