El ejemplo galo es un examen de conciencia para Italia y la Democracia Cristiana
La entrada de los comunistas en el Gobierno. franc¨¦s ha despertado sorpresa y causado sensaci¨®n en Italia. El problema de fondo de la pol¨ªtica italiana es precisamente la presencia de un partido comunista que, siendo la segunda fuerza parlamentaria del pa¨ªs, est¨¢ condenado a permanecer siempre en la oposici¨®n por el. veto. que le ha puesto la Democracia Cristiana, alegando que existen dudas sobre el car¨¢cter democr¨¢tico del partido de Berlinguer y que los comunistas no pueden entrar en el Gobierno "por motivos internacionales".Hasta el ¨²ltimo momento hubo la certeza en Italia de que Mitterrand tampoco aceptar¨ªa ministros comunistas, y se, dec¨ªa: "Estados Unidos no lo permitir¨¢". La sorpresa ha sido tal que a¨²n ayer no exist¨ªan comentarios en los diarios pol¨ªticos. Por, lo que se refiere a la Prensa independiente, si, por un lado, la conservadora intenta ridiculizar a Marchais, "que se ha tenido que tragar todo y entrar al Gobierno por la puerta de la criada", como escribi¨® un diario de la capital, el director de Repubblica, Eugenio Scalfari, traz¨® en un editorial un an¨¢lisis que ha causado gran polvareda. Afirm¨® que el ejemplo de Francia es un examen de conciencia para Italia, y que es una verg¨¹enza que, mientras en el Gobierno de Par¨ªs "han entrado ministros de un partido comunista que ha sido el m¨¢s estalinista y el m¨¢s burdo de toda Europa, en Italia se contin¨²e discutiendo sobre el s¨ª, el c¨®mo y el cu¨¢ndo".
Los ministros y las mayor¨ªas
Scalfari responde con iron¨ªa a la cl¨¢sica objeci¨®n de que en Italia el principal partido de izquierdas es el comunista: "D¨ªganme ustedes si cuatro ministros comunistas son m¨¢s peligrosos en un Gobierno de mayor¨ªa absoluta socialista o en un Gobierno de mayor¨ªa absoluta democristiana y socialista".
La impresi¨®n que existe hoy en los medios pol¨ªticos es que si en Francia no ha habido escr¨²pulos internacionalistas para meter a los comunistas en el Gobierno, mucho menos los habr¨ªa en Italia, donde los seguidores del partido de Marchais son mucho m¨¢s numerosos, proporcionalmente.
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