Una teor¨ªa sobre la g¨¦nesis de El Escorial, en la ¨²ltima lecci¨®n del profesor Chueca Goitia

?El monasterio de El Escorial no se puede atribuir a ning¨²n arquitecto. Una obra de su magnitud y caracter¨ªsticas destila su propio estilo, y el estilo escurialense no surgi¨® como proyecto en una mente de la ¨¦poca, sino que se fue generando a medida que se constru¨ªa?. Esta hip¨®tesis sobre la g¨¦nesis del monasterio de El Escorial fue una de las ideas claves de la lecci¨®n magistral que pronunci¨® ayer Fernando Chueca Goitia en la Escuela T¨¦cnica Superior de Arquitectura de Madrid, de cuya c¨¢tedra de Historia de la Arquitectura acaba de jubilarse despu¨¦s de m¨¢s de veinte a?os de docencia.

?Formalmente, El Escorial es resultado de la pugna entre el mundo medieval y el renacentista, que impone su visi¨®n idealista y platonizante?, se?al¨® el profesor Chueca Goitia. ?Precisamente en ello reside la autonom¨ªa escurialense: un edificio pr¨¢ctico y est¨¦tico, a la vez funcional e ideal; una supuesta imagen del templo de Salom¨®n, seg¨²n las profec¨ªas de Ezequiel, y un monasterio medieval como los de Cluny o los de Cister?.

En esta doble proyecci¨®n pr¨¢ctica y simb¨®lica del monasterio de El Escorial, el conferenciante resalt¨® la influencia de la mentalidad de Felipe II, quien, pese a su acendrado catolicismo, ?cre¨ªa en la predestinaci¨®n y en la fuerza del destino, como demuestran los hor¨®scopos que mand¨® hacer en las diversas encrucijadas decisivas de su reinado?.

?El Rey deseaba que su monumento m¨¢s significativo reuniera la condici¨®n de templo, convento y palacio?. apunt¨® el conferenciante, ?y estos son los elementos b¨¢sicos de su composici¨®n. Junto al pante¨®n real y la biblioteca, constituyen el eje presidencial que ordena la estructura del conjunto?.

El profesor Chueca Goitia analiz¨® detalladamente la fachada m¨¢s popular del monasterio, la orientada a mediod¨ªa, sobre el jard¨ªn de los frailes, as¨ª como la de la bas¨ªlica, ?art¨ªsticamente poco lograda pero de gran repercusi¨®n en la arquitectura sacra espa?ola?. Destac¨® tambi¨¦n la huella de Flandes, visible en las cubiertas de tipo n¨®rdico que cubren las diversas construcciones que forman el monasterio.

Con una referencia a la veneraci¨®n que sent¨ªa Miguel de Unamuno por la obra de Herrera, termin¨® el profesor Chueca su ¨²ltima lecci¨®n acad¨¦mica, ilustrada con la proyecci¨®n de diapositivas, a la que asisti¨® un numeroso p¨²blico entre estudiantes de la Escuela, amigos y personalidades del mundo del arte y de la cultura.

El cambio radical que ha experimentado la ense?anza de la Historia de la Arquitectura es el aspecto m¨¢s notable que destaca Fernando Chueca Goitia en su larga experiencia docente, acumulada en tres vertientes como catedr¨¢tico de Historia de las Artes Pl¨¢sticas, de Historia de la Arquitectura y de Teor¨ªa y T¨¦cnicas de la Restauraci¨®n.

?Como profesor de esta Escuela he vivido ¨¦pocas muy satisfactorias, cuando las clases contaban con pocos alumnos y pod¨ªa trabajar en estrecha relaci¨®n con ellos?, recuerda el profesor Chueca al borde de su jubilaci¨®n. ?Despu¨¦s vinieron tiempos m¨¢s duros, con clases de m¨¢s de trescientos alumnos que se convert¨ªan en una especie de mitin. En los ¨²ltimos a?os las cosas han mejorado bastante y, sobre todo, se ha producido un cambio total en los criterios de ense?anza de la Historia de la Arquitectura, cambio en el que creo haber tenido un papel importante?.

?Antes, la ense?anza de la Historia de la Arquitectura era de tipo positivista, una mera relaci¨®n de datos, pero hoy se le da un enfoque socioecon¨®mico que aborda el contexto global en el que se produce un estilo o una obra de arte. Tambi¨¦n en el campo de la est¨¦tica se ha abandonado la tendencia formalista, para centrarse en los contenidos simb¨®licos?, explica el profesor Chueca Goitia.

Fernando Chueca Goitia naci¨® y estudi¨® Arquitectura en Madrid, donde termin¨® la carrera en 1936, para especializarse en la Universidad de Columbia (Estados Unidos). Adem¨¢s de las tres c¨¢tedras mencionadas, ocupadas por oposici¨®n, en 1958 fue nombrado director del Museo Espa?ol de Arte Contempor¨¢neo y es acad¨¦mico de diversas academias.

Miembro del Cuerpo de Consejeros del Patrimonio Nacional, adscrito a la Casa Real, ostenta desde 1978 el cargo de presidente del Instituto de Espa?a y, desde 1979, es presidente del Ateneo de Madrid.

A lo largo de su carrera, Fernando Chueca Goitia ha obtenido m¨¢s de una decena de premios y ha publicado alrededor de treinta estudios, algunos de ellos tan conocidos como Historia del urbanismo o Madrid, ciudad con vocaci¨®n de capital.