La imaginaci¨®n llega al poder en Francia de manos del gabinete nombrado por el primer ministro de Mitterrand

En la ma?ana de hoy, domingo, el presidente franc¨¦s, Fran?ois Mitterrand, celebrar¨¢ la primera reuni¨®n internacional de su septenio con el canciller germanooccidental, Helmut Schmidt, que, de vuelta de Washington, donde se entrevist¨® con el presidente Ronald Reagan, efect¨²a una escala en Par¨ªs, invitado por el presidente galo. El primer Gobierno socialista, dirigido por Pierre Mauroy, no es objeto de cr¨ªticas notables por la nueva oposici¨®n y, en general, se dice de ¨¦l que entra?a una significaci¨®n particular: la prudencia. Las pr¨®ximas elecciones legislativas de los d¨ªas 14 y 21 del mes de junio ocupan todo el tiempo de los partidos pol¨ªticos, y tambi¨¦n del Gobierno Mauroy, ya que el primer objetivo de este Gabinete es el de ganar las elecciones.

?La imaginaci¨®n ha llegado al poder?, dijo ayer el primer ministro Mauroy. Aquel lema exultante y ut¨®pico d las barricadas de 1968 se ha hecho carne y hueso justo trece a?os despu¨¦s, pero no por la v¨ªa revolucionaria, sino por la constitucional. Toda la diferencia, todos los matices, todas las ventajas o desventajas, est¨¢n resumidas en esa diferencia de m¨¦todo. No en vano Conh Bendit, el esp¨ªritu santo de aquella algarada revolucionaria, trepaba por la veintena, y Mauroy, hoy, ya ha cumplido 52 a?os.El primer ministro as¨ª lo manifest¨®. tras dar a conocer su Gobierno, en su primer contacto con la Prensa, totalmente informal, inconcebible con su antecesor, el profesor Raymond Barre. Y, adem¨¢s de la ?imaginaci¨®n?, Mauroy a?adi¨® que la pol¨ªtica de su equipo se caracterizar¨ªa por ?el rigor?. Y, gen¨¦ricamente, concluy¨®, ?se acabaron las frivolidades y los gastos superfluos?. Los ministros, en la medida de lo posible, deben usar su coche particular, ?y a trabajar?, dijo Mauroy.

Ante estos primeros indicios del ?cambio?, o de ?la otra pol¨ªtica? que pretende encarnar Mitterrand, con sus 43 flamantes ministros y con las creaciones o modificaciones de la estructura gubernamental, los franceses esperan ?a ver qu¨¦ pasa?: la izquierda socialista, ilusionada; la derecha, vencida el pasado d¨ªa 10, con cierto escepticismo, y los comunistas, resignados. El baj¨®n del electorado del Partido Comunista Franc¨¦s (PCF) en los comicios presidenciales los ha acoquinado pr¨¢cticamente. Ayer advirtieron: ?Tomarnos nota de que no figura ning¨²n comunista en el Gobierno?, pero sin m¨¢s. Su ¨²nica preocupaci¨®n consiste en recuperar los votos perdidos e pr¨®ximo mes de junio.

Los nuevos hombres que van a dirigir Francia inspiran comentarios serenos. Las grandes figuras del partido socialista est¨¢n todas en el equipo Mauroy. Un diario independiente escrib¨ªa ayer, por ejemplo: ?Con Mauroy entran en Matignon el valor, la honestidad, la seriedad. Con Delors, entran en las finanzas la competencia, el rigor, la sangre fr¨ªa. Y tanto el uno como el otro y como todo el Gabinete; merecen una calificaci¨®n gen¨¦rica: la sensatez. Pero este homenaje objetivo no quiere decir que vayamos a estar de acuerdo necesariamente con su pol¨ªtica?. El tono m¨¢s general del momento es ¨¦se, en espera de los hechos que, de todas maneras, no ser¨¢n decisivos hasta que el resultado de los comicios legislativos configure el rostro de la nueva Asamblea.

Las reformas e innovaciones de algunos ministerios, o la creaci¨®n de otros, parecen responder a la otra pol¨ªtica mitterranista y se han acogido con expectaci¨®n.

En primer lugar, las creaciones: el Ministerio de Solidaridad Nacional, encargado a una de las seis mujeres que figuran en el Gobierno, Nicole Questiaux, englobar¨¢ todas las cuestiones referentes a la seguridad social, a los ancianos y a la familia, y cada uno de estos sectores ser¨¢ dirigido por un secretario de Estado. El Ministerio del Ocio se sit¨²a en el marco y en las perspectivas de lo que se denomina la calidad de la vida: los horarios de trabajo, que tienden a reducirse, y el n¨²mero creciente de retirados. El mar ha sido privilegiado, por primera vez, con una cartera ministerial y nadie emite cr¨ªticas.

Las reformas estructurales m¨¢s significativas son las que afectan al Quai (Ministerio de Exteriores) y a la cartera de Interior y Descentralizaci¨®n. El cambio de nombre, Ministerio de Relaciones Exteriores y no de Asuntos Exteriores, significa pol¨ªticamente que esta cartera refuerza su especificidad de coordinadora del conjunto de relaciones de Francia con el mundo. Por ello, su titular, Claude Chaysson, contar¨¢ con dos ministros m¨¢s. Uno dedicado a los asuntos europeos, y el otro, a los relacionados con la cooperaci¨®n. La descentralizaci¨®n encomendada a Gaston Defferre, en Interior, y al ministro del Plan, Michel Rocard, constituyen un estreno en el pa¨ªs del jacobinismo.