Ros Marb¨¢ dirigi¨® una magistral versi¨®n de "Electra", de Strauss

La 18? Temporada de Opera se ha clausurado con una excelente representaci¨®n de Electra, de Hofmannsthal-Strauss. Comentaba anteayer algunos valores de esta ¨®pera que vienen a ser algo as¨ª como un gran poema sinf¨®nico en el que argumento, an¨¢lisis psicol¨®gico y acci¨®n quedan explicitados en la escena en lugar de ser sugeridos tan s¨®lo por la orquesta.Obra concebida como un gran bloque de casi dos horas de duraci¨®n, sin interrupci¨®n alguna, esta caracter¨ªstica contribuye a la intensidad del proceso dram¨¢tico-musical y rompe con el convencionalismo de los actos y entreactos. El propio Strauss estudia los paralelismos existentes entre Salom¨¦ y Electra como progresi¨®n tr¨¢gica, juego de contrastes (?el demoniaco deseo de venganza de la protagonista opuesto a la silueta pura de su hermana?), y la intensidad del crescendo en la escena de Electra y Grysot¨¦mide, que cumple funciones dram¨¢ticas an¨¢logas a la escena die la seducci¨®n en busca de su irrefrenable deseo -la cabeza del Bautista- en Salom¨¦.

En un caso, como en otro, la orquesta forma parte intr¨ªnseca del drama, asume una representatividad teatral s¨®lo posible en quien ya hab¨ªa dado a la luz todos sus poemas importantes, desde Don Juan a la Sinfon¨ªa dom¨¦stica. Y entre fusi¨®n orquestal y vocalidad tr¨¢gica, de cuando en cuando, aparece esa sustancia de vals t¨ªpica del compositor alem¨¢n. Puede parecer extra?o, pero ya dej¨® anotado Romain Rolland que ?esos ritmos de vals alem¨¢n se transforman en manos de Strauss hasta traducir con una .pasi¨®n fren¨¦tica los impulsos de Electra o Chtemnestra?.

Posturas enemigas

Cuando Electra aparece, a pesar de las discusiones y posturas enemigas, no faltaron analistas agudos que vieron en la ¨®pera una de las mejores consecuciones dram¨¢ticas del compositor y una de las m¨¢s vivas y profundas investigac¨ªones y descripciones del alma y sus pasiones. Verdad que, quiz¨¢, tiene hoy, despu¨¦s de tanta genial contribuci¨®n de Strauss al teatro musical, no poca validez. Por otra parte, desde ese realismo tremendamente humano, desde ese desnudar los m¨¢s crueles combates espirituales para servirlos en la escena y en la orquesta en toda su veracidad, Ricardo Strauss conecta, de alg¨²n modo, con las corrientes expresionistas y se sit¨²a en un plano de original modernidad.

Ausencia de Gul¨ªn

Por enfermedad, nos falt¨® en el reparto Angeles Gul¨ªn, de medios ideales para el personaje. Janice Yoes se encarg¨® de la creaci¨®n y lo hizo con singular fortuna, ya que su talento interpretativo, su concepci¨®n m¨²sico-teatral, es formidable. No menos m¨¦ritos posee la bien conocida Marita Napier (Crisot¨¦mide), en tanto la mezzo, Barbra Ericson, dio a Clitemnestra toda la fuerza necesaria que no es sino la de una gran tr¨¢gica. El Orestes, de Donald Mc Intyre, y el Egisto, de Lewis, contribuyeron al alto nivel de la versi¨®n, excelentemente defendida en los papeles menores por cantantes de la categor¨ªa de Farr¨¦s, Marcote, Ifigenia S¨¢nchez, Josefina Cubeiro, Isabel Rivas y Mar¨ªa Luisa Castellanos.Con los profesores de la Orquesta Nacional en el foso, Antonio Ros Marb¨¢ desarroll¨® un trabajo de primera clase: dominador, expresivo, creador de una l¨ªnea dram¨¢tica de tanta potencia como continuidad, el maestro barcelon¨¦s confirm¨® su saber y su instinto a trav¨¦s de una visi¨®n cuidadora de lo sustancial y lo pl¨¢stico. De todo punto excelente la regie, de Siegwuld Turek, un hombre que sabe bien que la ¨®pera es tanto m¨²sica como teatro y que, al mismo tiempo, es autor de los bellos escenarios. El vestuario, igualmente entonado, procede de la Opera de Salzburgo.

En definitiva, una de las mejores noches de la temporada que ahora termina con un saldo muy positivo a pesar de las sustituciones que, en diversas ocasiones, hubo que hacer por razones de enfermedad. Aplausos muy largos y muchos bravos subrayaron el final de la representaci¨®n.

El programa de la presente temporada de la ¨®pera prosigue como est¨¢ previsto. Habr¨¢ nuevas representaciones de Electra ma?ana y los pr¨®ximos d¨ªas 24 y 27. Este ¨²ltimo d¨ªa tienen preferencia a la hora de adjudicaci¨®n de localidades aquellos integrantes de las asociaciones de amigos de la ¨®pera de las distintas provincias espa?olas.