Los secuestradores del Banco Central llegaron a un acuerdo para rendirse a mediod¨ªa de ayer
Al mediod¨ªa de ayer los secuestradores que reten¨ªan entonces a un centenar de empleados y clientes del Banco Central, en la sede principal de ¨¦ste en Barcelona, accedieron a rendirse, seg¨²n informaron a este diario fuentes del grupo operativo que dirig¨ªa las acciones policiales. Los asaltantes precisaron en las negociaciones telef¨®nicas que se rendir¨ªan despu¨¦s de comer y tras tomarse -textualmente- un tiempo de ?relax?. La direcci¨®n del grupo operativo, instalado en el Banco de Bilbao, en la misma plaza de Catalu?a, concert¨® por tel¨¦fono con los asaltantes la forma de rendici¨®n. Esta deb¨ªa llevarse a cabo en la puerta del banco asaltado. Los secuestradores abandonar¨ªan las armas en la acera, antes de entrar en un autob¨²s de la polic¨ªa que a continuaci¨®n, precedido y seguido de sendas camionetas de los GEO, se dirigir¨ªa a la Jefatura Superior de Polic¨ªa de Barcelona. En cambio, los rehenes permanecer¨ªan dentro del banco, donde la polic¨ªa les tomar¨ªa declaraci¨®n para despu¨¦s salir en peque?os grupos.
A primeras horas de la tarde lleg¨® a las cercan¨ªas de la sede del grupo operativo un autob¨²s de la polic¨ªa. Se trataba del que iba ser utilizado para el traslado de los asaltantes, ya rendidos, a las dependencias policiales.Sobre las siete de la tarde, las mismas fuentes oficiales que indicaron la existencia del acuerdo de rendici¨®n precisaron que la situaci¨®n se hab¨ªa complicado. Seg¨²n las fuentes un grupo de unos ocho asaltantes no estaba dispuesto a rendirse, sino que deseaba resistir o bien intentar huir.
Esta ¨²ltima posibilidad es la que las fuentes informantes consideraban m¨¢s probable. Se tem¨ªa en particular que al anochecer los asaltantes intentasen salir desarmados, junto con los rehenes y con la pretensi¨®n de escapar al cerco policial. Por ello. ¨¦ste fue reforzado y pas¨® a estar compuesto por dos compa?¨ªas (unos 250 hombres), al tiempo que era solicitado el env¨ªo de una compa?¨ªa suplementaria de la Polic¨ªa Nacional desde Valencia. Esta ¨²ltima lleg¨® sobre las 8.30 horas.
A lo largo de toda la tarde fueron liberados diversos grupos de rehe nes, cada vez mayores. A las siete de la tarde se encontraban dentro del banco unos sesenta rehenes. Se esperaba que poco despu¨¦s hubiese nuevas liberaciones.
Negociaciones con los secuestradores
Al mediod¨ªa el director general de la Polic¨ªa, Jos¨¦ Luis Fern¨¢ndez Dopico. y el delegado general del Gobierno en Catalu?a, Juan Jos¨¦ Rovira, se dirigieron a la puerta del Banco Central con, el fin de negociar con los secuestradores. Antes de entrar fueron cacheados por un empleado del banco que era apuntado con una pistola por un secuestrador desde el dintel de la puerta. Los negociadores permanecieron media hora dentro de la sede bancaria.Posteriormente se supo que los representantes del Gobierno reiteraron su decidida voluntad de impedir la huida de los secuestradores. Indicaron que la ¨²nica posibilidad era una rendici¨®n total.
Poco despu¨¦s de salir los negociadores miembros de la Cruz Roja enviaron el almuerzo para secuestrados y secuestradores. El prime plato era consom¨¦. Para la entrega de la comida uno de los secuestradores sali¨® fuera del banco ampar¨¢ndose en el cuerpo de un empleado al que ten¨ªa sujeto, al tiempo que le apoyaba una pistola de grueso calibre en la nuca o en la sien. El secuestrador llevaba una capucha o pasamonta?as de color oscuro y era absolutamente imposible apreciar ninguna facci¨®n de su rostro. Parec¨ªa joven.
