Pel¨ªculas esperadas

Cercanos ya a la entrega de los premios finales, la aparici¨®n de las obras del polaco Zulawski (realizada en coproducci¨®n francoalemana) y del yugoslavo Makavejev (producci¨®n sueca) crean nuevas perspectivas, sobre todo en lo que a Zulawski se refiere. Su pel¨ªcula Posesi¨®n es una de las m¨¢s extra?as y seductoras de las aqu¨ª vistas y que, desde luego, merece una contemplaci¨®n m¨¢s serena de la que es posible en estos d¨ªas de festival. Partiendo de la t¨®pica historia de un matrimonio que se separa, porque ella decide plantearse una nueva vida -en este caso un nuevo amante-, Zulawski -director, entre otras, de Lo importante es amar, estrenada en Espa?a con ¨¦xito hace cinco a?os- se plantea una reflexi¨®n metaf¨ªsica sobre el bien y el mal, que seinspira, al menos en sus inquietantes im¨¢genes, en lo mejor de Bu?uel, Polanski y Bertolucci. En una conversi¨®n con el autor que publicaremos ma?ana habr¨¢ ocasi¨®n de matizar mejor su trabajo, claro candidato junto a los de Boorman, Wajda y, probablemente, La Cabani a los grandes premios del palmar¨¦s.Aquello no puede decirse de Montenegro, de Dusan Makavejev, de quien acaba de estrenarse en Espa?a su m¨ªtica, y prohibida, pel¨ªcula Los misterios del organismo. Partiendo tambi¨¦n de la situaci¨®n de una mujer casada y aburrida de su marido, el director yugoslavo se encamina por la comedia astracanada, defendiendo, sin duda, el derecho a la libertad de esa mujer, pero cayendo al menos en ocasiones en un humor tan rudimentario, que resulta f¨¢cilmente previsible. Tan previsible, que incluso uno de los personajes de la pel¨ªcula lo declara al principio: ?Parece que estamos dentro de una pel¨ªcula de la que se sabe todo antes de que ocurra?. Ingeniosidad celebrada por el p¨²blico, pero no justificadora de la pel¨ªcula. Montenegro, como la pel¨ªcula de Berlanga, ha desengrasado un poco el ambiente de pel¨ªculas serias de este festival; pero no basta, generalmente, con las intenciones.

La suerte de esta Cannes ya est¨¢ echada. Nadie conf¨ªa en que la pel¨ªcula de Claude Lelouch, ¨²ltima de las que aparecen en competici¨®n, var¨ªe las previsiones. Sobre todo porque sus tres horas y pico de proyecci¨®n son juzgadas por los asistentes al festival como un esfuerzo excesivo a estas alturas.

El jurado ya tiene hechas sus quinielas en Cannes, lo mismo que el p¨²blico e igual que la cr¨ªtica, pero nadie se atreve a revelar el orden en que ha rellenado sus casillas.