Dimisi¨®nes en la OCU

Carece de todo fundamento afirmar que la dimisi¨®n del se?or Garc¨ªa Pablos est¨¦ motivada por disensiones internas dentro de la OCU. El actual equipo directivo de la Organizaci¨®n, empezando por el firmante de estas l¨ªneas, quien estatutariamente ha asumido, como vicepresidente primero, la presidencla en funciones, siempre ha estado perfectamente compenetrado con Garc¨ªa-Pablos, agradece y valora su desinteresada e inimitable entrega a la Organizaci¨®n, y ¨²nicamente lamenta profundamente que razones profesionales le impidan seguir manteniendo ese mismo nivel de dedicaci¨®n y le hayan impulsado a presentar su dimisi¨®n como presidente.Mucho m¨¢s temerario es apuntar la posibilidad de que Antonio Garc¨ªa-Pablos se vea afectado por la inspecci¨®n fiscal que ha venido realizando el Ministerio de Hacienda a ra¨ªz de una interpelaci¨®n parlamentaria socialista. Las presuntas irregularidades fiscales por parte de la OCU objeto de la interpelaci¨®n y de la inspecci¨®n subsiguiente se refieren a la no retenci¨®n de impuestos sobre las cantidades percibidas por parte del personal que ha venido prestando sus servicios en la Organizaci¨®n, muchos de ellos con la consideraci¨®n de dirigentes parcialmente ?liberados?. Ello en nada afecta a la figura del presidente, quien, por otra parte, no ha percibido un solo c¨¦ntimo por su dedicaci¨®n; ha venido adelantando cantidades importantes para hacer frente a las necesidades de la OCU a lo largo de todos estos a?os de lanzamiento, sin cobrar tampoco compensaci¨®n alguna en concepto de inter¨¦s, y ha asumido, y todav¨ªa asume, como avalista, los riesgos de las distintas operaciones de pr¨¦stamo con las entidades bancarias que ha suscrito la OCU, y que en la actualidad ascienden a m¨¢s de 7.5 millones de pesetas.

Hay que consignar tambi¨¦n que la mayor parte de los ingresos y gastos de la OCU, en cuanto relativos a las subvenciones oficiales recibidas a trav¨¦s del INC y al empleo de las mismas, han sido en todo momento debidamente intervenidas por el Ministerio de Hacienda, al margen de la inspecci¨®n actualmente a punto de concluir, siendo exigua la cuant¨ªa de otros ingresos, dado que hasta muy recientemente no eran numerosos los socios cotizantes, y las propias juntas provinciales, recaudaban y administraban tales ingresos.

No obstante, la inspecci¨®n realizada a la OCU ha revestido el car¨¢cter de una aut¨¦ntica auditor¨ªa, habi¨¦ndose facilitado a la misma cuantos comprobantes han sido solicitados, y de ella no pueden deducirse otras irregularidades que las ya apuntadas, relativas a la no retenci¨®n y subsiguiente ingreso en el tesoro de cantidades a cuenta de los impuestos correspondientes a quienes han percibido ingresos de la Organizaci¨®n.

Por ¨²ltimo, como quiera que se citan ?medios cercanos a la Organizaci¨®n?, de ser cierto que esta fuere la procedencia de tales especulaciones, agradecer¨ªa muy de veras que, en aras de la necesaria honestidad informativa, se aclarara si se trata de actuales dirigentes, ex dirigentes disidentes o socios, e incluso sus nombres y apellidos, si ello no est¨¢ re?ido con ning¨²n tipo de secreto profesional. / Presidente en funciones de la OCU.