A primeras horas de la tarde una emisora local barcelonesa entr¨® en contacto telef¨®nico con el Banco Central. Fue le¨ªdo un comunicado de los secuestrados en el que, de forma incomprensible y sorprendente, se daba: una versi¨®n escandalosamente ben¨¦vola de la actitud de los terroristas, que hab¨ªan asaltado el banco. A continuaci¨®n habl¨® el desconocido ?n¨²mero uno? que dirig¨ªa a los asaltantes. Este confirm¨® que, como se indicaba ya en la edici¨®n de ayer, los secuestradores est¨¢n divididos en tres comandos de ocho hombres cada uno. El texto de estas declaraciones aparece en extracto en la edici¨®n de este peri¨®dico.
La falta de informaci¨®n oficial, la incre¨ªble declaraci¨®n de los secuestrados, llena de benevolencia hacia los secuestradores, y las declaraciones del jefe terrorista crearon una reacci¨®n muy favorable a las peticiones de los secuestradores entre los familiares de los secuestrados.
Fracas¨® el golpe
De las manifestaciones del ?n¨²mero uno? cabe destacar la alusi¨®n al ?fracaso del golpe?, y el hecho que solamente se solicitara un avi¨®n para abandonar el pa¨ªs, renunciaron, pues, a las anteriores exigencias de liberaci¨®n de cuatro implicados en el golpe de Estado del 23 de febrero.Sobre las seis de la tarde, los periodistas fueron autorizados a entrar en el Banco de Bilbao, donde hab¨ªa montado su puesto de mando el grupo Operativo. En unas breves declaraciones del delegado del Gobierno en Catalu?a, Juan Jos¨¦ Rovira Tarazona se solicit¨® que se comprendieran las razones del silencio que hab¨ªa caracterizado todas las acciones policiales. Agreg¨® que esperaba un feliz desenlace pronto y que, una vez llevado a cabo ¨¦ste, facilitar¨ªa todo tipo de detalles respecto al desarrollo de los hechos.
El delegado del Gobierno manifest¨® que se desconoc¨ªa la filiaci¨®n de todos y cada uno de los asaltantes, pese a que diversas fuentes hab¨ªan indicado que uno de los mismos pudiese ser el capit¨¢n S¨¢nchez Valiente, implicado directamente en la toma del Parlamento el pasado 23 de febrero y posteriormente huido a Gran Breta?a.
Adem¨¢s de la ignorancia respecto a la afiliaci¨®n de los asaltantes destacaba el hecho de que el acto terrorista careciese de todo tipo de apoyos conocidos, y que, por otro lado, no hubiese generado ninguna acci¨®n complementaria de orden m¨¢s general.
Declaraciones de Cordech
?Los contactos con los asaltantes son progresivamente positivos. Me parece que ellos son ya conscientes de que se han equivocado?, afirm¨®, por su parte, el gobernador civil de Barcelona, quien insisti¨® en que los muchos contactos que se mantienen con los asaltantes indican que el momento es bueno y que se avanza sustancialmente. ?Se ha rebajado?, dijo, ?el clima de tensi¨®n y parece que est¨¢ empezando a imperar el sentido com¨²n?.Al referirse a los rehenes que a¨²n continuaban en poder de los asaltantes, Cordech indic¨® que constitu¨ªan un grav¨ªsimo problema que hab¨ªa que intentar resolver cuanto antes.
Por otra parte, el gobernador se refiri¨® a los muchos centenares de barceloneses que siguen los acontecimientos desde las proximidades del banco, y dijo que constitu¨ªan ?un elemento negativo?. En este sentido, dio a entender que los asaltantes pod¨ªan interpretar tal presencia como una muestra de apoyo a su actitud.
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