Espa?a ante su desaf¨ªo econ¨®mico: estos son los 10 riesgos que enfrenta el pa¨ªs en 2025
A pesar de un robusto crecimiento y un panorama favorable, problemas como la vivienda, la productividad, una guerra arancelaria y la inestabilidad pol¨ªtica podr¨ªan frenar el progreso del pa¨ªs
Espa?a ha dejado de ser la oveja negra de las econom¨ªas europeas. As¨ª lo avala el robusto crecimiento econ¨®mico, la tasa de empleo, el alto nivel de ahorro entre las familias, el bajo nivel de endeudamiento empresarial y el control de la inflaci¨®n. Pero incluso en los momentos de ¨¦xito, acechan desaf¨ªos. Algunos de ¨ªndole internacional y otros a nivel dom¨¦stico. Y aunque en este terreno predominan los riesgos a la baja, lo cierto es que el pa¨ªs arrastra problemas estructurales que pueden entorpecer su desempe?o en 2025 y los a?os venideros. Estas son las 10 amenazas que podr¨ªan frenar el avance nacional en los pr¨®ximos a?os.
Retos de 2025: la vivienda y el marco fiscal
Una multitud de personas saliendo a las calles de las principales ciudades espa?olas para exigir que bajen los alquileres. En esta simple imagen se traduce lo que para muchos expertos es el principal riesgo de este a?o. Los problemas de accesibilidad a la vivienda podr¨ªan parecer m¨¢s un tema social que econ¨®mico, pero con una inversi¨®n insuficiente en el sector, Espa?a corre el riesgo de limitar uno de los pilares fundamentales del crecimiento: la incorporaci¨®n de fuerza laboral, tanto por inmigraci¨®n como por movilidad interna. As¨ª lo advierte Raymond Torres, director de coyuntura de Funcas, y Oriol Aspachs, director de Econom¨ªa Espa?ola de CaixaBank Research.
En su opini¨®n, el sobreprecio puede frenar el aumento de la poblaci¨®n activa (que est¨¢ en edad de trabajar) y evita que la gente en paro se mueva hacia los lugares con m¨¢s oportunidades de trabajo, por lo que es un factor que explicar¨ªa el desempleo estructural. Hasta el d¨ªa de hoy, la tasa de paro nacional sigue duplicando la media de la Uni¨®n Europea, pese a que en diciembre el n¨²mero de desempleados alcanz¨® su nivel m¨¢s bajo en 17 a?os.
El Ejecutivo ha prometido incrementar el parque p¨²blico de vivienda en Espa?a, con la construcci¨®n o puesta a disposici¨®n de m¨¢s de 180.000 casas y la creaci¨®n de una empresa p¨²blica que gestione la construcci¨®n desde la Administraci¨®n General del Estado. El problema es que el pa¨ªs arrastra un d¨¦ficit que el Banco de Espa?a cifra en torno a las 600.000 casas para 2025. Con estos n¨²meros, es imposible cubrir la demanda de forma inmediata y seg¨²n Torres, ¡°sin un compromiso claro de todas las administraciones para impulsar la construcci¨®n y adoptar medidas decididas, las tensiones sociales y econ¨®micas seguir¨¢n aumentando¡±.
El otro elemento de riesgo est¨¢ ligado a los compromisos de consolidaci¨®n fiscal adquiridos con Bruselas. La AIRef ya advert¨ªa en noviembre del a?o pasado de que el plan fiscal que el Gobierno ha presentado en Bruselas no garantiza el cumplimiento de los objetivos de d¨¦ficit y deuda previstos. Abordar el ajuste quiz¨¢ no golpee de lleno en 2025 porque el Gobierno se ha concedido m¨¢s margen para este ejercicio con la retirada de las ayudas por la inflaci¨®n y logrando que Bruselas acepte que los objetivos sean m¨¢s relajados para este a?o. La Comisi¨®n Europea exig¨ªa a Espa?a que el gasto solo aumentara un 2,8% anual en promedio durante los pr¨®ximos siete a?os y un 3,2% en 2025. Sin embargo, en el ¨²ltimo momento ha permitido que el gasto pueda elevarse el a?o que viene hasta el entorno del 5%. Sin embargo, lo que no se haga hoy pasar¨¢ factura ma?ana, y a partir de 2026 ser¨¢n necesarios mayores esfuerzos.
