Intensa actividad pol¨ªtica y militar de los Reyes en Barcelona

La visita a la exposici¨®n Catalu?a y Ej¨¦rcito, la presidencia de una revista naval y la asistencia a una sesi¨®n de ¨®pera fueron los ejes de la actividad de los Reyes ayer en Barcelona. Hoy acudir¨¢n a la exposici¨®n sobre Expedici¨®n de Carlos I a T¨²nez desde Barcelona, almorzar¨¢n con Jordi Pujol en el palacio de la Generalidad, visitar¨¢n el Ayuntamiento, presidir¨¢n un homenaje a la bandera y ofrecer¨¢n una recepci¨®n a 1.500 invitados en el palacete Alb¨¦niz, donde se aloja la familia real.

Acompa?an a los Reyes el presidente del Gobierno y ocho ministros: los de Presidencia, Cultura, Asuntos Exteriores, Defensa, Justicia, Obras P¨²blicas y Urbanismo, Trabajo y Seguridad Social e Industria. Tambi¨¦n forman parte del s¨¦quito el presidente del Congreso de los Diputados, el del Senado, el del Tribunal Constitucional, el del Tribunal Supremo y el del Consejo de Estado.Los ministros del Gobierno llegaron al aeropuerto de Barcelona a las 10.05 horas en un avi¨®n especial. A las 10.20 horas lo hizo el avi¨®n que llevaba a Leopoldo Calvo Sotelo, acompa?ado de los presidentes del Congreso y del Senado, as¨ª como los de otras instituciones del Estado.

Todos ellos fueron recibidos por el presidente de la Generalidad de Catalu?a, Jordi Pujol, y el delegado del Gobierno en Catalu?a, Juan Jos¨¦ Rovira. Se encontraban tambi¨¦n numerosas autoridades militares, encabezadas por el teniente general Ricardo Arozamena, capit¨¢n general de la IV Regi¨®n Militar.

A las 10.53 horas aterriz¨® el avi¨®n Mystere que conduc¨ªa al rey Juan Carlos y a las infantas Elena y Cristina. Dos minutos m¨¢s tarde lo hizo otro avi¨®n id¨¦ntico, en el que viajaban la reina do?a Sof¨ªa y el pr¨ªncipe Felipe.

Los Monarcas descendieron al mismo tiempo de sus respectivos aviones. Al pie de los mismos fueron saludados, en este orden, por Calvo Sotelo y Jordi Pujol, quienes, como las restantes autoridades, iban acompa?ados de sus respectivas esposas. El Rey iba vestido con un traje y corbata de color oscuro y camisa blanca.

Fueron disparados, muy en la lejan¨ªa, las salvas de ordenanza. A continuaci¨®n, el Rey pas¨® revista a las tropas y salud¨® a las restantes autoridades, as¨ª como a sus esposas.

Con gran rapidez, la comitiva real abandon¨® el aeropuerto, cuya actividad normal pr¨¢cticamente no se hab¨ªa visto afectada. Los actos hab¨ªan durado escasamente quince minutos.

Los Reyes se dirigieron al palacete Alb¨¦niz, para descansar unos minutos. All¨ª el Rey cambi¨® su traje civil por el uniforme de capit¨¢n general de la Armada.

Catalu?a y Ej¨¦rcito

A las 12.25 horas, el presidente del Gobierno lleg¨® en autom¨®vil al palacio real mayor, del siglo XIV, sito en la plaza del Rey, en pleno barrio g¨®tico barcelon¨¦s. En ta sala del Tinell o de los Paramentos, redescubierta en 1937, y en la capilla conexa de Santa Agata, est¨¢ instalada, desde el pasado s¨¢bado, la exposici¨®n Catalu?a y Ej¨¦rcito. La integran algunos documentos, grabados, armas, as¨ª como cuadros del pintor Josep Cusachs, de la segunda mitad del siglo XIX, especializado en temas militares e h¨ªpicos.

A las 12.38 horas lleg¨® el Rey a la exposici¨®n, acompa?ado de la Reina, el pr¨ªncipe y las infantas. Se interes¨® por numerosos aspectos de la misma.

Sobre las 16.30 horas, el Rey presidi¨® una revista naval en la que participaron un total de veinte buques de la Armada. El desfile tuvo lugar a poco m¨¢s de una milla mar adentro, frente a las costas de Barcelona. El Rey presenci¨® el desfile desde el yate Azor. Le acompa?aban la reina Sof¨ªa, el pr¨ªncipe Felipe, la Junta de Jefes de Estado Mayor, el presidente del Gobierno y varios ministros, el capit¨¢n general de la IV Regi¨®n Militar, el delegado del Gobierno en Catalu?a, el presidente de la Generalidad y el alcalde de Barcelona, entre otras personalidades. Las infantas Cristina y Elena viajaban en las corbetas que llevan su nombre.

El portaaeronaves D¨¦dalo encabezaba la l¨ªnea de desfile. En ¨¦l viajaba el comandante general de la flota, vicealmirante Manuel Manso Quijano. Los buques de la Armada se cruzaron con el yate Azor, que navegaba en direcci¨®n contraria y a una velocidad ligeramente superior. El D¨¦dalo salud¨® el paso del Rey con veintiuna salvas de ordenanza y siete veces el grito de ??Viva Espa?a!?, contestado por toda la tripulaci¨®n. Los restantes buques saludaron con los citados siete gritos reglamentarios.

A la hora de cerrar esta edici¨®n, los Reyes asist¨ªan a una cena fr¨ªa y sesi¨®n de gala en el gran teatro del Liceo de Barcelona.