Marcelo Gonzalez vet¨® a Fern¨¢ndez Ordo?ez para presidir la procesi¨®n del Corpus por ser autor de la ley de Divorcio

El ministro de Justicia, Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, fue vetado por el cardenal primado de Toledo, Marcelo Gonz¨¢lez, para presidir la procesi¨®n del Corpus Christi, como tradicionalmente ha venido haciendo el titular del departamento ministerial encargado de las relaciones del Gobierno con la Iglesia cat¨®lica. El veto a Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, quien presenci¨® la procesi¨®n desde un balc¨®n del Gobierno Civil toledano, fue razonado, seg¨²n pudo saber EL PAIS, en el hecho de ser el autor de la ley de Divorcio. El ministro de Justicia, no obstante, s¨ª presidi¨®, como representante del Gobierno, el tradicional desfile militar posterior a la procesi¨®n. Los gobernadores civil y militar tampoco estuvieron presentes en este acto religioso.

El cardenal primado de Toledo indic¨® d¨ªas pasados al Gobierno que no deseaba que el actual ministro de Justicia presidiera los actos religiosos del Corpus toledano, como era tradicional. La gesti¨®n fue encomendada al gobernador civil de Toledo, Fernando Montero, quien traslad¨® a Fern¨¢ndez Ord¨®?ez el deseo del cardenal de que no compareciera a los actos lit¨²rgicos ?el autor de una ley anticristiana como es la de Divorcio?.El presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo (que otros a?os ha acudido a los actos religiosos toledanos a t¨ªtulo particular) se ofreci¨® para asistir tambi¨¦n a la procesi¨®n, a fin de que no fuera Fern¨¢ndez Ord¨®?ez la ¨²nica representaci¨®n gubernamental. Trasladada al prelado esta propuesta, respondi¨® que, en todo caso admitir¨ªa la participaci¨®n en los actos de Calvo Sotelo, pero nunca la de Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, ni si quiera como acompa?ante del presidente del Gobierno. Calvo Sotelo, ante esta respuesta, decidi¨® el no acudir, aprovechando adem¨¢s la coincidencia de la despedida al rey de Arabia Saud¨ª.

Por su parte, el ministro de Justicia se traslad¨® en la ma?ana de ayer a Toledo, acompa?ado del director general de Asuntos Religiosos, Luis Apostua, y de otros miembros de su departamento. En principio se hab¨ªa pensado en la asistencia a la misa que precede a la procesi¨®n, pero finalmente se opt¨® porque Fern¨¢ndez Ord¨®?ez contemplara desde un balc¨®n del Gobierno Civil, en la plaza de Zocodover, el paso de la procesi¨®n, en evitaci¨®n de que la presencia del ministro de Justicia en el templo religioso pudiera inducir al cardenal de Toledo a dedicar parte de ella al tema del divorcio.

Aunque no fue posible a EL PAIS conectar ayer con Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, fuentes de su departamento se?alaron que toda la operaci¨®n de la presencia en Toledo del ministro de Justicia se intent¨® negociar, por parte del departamento, con escrupuloso cuidado de evitar cualquier roce entre los poderes civil y eclesi¨¢stico. Algunos observadores han se?alado, sin embargo, como una velada referencia a la soluci¨®n final adoptada, las palabras del cardenal Gonz¨¢lez durante la homil¨ªa de la misa, previa a la procesi¨®n, cuando dijo: ?Invitamos a que se unan a nosotros todos los que quieran hacerlo con su marcha, con su oraci¨®n, con sus cantos, o simplemente con su mirada y amor?.

El programa del ministro de Justicia en su visita a Toledo consisti¨®, tras contemplar la procesi¨®n del Corpus, en un almuerzo con las autoridades locales y en la asistencia, por la tarde, a la corrida de toros. Frente a otras versiones de los hechos, fuentes pr¨®ximas a Fern¨¢ndez Ord¨®?ez aseguraron a este peri¨®dico que el ministro de Justicia se traslad¨® a Toledo, a pesar de las negativas del cardenal, para dejar bien sentado que no era su deseo dejar de participar en unos actos tradicionalmente presididos por los titulares del departamento. El antecesor de Fern¨¢ndez Ord¨®?ez en el cargo, I?igo Cavero -durante cuyo mandato se envi¨® a las Cortes el texto inicial de la ley de Divorcio- particip¨® el pasado a?o en la procesi¨®n.

Los intentos de EL PAIS por entrar en contacto con las autoridades religiosas de Toledo para obtener su versi¨®n de los hechos no tuvieron ¨¦xito. Tanto el cardenal primado como su secretario, Santiago Calvo, y el vicario de la di¨®cesis, Rafael Palmedo, resultaron inaccesibles.