Por otra parte, aunque el escenario econ¨®mico ofrece posibilidades inusualmente favorables, Espa?a enfrenta un bloqueo pol¨ªtico que dificulta abordar reformas esenciales para garantizar su competitividad a largo plazo. Los avances en los ¨²ltimos a?os en la legislaci¨®n laboral han demostrado que los cambios son posibles, pero, como se?ala Santiago Lago Pe?as, catedr¨¢tico de Econom¨ªa P¨²blica en la Universidad de Santiago de Compostela, se trata de una excepci¨®n en un panorama marcado por la par¨¢lisis. Con presupuestos prorrogados y divisiones pol¨ªticas, el pa¨ªs sigue arrastrando problemas estructurales que requieren acci¨®n inmediata: desde la financiaci¨®n auton¨®mica hasta los desaf¨ªos de productividad y tama?o empresarial.
El pa¨ªs tiene de su lado las altas tasas de ahorro acumuladas por las familias y el bajo endeudamiento empresarial, que podr¨ªan impulsar un mayor consumo privado. La actividad exhibe una robustez inusitada, sustentada en la buena marcha del mercado laboral y los m¨¢s de medio mill¨®n de puestos de trabajo creados en 2024. Las exportaciones tur¨ªsticas y de servicios no tur¨ªsticos han repuntado con fuerza durante el a?o pasado y se prev¨¦ que sigan en la misma l¨ªnea. Los tipos de inter¨¦s han ca¨ªdo y con ello la presi¨®n sobre la deuda nacional ¨Dgracias a que se reducen los intereses y tambi¨¦n la prima de riesgo¨D. Hay un crecimiento s¨®lido, superando la aton¨ªa de pa¨ªses como Alemania y Francia. Seg¨²n el INE, el Producto Interior Bruto avanz¨® un 0,8% entre julio y septiembre, encadenando cinco trimestres con alzas del 0,7% o m¨¢s. A la espera de que se conozca el dato del cuarto trimestre, los analistas prev¨¦n un cierre anual del 3,1% para 2024, superando el 2,7% de 2023. ¡°Lo ideal ser¨ªa aprovechar una coyuntura nacional como esta para resolver cuestiones de fondo, pero la falta de estabilidad interna lo hace imposible¡±, lamenta Lago.
El deterioro institucional tambi¨¦n est¨¢ sobre la mesa. M¨¢s all¨¢ del impacto negativo sobre la pol¨ªtica y la convivencia de un pa¨ªs, la erosi¨®n de las entidades p¨²blicas podr¨ªa traducirse en menos productividad y mayor desempleo. La inversi¨®n no solo depende de factores regionales, sino tambi¨¦n del entorno normativo, legal e institucional. Matilde Mas, catedr¨¢tica de Fundamentos de An¨¢lisis Econ¨®mico de la Universidad de Valencia y directora de Proyectos Internacionales del Instituto Valenciano de Investigaciones Econ¨®micas (Ivie), no oculta su preocupaci¨®n al se?alar que no percib¨ªa tal nivel de desgaste institucional en d¨¦cadas. En su opini¨®n, la gesti¨®n de la dana es un reflejo de esta situaci¨®n. ¡°Hay una falta de coordinaci¨®n entre los distintos niveles de gobierno, desde el central hasta el local, que ha llevado a respuestas ineficaces frente a retos clave para la sociedad¡±, insiste.
La baja productividad y otros problemas de siempre
La inversi¨®n lleva a?os atascada y persisten dudas sobre su mejora para este a?o. La ¨²ltima actualizaci¨®n de las previsiones macroecon¨®micas del Banco de Espa?a vaticinaba un repunte en esta pata de la econom¨ªa, consecuencia del descenso de los tipos de inter¨¦s, el despliegue de los fondos europeos y un aumento de la inversi¨®n en vivienda. Pero en los tres ¨²ltimos a?os, los pron¨®sticos tanto de los analistas nacionales como de Bruselas sobre la inversi¨®n productiva han sido superiores a la evoluci¨®n realmente observada.
