El Partido Socialista italiano obtiene su mayor victoria electoral desde la posguerra

Los datos definitivos de las ¨²ltimas elecciones administrativas parciales que acaban de celebrarse en la regi¨®n de Sicilia y en ciudades clave, como Roma, G¨¦nova, Bari y Fogia ponen de relieve, seg¨²n los observadores pol¨ªticos, una serie de datos de gran importancia pan el futuro inmediato de este agitado pa¨ªs.

En primer lugar, la tendencia del electorado italiano, que ve en el nuevo partido socialista de Bettino Craxi un posible recambio a la democracia cristiana. En los ¨²ltimos 35 a?os, nunca el partido socialista hab¨ªa obtenido un triunfo semejante. Ha avanzado en todos los lugares donde se ha votado. En algunas ciudades de Bari, la patria de Aldo Moro, ha superado al partido comunista, que de diecis¨¦is esca?os ha pasado a diez, mientras los socialistas, que ten¨ªan ocho esca?os han obtenido quince, consiguiendo el 23% de los votos.En el Sur, la avanzada del partido socialista se ha debido al trasvase de una parte de los votos comunistas y democristianos a los socialistas. En Sicilia, los votos ganados por Craxi son exactamente los perdidos por Berlinguer, ya que la Democracia Cristiana se ha mantenido estacionar¨ªa.

Junto con el triunfo socialista que de la media nacional del 10% del electorado ha pasado a m¨¢s de un 14%, el dato m¨¢s vistoso y significativo es la p¨¦rdida de la Democracia Cristiana en todo el pa¨ªs de m¨¢s, de un 5% de los votos. El secretario general, Flaminio Piccolo, se ha consolado afirmando que lo importante es que ha perdido. tambi¨¦n el partido comunista, mientras han avanzado "todos nuestros tradicionales aliados", es decir, los socialistas y los peque?os partidos intermedios, como socialdem¨®cratas, republicanos y liberales.

Pero lo cierto es que el partido comunista, que ha perdido mucho en el Sur, se ha mantenido en las grandes ciudades del centro y del Norte. Ha recuperado sufragios en Roma y ha superado en varios centros el porcentaje de votos de las elecciones pol¨ªticas de 1979.

En conjunto, la izquierda italiana ha avanzado, pasando del 51% al 53% de los votos. Lo que ocurre es que ha crecido la izquierda moderada, es decir, los socialistas y los socialdem¨®cratas, mientras va descendiendo el partido comunista. Se ha podido observar que est¨¢ sucediendo hoy con el partido socialista lo que acaeci¨® a los comunistas en 1976, cuando el pa¨ªs les dio el voto de confianza para "cambiar las cosas". Ahora es el momento de Craxi, afirman los observadores pol¨ªticos, mientras se advierte el desgaste casi fisiol¨®gico de Berlinguer.

El hecho de que hayan crecido tambi¨¦n los partidos menores no democristianos podr¨ªa ser tambi¨¦n significativo. Hay quien asegura que es el s¨ªntoma de que incluso en el electorado m¨¢s moderado no socialista existe un deseo de cambio profundo, y que se pierde la confianza en el partido de mayor¨ªa relativa.

El primer resultado de estas elecciones es que Giovanni Spadolini, secretario del partido republicano, formar¨¢ probablemente un nuevo Gobierno en los pr¨®ximos d¨ªas. Ser¨¢ el primer presidente no democristiano despu¨¦s de 35 a?os. La Democracia Cristiana ha tenido que dar el visto bueno y el partido socialista no. puede oponerse porque hasta los comunistas apoyan a Spadolini y, sobre todo, porque lo consideran como el primer paso hacia una presidencia socialista que se volver¨¢ a proponer muy pronto.