Margaret Thatcher, dispuesta a examinar con su Gabinete un eventual cambio de pol¨ªtica econ¨®mica

La primera ministra brit¨¢nica, Margaret Thatcher, ha accedido a convocar este mes una primera reuni¨®n de su Gabinete para debatir la estrategia econ¨®mica general. Este primer examen de la pol¨ªtica econ¨®mica desde que los conservadores ganaran las elecciones, hace m¨¢s de dos a?os, es considerado en medios pol¨ªticos como una importante concesi¨®n a los ministros m¨¢s moderados, especialmente el de Trabajo, James Prior, sumamente preocupado por los 2.500.000 parados que hay en el pa¨ªs. La causa popular contra el desempleo ha quedado patente en una gran manifestaci¨®n el domingo en Londres, con unos 100.000 participantes.

La manifestaci¨®n, en la plaza de Trafalgar de la capital brit¨¢nica, vino a marcar el punto culminante de la marcha de los parados, que hab¨ªa comenzado hace un mes en Liverpool. Los quinientos integrantes de la marcha se vieron arropados por una gigantesca multitud, una de las mayores manifestaciones que se recuerda en Londres.La pol¨ªtica del Gobierno conservador fue duramente criticada, entre otros, por Richard Home, presidente del Partido Liberal, pero el mayor aplauso fue para Harry McShane, secretario nacional del Movimiento de los Trabajadores en Paro, quien a sus noventa a?os recuerda las marchas de los hambrientos en las que hab¨ªa tomado parte en los a?os treinta. El l¨ªder laborista, Michael Foot, fue tambi¨¦n aclamado por el p¨²blico cuando se?al¨®: ?La maquinaria propagand¨ªstica del Gobierno, es decir, especialmente la primera ministra, est¨¢ continuamente intentando pretender que la situaci¨®n es menos grave de lo que es. Esta marcha ha contribuido a contarle la verdad al pa¨ªs?.

El Gobierno est¨¢, sin embargo, preocupado por este tema que podr¨ªa dominar la pr¨®xima campa?a electoral, y los ¨²ltimos an¨¢lisis econ¨®micos no contribuyen a una visi¨®n ni m¨¢s optimista del futuro. El Instituto Nacional de Investigaci¨®n Econ¨®mica y Social -keynesiano- no ve una recuperaci¨®n de la econom¨ªa britanica hasta al menos finales de 1982,y para entonces otros 600.000 trabajadores se habr¨¢n sumado al paro. El ¨²ltimo informe de la patronal Confederaci¨®n de la Industria Brit¨¢nica, aunque previendo que la inflaci¨®n se situar¨¢ por debajo de un 10% este a?o, llega a conclusiones similares, contradiciendo as¨ª las declaraciones gubernamentales de que la recesi¨®n est¨¢ tocando fondo en el Reino Unido.

Con este sombr¨ªo pa¨ªsaje en el trasfondo, la primera ministra ha decidido convocar para mediados de este mes una reuni¨®n de su Consejo de Ministros para discutir la estrategia econ¨®mica. La decisi¨®n ha sido bien acogida por los ministros moderados, resentidos porque no supieron el contenido del ¨²ltimo presupuesto hasta unas horas antes de su presentaci¨®n en el Parlamento

Esta primera reuni¨®n se centrar¨¢ esencialmente en los recortes en el gasto p¨²blico que el Tesoro quiere llevar a cabo el pr¨®ximo a?o. La Prensa birt¨¢nica se?alaba ayer que otras reuniones similares tendr¨¢n lugar en noviembre, antes de que el Gobierno publique sus previsiones de la producci¨®n econ¨®mica y de la inflaci¨®n, y en la primavera, para discutir el presupuesto. Un portavoz de la oficina de la primera ministra confirm¨® que se convocar¨¢n otras reuniones, pero seguramente antes de lo que estas fechas indican.

Los ministros moderados que critican la pol¨ªtica monetarista del Gobierno Thatcher esperan as¨ª lograr una plataforma para apoyar sus puntos de vista. Algunos de ellos creen que la primera ministra y su canciller del Exchequer, sir Geoffrey Howe, se han equivocado al anunciar p¨²blicamente que recortar¨¢n entre un 3 % y un 5% el gasto p¨²blico.

Una de las razones para convocar estas discusiones es que la primera ministra no puede llevar a cabo los recortes presupuestarios que pretende sin la colaboraci¨®n de los ministros que se quejan de no poder participar en el debate. Todo puede resultar en una falsa victoria para los moderados, ya que, tras las discusiones, Thatcher tendr¨¢ m¨¢s fuerza para pedir a los que disienten que la apoyen en p¨²blico. Por su parte, aunque sea improbable, la primera ministra corre el riesgo de verse superada en el Gabinete y de que las discusiones lleven a una modificaci¨®n de la pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno conservador.

El pasado a?o ya se propusieron reuniones de este tipo, pero fueron canceladas despu¨¦s de que el plan fuera filtrado a la Prensa.