La censura es un elemento b¨¢sico para entender la historia del franquismo
Presentados dos libros sobre el tema de Rom¨¢n Gubern y Manuel Abell¨¢n
?La historia del franquismo puede escribirse perfectamente a trav¨¦s del seguimiento de la censura, puesto que en ¨¦sta se encuentran muchas de las claves, si se pueden llamar intelectuales, del anterior per¨ªodo?. Parte de esta historia del franquismo es lo que han escrito Rom¨¢n Guberri y Manuel L. Abell¨¢n en sus libros La censura, funci¨®n pol¨ªtica y ordenamiento jur¨ªdico bajo el franquisrmo (1936-1975) y Censura y creaci¨®n literaria en Espa?a (1939-1976), ambos editados por Pen¨ªnsula, que acaban de ser presentados en el Ateneo de Madrid.Seg¨²n Rom¨¢n Gubern, autor del primero de los libros citados, la censura institucional del franquismo nos ha hecho olvidar las otras censuras, ?pero no hay que olvidar que todo el cuerpo social es censurante, desde el nacimiento, pasando por la vida familiar, la escuela, el trabajo y las relaciones entre adultos?. Adem¨¢s de estas formas de restricci¨®n cotidiana tambi¨¦n existen otras formas de censura propias del mundo de la industria cultural?.
Tras la fundaci¨®n del Ministerio de Informaci¨®n y Turismo en 1951, por Gabriel Arias Salgado, con el que se pretendi¨® normativizar la censura y la protoapertura planteada por Ruiz Gim¨¦nez desde el Ministerio de Educaci¨®n, se agravan las dificultades debido a la complejizaci¨®n del tejido social espa?ol. Desde el interior del r¨¦gimen existen indicios de explosi¨®n. Las mismas revistas del SEU se convierten en plataforma para atacar al sistema.
Con el advenimiento del nuevo r¨¦gimen aparece en plenitud, seg¨²n Rom¨¢n Gubern, la auto censura, que, aunque en apariencia se presenta como el primer estadio censor, en realidad es el ¨²ltimo, porque supone la interiorizaci¨®n de las normas. Adem¨¢s, todav¨ªa existen en nuestra sociedad actual formas sutiles e indirectas de censura, como, por ejemplo, los casos de las pel¨ªculas El crimen de Cuenca, de Pilar Mir¨®, o Roc¨ªo.
Manuel L. Abell¨¢n ha escrito su libro Censura y creaci¨®n literaria en Espa?a (1939-1976) sobre la base del material y los expedientes que pudo consultar en el Ministerio de Informaci¨®n y Turismo y en los archivos de la Administraci¨®n de Alcal¨¢ de Henares. ?Le debo a Miguel Cruz Hern¨¢ndez, antiguo director de Cultura Popular, esta posibilidad. Creo que su postura abierta ha salvado buena parte de la documentaci¨®n de cuarenta a?os de la historia cultural de este pa¨ªs?. Otra gran parte de la documentaci¨®n sobre la censura literaria espa?ola desapareci¨® en el traslado de estos documentos a Alcal¨¢?
Seg¨²n Abell¨¢n, la censura pas¨® por una primera fase de borr¨®n y cuenta nueva, en la que la ¨²nica preocupaci¨®n era la de hacer desaparecer la literatura anterior a la guerra civil. Leopoldo Panero, Jos¨¦ Antonio Maravall y otros que ahora son ilustres catedr¨¢ticos eran censores que hac¨ªan en realidad labor de cr¨ªtica literaria en los a?os cuarenta. Un segundo per¨ªodo de contenci¨®n lleg¨® con Arias Salgado. Se trataba de mantener el estado actual y de evitar que se inundara el mercado de obras no controladas. Ante el deterioro de la situaci¨®n, se pretende dar a la censura una fachada jur¨ªdica con la ley Fraga, pero la sociedad espa?ola va ya muy por delante. La marcha atr¨¢s de S¨¢nchez Bella y la apertura vigilada de P¨ªo Cabanillas desembocan en la actualidad, donde los grupos de presi¨®n pol¨ªtica y econ¨®mica quieren apropiarse de todo el capital sem¨¢ntico.
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