Veinte meses de populismo contradictorio
Pol¨ªtico casi desconocido incluso en su pa¨ªs hasta hace dos a?os, Jaime Rold¨®s lleg¨® a la presidencia por una carambola hist¨®rica. Los militares que hab¨ªan ocupado el poder durante nueve a?os odiaban tanto a Assad Bucaram, l¨ªder indiscutido de la Concentraci¨®n de Fuerzas Populares (CFP), que impusieron como condici¨®n para aspirar a la presidencia que los padres de los candidatos hubieran nacido en Ecuador.El padre de Bucaram era liban¨¦s y la CFP tuvo que improvisar un candidato de repuesto. Nadie mejor que el yerno del l¨ªder, Jaime Rold¨®s, un joven abogado de probada fidelidad al m¨¢ximo dirigente de su partido. El lema de su campa?a electoral fue ?Rold¨®s a la presidencia, Bucaram al poder?.
El abogado de Guayaquil, ciudad en la que naci¨® el 5 de noviembre de 1940, se inici¨® en la pol¨ªtica como presidente de la Federaci¨®n de Estudiantes Un?versitarios, y en 1968 fue elegido diputado por la CFP, esca?o que mantuvo dos a?os despu¨¦s. Intervino activamente en los debates de la Constituci¨®n de 1978, que dio paso a las elecciones. Se le consideraba uno de los ide¨®logos de su partido, aunque la sombra familiar de Bucaram siempre hab¨ªa oscurecido su estrella pol¨ªtica.
Ayudado por su suegro obtuvo una victoria electoral aplastante sobre el alcalde de Quito, Sixto Dur¨¢n, al que apoyaban los militares y la Democracia Cristiana. El 68% de los votos obtenidos por Rold¨®s constitu¨ªan la mayor¨ªa m¨¢s abultada en la historia electoral del pa¨ªs.
Durante los veinte meses de su mandato -tom¨® posesi¨®n en agosto de 1979-, Jaime Rold¨®s demostr¨® que era capaz de desprenderse de la tutela de Assad Bucaram, quien se enfrent¨® p¨²blicamente a su yerno-presidente, hasta retirarle el apoyo parlamentario del partido que lo llev¨® a la presidencia. Esto hizo que cada debate parlamentario se convirtiese en una lucha sin cuartel por lograr la mayor¨ªa.
Igual que Bucaram, Rold¨®s fue un populista de ideolog¨ªa contradictoria. Sus posiciones progresistas en pol¨ªtica exterior chocaban fuertemente con algunas medidas de Gobierno abiertamente conservadoras. M¨¢s all¨¢ de las declaraciones ret¨®ricas por los m¨¢s desfavorecidos, no puede decirse que haya conseguido grandes logros.
La subida espectacular de los productos energ¨¦ticos, acordada meses atr¨¢s, dio pie a multitud?narias protestas de los trabajadores, con huelgas y manifestaciones en todo el pa¨ªs. ?La fuerza del cambio?, que fue otro de los lemas utilizados en la campana, pareci¨® desinflarse muy r¨¢pidamente. Sus promesas de mejorar la condici¨®n de los m¨¢s pobres las sustentaba ¨²ltimamente en una explotaci¨®n m¨¢s intensiva del petr¨®leo, cuya producci¨®n se ha mantenido durante los ¨²ltimos a?os en torno a los 200.000 barriles diarios.
Cat¨®lico de convicciones profundas, se declar¨® enemigo del comunismo y se defin¨ªa como un pol¨ªtico de centro-izquierda.
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