Desinter¨¦s aparente en Mosc¨²

La Prensa sovi¨¦tica ha recibido sin entusiasmo aparente la noticia de 'la llegada al Gobierno de cuatro comunistas franceses. Los matutinos de ayer no llegaron a tiempo de publicarla novedad, que fue difundida sin prisas excesivas por la agencia oficial Tass. La radio hizo menci¨®n al tema en sus boletines, pero reserv¨¢ndole siempre un lugar discreto.La participaci¨®n comunista en el Gabinete franc¨¦s ha tenido, sin embargo, que halagar al Kremlin. El partido de Georges Marchais es la ¨²nica formaci¨®n comunista euroccidental que guarda buenas relaciones con la Uni¨®n Sovi¨¦tica.

No obstante, en Mosc¨² se supone que el laconismo con que la URSS ha acogido la noticia se debe a los deseos de que nadie acuse a este pa¨ªs de injerirse en los asuntos franceses. En cualquier caso -y en lo que a las relaciones bilaterales afecta-, el, anterior equipo giscardiano tambi¨¦n era del agrado de los sovi¨¦ticos.

Es m¨¢s, algunos han querido ver cierta frialdad en la acogida mostrada por el Kremlin al nuevo presidente, Fran?ois Mitterrand, en quien se podr¨ªa ver un potencial promotor de la vuelta de Francia al militantismo atl¨¢ntico. Mosc¨² parece esperar para pronunciarse a que el Gobierno galo pase de la enunciaci¨®n de principios a la ejecuci¨®n de una pol¨ªtica concreta.

Tass recoge el acuerdo de la izquierda francesa

El mismo despacho de la agencia Tass en el que se daba a conocer la noticia de que cuatro comunistas hab¨ªan llegado al Gobierno franc¨¦s se hac¨ªa tambi¨¦n eco del acuerdo suscrito por la izquierda francesa. Tass recog¨ªa s¨®lo las grandes l¨ªneas del compromiso, sin llegar a entrar en los detalles m¨¢s conflictivos: la petici¨®n de retirada de las tropas sovi¨¦ticas en Afganist¨¢n y, la defensa de los acuerdos de Camp David sobre Oriente Pr¨®ximo.

Obviando estas dos cuestiones, los medios de comunicaci¨®n sovi¨¦ticos no parecen haber dado muestras de alarma por este gesto revisionista del Partido Comunista franc¨¦s