Las bolsas espa?olas empiezan de nuevo a ser negocio
Las bolsas espa?olas, por primera vez en los ¨²ltimos seis a?os, interrumpieron su trayectoria negativa y, desde que se estren¨® 1981, los ¨ªndices generales de las sesiones pr¨¢cticamente no han dejado de mejorar a diario. En el mes de enero, casi todos los especialistas ten¨ªan claro que la proximidad de los pagos de dividendos, que numerosas sociedades realizan al estrenarse cada ejercicio, eran la causa de las subidas. El desconcierto lleg¨® en febrero cuando, contra todo pron¨®stico, las cotizaciones, o mejor dicho los ¨ªndices generales, continuaron evolucionando positivamente. Los bancos fueron en esta ocasi¨®n los encargados de tirar del resto del mercado, pero para muchos las subidas ten¨ªan sus horas contadas.
Desde entonces, y dentro de un clima de incredulidad general, los mercados de valores han conseguido mantener su orientaci¨®n positiva, y as¨ª llegamos a unos ¨ªndices en los primeros d¨ªas del mes de junio que superan ampliamente el 120%.La pregunta surge entonces: ?qu¨¦ es lo que est¨¢ pasando en la Bolsa?
Y la respuesta no es f¨¢cil, porque se entrecruzan una serie de elementos conocidos, y otros por conocer, que, en definitiva, son quienes han acabado por devolver a los inversores algo de la perdida confianza en el mercado de acciones.
En primer lugar, la Bolsa, a primeros de a?o, presentaba unos niveles de depresi¨®n tales que las sociedades que pagaban dividendo se encontraban en unos niveles de rentabilidad competitivos con cualquier otro activo financiero.
La situaci¨®n no era nueva, pero, ah¨ª estaba. Adem¨¢s de las empresas que no retribu¨ªan a sus accionistas se empezaron a filtrar rumores que apuntaban por una recuperaci¨®n de sus resultados en este ejercicio y en los pr¨®ximos.
A estos elementos hay que sumarles la firme decisi¨®n de las entidades bancarias de poner fin a sus bajas, para lo que intervinieron durante un par de meses activamente en el mercado controland¨® sus cotizaciones. La bondad de los resultados que presentaron estas entidades, la resurrecci¨®n de las ampliaciones de capital liberadas y las pol¨ªticas de emisi¨®n de bonos convertibles en acciones contribuyeron a animar el ambiente. El compromiso que representa para estas entidades la emisi¨®n de bonos de tesorer¨ªa convertibles o canjeables les llev¨® a un compromiso t¨¢cito con los compradores para que cotizaciones de las acciones no experimentasen unas mermas importantes, aparte de que el origen de las acciones que se facilitan para los canjes son casi siempre t¨ªtulos que fueron adquiridos por las propias instituciones en las operaciones de control de sus precios, por lo que son las primeras interesadas en que esos precios mejoren, ya que siempre est¨¢n contabilizados por debajo de los actuales.
La venta de los paquetes de acciones el¨¦ctricas y de otras sociedades que ten¨ªa el Banco de Espa?a, tras unos efectos iniciales negativos, ha terminado por infundir confianza a los inversores, que se sienten m¨¢s due?os de estas empresas.
El continuo flujo de compradores extranjeros, que el pasado ejercicio hicieron su agosto en las Bolsas italianas, tambi¨¦n ha contribuido a consolidar las cotizaciones en los momentos m¨¢s comprometidos.
Las nuevas medidas sobre transparencia e informaci¨®n tambi¨¦n podr¨ªan haber contribuido a devolver algunas confianzas perdidas.
Por ¨²ltimo, hay que apuntar el retorno a una actividad febril por parte de los operadores a corto, quienes est¨¢n consiguiendo unos importantes beneficios en este ciclo positivo.
As¨ª, la Bolsa ha dado la espalda a todos los a¨¦ontec¨ªmientos que han conmovido a la sociedad espa?ola en los ¨²ltimos meses, y con una determinacion digna de las m¨¢s altas empresas se ha decidido, por fin, a subir. Estas subidas, seg¨²n apuntan las opiniones de casi todos los expertos consultados, deben mantenerse y con ello los mercados de valores recobrar¨¢n algo de su perdida pujanza, esperemos que sin tener que caer para ello en los viejos vicios de siempre.
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