El hecho es que la capitalizaci¨®n est¨¢ influida por la confianza y las expectativas. Por ponerle rostro, hay que recalcar una reforma fiscal que se ha ido posponiendo, restando previsibilidad a las decisiones empresariales; diferencias normativas entre las administraciones que dificulta el trabajo para las peque?as empresas; y la percepci¨®n de cierta inseguridad jur¨ªdica en el desarrollo del suelo construible. A ello se suma ¡°la ambig¨¹edad sobre la reducci¨®n de la jornada laboral de 40 a 37,5 horas semanales y los costes laborales¡±, seg¨²n explica Jos¨¦ Ignacio Conde-Ruiz, catedr¨¢tico de Econom¨ªa en la Universidad Complutense de Madrid y subdirector de Fedea. El verdadero desaf¨ªo, resalta, es generar un entorno de estabilidad interna, ¡°pues sin claridad en las reglas del juego, las empresas seguir¨¢n optando por la cautela y postergar¨¢n decisiones cruciales para el desarrollo econ¨®mico¡±.
La productividad es otro problema estructural. Junto al elevado desempleo, explica que la econom¨ªa espa?ola no est¨¦ logrando converger en renta por habitante con la media europea o de la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®mico (OCDE). En lo que va de siglo ha ca¨ªdo m¨¢s de un 7%, seg¨²n un informe del Observatorio de la Productividad y la Competitividad en Espa?a, creado por la fundaci¨®n BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Econ¨®micas (Ivie). La productividad del empleo por hora trabajada ha crecido un 0,7% al a?o entre 2000 y 2022, pero la del capital ¡ªesto es maquinaria, equipamientos tecnol¨®gicos, inmuebles e infraestructura¡ª ha retrocedido un 1,2% anual. As¨ª que al final el balance es negativo.
Entre 2013 y 2019 hubo un repunte en la productividad total de los factores que solo se vio interrumpido por la pandemia, y luego volvi¨® a recuperarse. Sin embargo, en una comparativa europea, el pa¨ªs queda en muy mala posici¨®n. Entre las causas que explican el rezago est¨¢ la menor presencia de tecnolog¨ªas de la informaci¨®n y las comunicaciones (TIC), y de actividades intensivas en conocimiento, a pesar de que en la ¨²ltima d¨¦cada han ganado peso sectores m¨¢s productivos frente a la construcci¨®n. A ello se suma que la productividad laboral avanza de forma m¨¢s lenta que la media europea. Mientras que el incremento de este indicador ha sido del 0,8% anual en el promedio de la Uni¨®n Europea entre 2013 y 2022, en Espa?a fue de solo el 0,4% por ejercicio durante los mismos 10 a?os, seg¨²n un informe publicado al cierre del a?o pasado por el Consejo General de Economistas.
La elevada tasa de desempleo y la temporalidad, en particular en el sector p¨²blico, son a su vez desaf¨ªos persistentes. En palabras de Judith Arnal, investigadora del Instituto Elcano y del CEPS, ¡°mientras que las tasas de temporalidad en el sector privado han disminuido significativamente gracias a la reforma laboral, las del empleo p¨²blico siguen por encima del 28%, un nivel inaceptable¡±. A los analistas tambi¨¦n les preocupa que, pese a la fuerte creaci¨®n de empleo, no se ha conseguido reducir la cifra de demandantes ¨Del n¨²mero se mantiene en torno a los 4,4 millones de finales de 2022¨D.
