No somos nadie
Yo no digo que seamos una democracia vigilada ni vigilante. Lo que somos es una sociedad a la defensiva. Antes de Tejero nos dec¨ªan (los Gobiernos) lo que ¨¦ramos o ¨ªbamos a ser.Ahora s¨®lo nos dicen lo que no somos o no son. Los visitantes del Banco Central de Barcelona no son patriotas ni antipatriotas, ni civiles ni guardias, ni guardias civiles, pero tampoco est¨¢ muy claro qu¨¦ sean, porque un chorizo/ anarco/ macarra /¨¢crata/ navajero/ cenetista es especie inencontrable entre los caracteres de Buffon. Lo que pasa es que no hay que preguntarlo. La inform¨¢tica y la gobern¨¢tica nos dicen lo que esos cuarenta principales (diez u once) de los domingos terror¨ªficos de la SER no son. En cuanto a lo que son, eso ya es preguntar sobre la esencia y la existencia. Habr¨ªa que llamar a Zubiri, porque me parece que son pura ?inteligencia sentiente?. Esp¨ªritu puro. De modo y manera que, por esta regla de tres o prueba de los nueves, la neumonella at¨ªpica tampoco es un virus industrial provocado ni una peste aviar de la ecolog¨ªa del terror, sino otra cosa, un cuerpo/ anticuerpo que no hay que preguntar lo que es, porque da el retrato/robot del doctor Muro, con patitas de piojo verde (las dictaduras empiezan o terminan por el piojo verde, que es su ?heraldo negro?). Cuando un se?or muere de un bicho, el cad¨¢ver est¨¢ pululante de tales bichos, y los m¨¦dicos no tienen m¨¢s que cultivar, mirar, averiguar y curar. Pero resulta que la at¨ªpica no deja bicho en el cad¨¢ver, o sea que no hay manera de averiguarla. Es el crimen perfecto, como el bocata/huevos duros. Ahora, los de Le Monde Diplomatique me piden un comentario sobre lo de Barcelona. Estos chicos me van a hacer universal. Tendr¨¦ que sostener frente a Europa y en varios idiomas la sorprendente tesis (por influencia del latinoch¨¦, hay muchas glorias nacionales que escriben ?sorpresiva?) de que los asaltantes eran unos atracadores que no tocaron un duro. Es igual, a Europa le gustan estas paradojas y las traducciones simult¨¢neas ayudan mucho. En Cannes no les han dado nada a Berlanga ni a Luis Escobar, porque nuestro cine no se define ahora por ser m¨¢s europeo, sino por no ser ya franquista. No somos nadie, como en los entierros,donde el ¨²nico que es alguien es el muerto. No somos nada. Nos definimos por lo que no somos. Dice V¨¢zquez-Montalb¨¢n, en Triunfo, que, si triunfase Tejero, entre otras peculiaridades de gobierno, a m¨ª se me prohibir¨ªa la oraci¨®n compuesta. Yo sin la oraci¨®n compuesta, sin compostura estil¨ªstica en la oraci¨®n, no soy nadie. El Abc y Joy / Eslava preparan un homenaje a Evita Per¨®n y Paloma San Basillo. Habr¨ªa que invitar a Videla por el detalle democr¨¢tico de rechazar el hospedaje de Tejero. Me entrevistan en la revista Nigth, de Pach¨¢, y resulta que defino Madrid por lo que no es Madrid: Azca. Ra¨²l Morodo me invita para el verano cultural y santanderino de su Meri¨¦ndez-Pelayo, pero no como periodista ni como escritor, ni pomo macarra, ni como nada. Me invita por lo que no soy, no por lo que
SOY.
Los vecinos de Moratalaz me cuentan que don Mariano Nicol¨¢s, gobernador civil, les ha suspendido (no s¨¦ qu¨¦ pasar¨ªa al final) una fiesta por la libertad y la Constituci¨®n. Es aconstitucional manifestarse por la Constituci¨®n. Moratalaz no es Moratalaz. De momento, todos debemos abstenernos, en solitario y en barrio, de ser los que somos. Una pintora amiga me dice que desde el 23-F no es pintora, no puede pintar. Jos¨¦ Ram¨®n Alonso me invita a cenar con los populares de Pueblo, pero no soy popular de Pueblo. Esto que tenemos no es una dictadura, pero resultar¨ªa tendencioso decir que es algo, y llamarlo democracia me parece ya intoxicaci¨®n informativa. No somos nadie.
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