El Ayuntamiento de Zaragoza solicita el desmantelamiento de la base norteamericana
En medio de los aplausos del p¨²blico que llenaba el sal¨®n de sesiones, el Ayuntamiento de Zaragoza aprob¨® ayer por mayor¨ªa solicitar e ldesmantelamiento de la base a¨¦rea norteamericana y la prohibici¨®n de utilizar el pol¨ªgono de tiro de Las Bardenas a las fuerzas norteamericanas, seg¨²n la propuesta presentada por el alcalde, el socialista Ram¨®n Sainz de Varanda.
Las votaciones se desarrollaron conforme a lo previsto: diecis¨¦is votos a favor, de los grupos socialista, comunista y PTA, y doce abstenciones, siete del Partido Aragon¨¦s Regionalista (PAR) y cinco de UCD (dos de sus miembros no asistieron). UCD explic¨® su postura diciendo que, aunque estaba de acuerdo en parte con las razones de la propuesta, se trataba de una raz¨®n de Estado que responde a un tratado internacional. La opci¨®n que present¨® fue que al negociar un nuevo acuerdo se compense a los vecinos de las molestias que soportan.El portavoz del PAR manifest¨® que su partido estaba en contra de la existencia de la base, pero que era ut¨®pico pedir su desaparici¨®n, porque el tema entraba de lleno en la alta pol¨ªtica del Estado. Su alternativa fue redactar una nueva propuesta que incluyera compensaciones para los zaragozanos y el cese de los privilegios jur¨ªdicos, tributarios y de todo tipo de los s¨²bditos norteamericanos.
Sainz de Varanda precis¨® desde el primer momento que la propuesta iba dirigida a evitar la utilizaci¨®n de la base por fuerzas extranjeras y nunca a su permanencia como base espa?ola, dentro del conjunto de la defensa nacional. ?La base?, dijo, ?no es un tema del Estado espa?ol, sino de Estados Unidos, ya que los tratados anteriores -en claro sistema de capitulaciones- hablan de la utilizaci¨®n para la defensa americana y ni se menciona el caso de agresi¨®n a Espa?a por un tercero?.
El alcalde de Zaragoza intent¨® por todos los medios lograr un acuerdo un¨¢nime. Apel¨® a la responsabilidad hist¨®rica de poder hacer constar la opini¨®n del primer Ayuntamiento democr¨¢tico en el momento de la negociaci¨®n de los nuevos tratados. Se neg¨® a solicitar compensaciones como punto de partida: ?Ser¨ªa tanto como legitimar la existencia de la base; tiempo habr¨¢ si no se logra el desmantelamiento?, dijo, y esgrimi¨® (al igual que los portavoces del PSOE, PCE y PTA) razones de seguridad de los ciudadanos, con argumentos tan contundentes como este: ?Un misil tiene una potencia superior a la bomba de Hiroshima, y se estima que su acci¨®n implica la desaparici¨®n de todo signo de vida en un radio de acci¨®n de setenta kil¨®metros?, apostillando: ?En caso de problemas sobre Zaragoza, ni derechas ni izquierdas, ni centralistas ni autonomistas se librar¨ªan?.
El aspecto del riesgo que comporta la base fue el que se trat¨® con mayor insistencia e incluso con experiencias personales. Garcia Nieto, el portavoz socialista, relat¨® que cuando ¨¦l era trabajador de la base, en 1961 -cuando se produjo la crisis de los misiles en Cuba-, desaparecieron todos los americanos. Sainz de Varanda dijo haber presenciado tambi¨¦n una situaci¨®n de alarma en la base, en la que no se permiti¨® entrar en los refugios a los trabajadores espa?oles.
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