Por otra parte, es un buen momento para que Espa?a mejore la competitividad de sus empresas, especialmente las peque?as y medianas, que forman la columna vertebral de su econom¨ªa. Seg¨²n Ignacio de la Torre, socio y economista jefe de Arcano Partners, la sobrerregulaci¨®n es uno de los mayores frenos para su crecimiento, limitando la productividad y dificultando su capacidad para competir en mercados globales. Esta rigidez, combinada con una oferta de vivienda insuficiente que restringe la movilidad laboral, socava la capacidad del pa¨ªs para atraer talento y fomentar un desarrollo econ¨®mico equilibrado. De la Torre advierte que esta situaci¨®n no solo hace que muchas empresas est¨¦n infravaloradas y sean blanco f¨¢cil de adquisiciones extranjeras, sino que tambi¨¦n perpet¨²a desigualdades territoriales, debilitando el potencial econ¨®mico de las regiones menos desarrolladas. Para ¨¦l, resolver estos problemas con reformas estructurales e incentivos estrat¨¦gicos es clave para desbloquear el crecimiento empresarial y posicionar a Espa?a como un competidor fuerte en la econom¨ªa global.
Amenazas externas: Trump y un continente a medio gas
A nivel internacional, hay un hombre que encabeza la lista de riesgos: Donald Trump. Si su gobierno aprueba aranceles a las importaciones estadounidenses que desaten una guerra comercial, eso podr¨ªa significar una vuelta de tuerca a la inflaci¨®n, una desaceleraci¨®n econ¨®mica o ambas cosas. Arnal advierte que incluso si Trump adopta un enfoque transaccional en lugar de una simple subida de aranceles, Europa, incluida Espa?a, se ver¨¢ obligada a realizar concesiones. Esto resultar¨ªa en una balanza negativa para la regi¨®n.
En el ¨¢mbito europeo, las perspectivas de crecimiento a medio plazo se han ido deteriorando, al igual que la productividad de sus Estados miembros. En este sentido, tanto el Informe Draghi como el Informe Letta ponen de manifiesto la necesidad de fortalecer el mercado ¨²nico e introducir reformas e inversiones para relanzar el crecimiento de los pr¨®ximos a?os. Aunque Espa?a se encuentra en una posici¨®n privilegiada respecto a los hist¨®ricos motores regionales, parece imposible escapar a los efectos del deterioro industrial alem¨¢n y su paup¨¦rrimo crecimiento (las proyecciones del Bundesbank apuntan a un aumento del PIB del 0,2% para este a?o), o a la inestabilidad fiscal francesa (con una deuda que podr¨ªa superar el 114% del PIB en 2031). ¡°Ser un pa¨ªs altamente integrado en las din¨¢micas econ¨®micas europeas obliga a Espa?a a depender de una UE con problemas estructurales crecientes¡±, precisa Arnal.
Sin embargo, es bien sabido que en medio de la dificultad reside la oportunidad, y Espa?a tiene la ocasi¨®n ¨²nica de capitalizar la crisis industrial y energ¨¦tica que afecta a Europa. Esta es la visi¨®n de Jos¨¦ Carlos D¨ªez, profesor de Econom¨ªa de la Universidad de Alcal¨¢, quien cree que el pa¨ªs puede convertirse en un destino estrat¨¦gico si apuesta por las energ¨ªas renovables y el desarrollo de una red el¨¦ctrica robusta. ¡°El error de Alemania con su dependencia del gas ruso abre una ventana para atraer industria hacia Espa?a¡±, destaca.
Otro de los riesgos de ¨ªndole europea radica en el rumbo de las tasas de inter¨¦s. ?ngel Talavera, economista jefe para Europa de Oxford Economics, cree que las expectativas de una bajada de tipos por parte del Banco Central Europeo hasta el 2%, considerado un pilar para estimular el consumo, la inversi¨®n y la actividad inmobiliaria, podr¨ªan no materializarse. ¡°La posibilidad de que no bajen como se espera es un riesgo subestimado¡±, se?ala el analista, quien enfatiza que factores como un repunte en los precios de la energ¨ªa o un endurecimiento de la pol¨ªtica monetaria en Estados Unidos podr¨ªan forzar a Fr¨¢ncfort a mantener los tipos en torno al 3% por m¨¢s tiempo. Este escenario, adem¨¢s, podr¨ªa presionar al euro frente al d¨®lar, incrementando los costos de importaci¨®n de energ¨ªa y exacerbando la inflaci¨®n, una situaci¨®n que actuar¨ªa como ¡°un freno inesperado¡±.
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