La Democracia Cristiana en Chile
Hace ya unos meses que el diario EL PAIS se refer¨ªa en un editorial (viernes 13 de marzo) a la vigencia de la nueva Constituci¨®n en Chile. Despu¨¦s de condenar en el r¨¦gimen existente la Constituci¨®n y el plebiscito en los dos primeros p¨¢rrafos, hac¨ªa una agresi¨®n, injustificada y grosera, en contra de la Democracia Cristiana chilena. M¨¢s que un editorial en contra del r¨¦gimen de Pinochet, parec¨ªa que su objetivo fundamental fuera denigrar a nuestro partido.La DC en Chile y su Gobierno realizaron la reforma agraria, la reforma educacional, la nacionalizaci¨®n del cobre, que implic¨® la adquisici¨®n por parte del Estado chileno del 51 % de todas las pertenenc¨ªas de la gran miner¨ªa; organiz¨® la promocion popular, duplic¨® el n¨²mero de sindicatos, estableci¨® los sindicatos agr¨ªcolas, prohibidos hasta ese entonces por la ley, el plan habitacional, el plan de salud. etc¨¦tera.
La afirmaci¨®n en el sentido de que nosotros manipulamos, obstruimos y desmontamos la democracia real de Salvador Allende es manifiestamente falsa. Fuimos, s¨ª, opositores leales, francos y p¨²blicos del r¨¦gimen de la Unidad Popular m¨¢s que del se?or Allende. Con la misma clara definici¨®n con que han sido opositores en Espa?a en este mismo momento los socialistas y comunistas espa?oles. Si ma?ana hay un golpe de Estado en Espa?a, con el mismo criterio del editorialista se dir¨ªa que el Partido Socialista espa?ol manipul¨®, obstruy¨® y desmont¨® la democracia espa?ola. Por lo dem¨¢s, en muchos diarios de Europa y de Am¨¦rica Latina se dice que el diario EL PAIS, entre otros, ¨ªrresponsablemente, es uno de los que m¨¢s ha contribuido a crear un clima que permiti¨® el conato de golpe espa?ol. Nosotros no participamos de'ese criterio, pero con la l¨®gica del editorialista deber¨ªa pensarse as¨ª.
Con la misma claridad con que el se?or Felipe Gonz¨¢lez ha expresado muchas veces que estar¨ªa d¨ªspuesto bajo ciertas condiciones a integrar el Gobierno, la Democracia Cristiana siempre manifest¨® su disposici¨®n a cooperar con el Gobierno del se?or Allende, si se cumpl¨ªan ciertos requisitos. Igual cosa hace cualquier partido democr¨¢tico en el mundo si est¨¢ en la oposici¨®n, y eso es lo que hacen los partidos opositores en Espa?a, especialmente el socialista.
Fue con los votos de la Democracia Cristiana como fue elegido el se?or Allende, y si no los hubiera tenido no habr¨ªa sido presidente constitucional, y olvida que fueron los partidos que apoyaban al presidente,¨¦specialmente el partido socialista, los que se opusieron a cualquier acuerdo con la DC que permitiera consolidar la democracia en Chile.
La Democracia Cristiana hizo un Gobierno de seis a?os al cual no se le puede imputar ni un solo acto contrario a la Constituci¨®n y a la democracia. Sin embargo, los partidos socialista y comunista le hicieron una tenaz oposici¨®n, de la cual nunca se quej¨® la DC, pues respetaba el derecho democr¨¢tico de estos partidos a criticar al Gobierno en la forma m¨¢s violenta y acerba. El Partido Socialista chileno, en diversos congresos, aprob¨® por unanimidad un programa en el cual se establec¨ªa que no cre¨ªa en la v¨ªa legal y democr¨¢tica, sino en la v¨ªa violenta. ?Qu¨¦ pasar¨ªa en Espa?a si el partido socialista hiciera igual declaraci¨®n?
La Democracia Cristiana, tanto en la C¨¢mara de Diputados como en el Senado, conden¨® el tancazo, del mismo modo que la directiva del partido; y as¨ª consta en la Prensa de la ¨¦poca y en los boleti
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La Democracia Cristiana en Chile
Viene de p¨¢gina 11nes oficiales de ambas C¨¢maras. En cambio, cuando en el r¨¦gimen de la DC, siendo presidente don Eduardo Frei, h¨²bo un conato de rebeli¨®n en el regimiento Tacna, los senadores del partido socialista manifestaron su simpat¨ªa por esta tentativa militar contra el Gobierno leg¨ªtimo y democr¨¢tico. No era esta, por lo dem¨¢s, la primera vez que as¨ª ocurr¨ªa. El Comit¨¦ Central del Partido Comunista acudi¨® a La Moneda para manifestar su lealtad al r¨¦gimen democr¨¢tico, siendo la excepci¨®n ¨²nica el PS.
Nadie puede negar que la DC ha tenido frente a este Gobierno de ahora una l¨ªnea de oposici¨®n clara y categ¨®rica, que ha merecido el comentario favorable incluso del propio diario EL PAIS. Su presidente en ejercicio est¨¢ exiliado y vive en Espa?a, sin que le sea permitido ingresar al pa¨ªs.
Para EL PAIS, todo lo que pas¨® en Chile parece fruto de la acci¨®n de la Democracia Cristiana. En ning¨²n momento piensa en la responsabilidad que tuvieron los partidos de Gobierno, y, en especial, quienes hicieron imposible la vida del se?or Allende con su ¨ªrracionalidad, sus extremismos, sus ineficiencias y sus declaraciones absurdas, de las cuales hay conciencia cr¨ªtica en el mundo entero. Parece que todos fueran responsables de lo sucedido, menos los que estaban en el Gobierno. Por lo dem¨¢s, interesados como estamos en que la democracia vuelva a Chile, hemos guardado silencio, porque nos interesa el futuro./
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