Contin¨²an los avances
De nuevo las bolsas espa?olas dieron s¨ªntomas inequ¨ªvocos de alegr¨ªa, y lo que en, un primer momento era demanda casi indiscriminada de valores industriales, tanto qu¨ªmicos como siderometal¨²rgicos, acab¨® por extenderse a todos los grupos.Dentro de un ambiente febril, los operadores a corto, muy especialmente, se dedicaron a tomar posiciones a medida que transcurr¨ªa la sesi¨®n y que se se evidenciaba que el fondo de firmeza no hab¨ªa abandonado la contrataci¨®n. As¨ª comenzaron a aparecer nuevos ordenantes, que unas veces intentaban materializar las diferencias que se generaban entre los diferentes parqu¨¦s y otras pretend¨ªan s¨®lo aprovechar las subidas.
Dos valores acapararon la atenci¨®n de los inversores. Explosivos, que con casi 200.000 acciones a la compra marcaba dinero al l¨ªmite en el mercado madrile?o, y Olarra, que en su primer d¨ªa de contrataci¨®n en la Bolsa central marcaba cambio a 75 %, persistiendo la demanda al cierre.
Otra sociedad cuyas acciones resultaron sorprendentemente demandadas fueron las de Finanzauto y Servicios, donde se ped¨ªan unos 200.000 t¨ªtulos y donde tampoco se realiz¨® cambio por falta de contrapartidas vendedoras suficientes. La limitaci¨®n del 5% como diferencia m¨¢xima autorizada en el mercado madrile?o entre la cotizaci¨®n del ¨ªa y la anterior est¨¢ pesando a la hora de enerar alzas fulgur¨¢ntes. La norma, con tener una carga de protecci¨®n a los accionistas menos expertos, est¨¢ resultando tremendamente controvertida.
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