Descubrir el placer de crear es la funci¨®n pedag¨®gica del arte infantil

?A su edad yo pod¨ªa pintar como Rafael, pero me ha costado toda una vida aprender a pintar como ellos?. Este comentario que hizo Picasso ante una muestra de arte infantil resume algunos de los temas que se debatieron en las Jornadas sobre la Creatividad de los ni?os y su relaci¨®n con el arte contempor¨¢neo, que se celebraron la semana pasada en la galer¨ªa Amad¨ªs, de Madrid.

En la misma sala se ofrece, hasta el pr¨®ximo d¨ªa 6 de julio, una exposici¨®n de dibujos y diversas creaciones infantiles dividida en seis n¨²cleos identificables por colores distintos, que ilustran los principales puntos tratados a lo largo de estas jornadas: la relaci¨®n entre el arte infantil y el arte ingenuo na?f o primitivo, su paralelismo respecto al arte contempor¨¢neo y las ¨²ltimas experiencias realizadas dentro de la pedagog¨ªa art¨ªstica.Cuando un ni?o pinta un monigote o modela una figura de plastelina, ?se puede decir que ha creado una obra de arte? ?Cualquier ni?o, por el hecho de serlo, es un artista en potencia? Este tipo de cuestiones fueron algunas de las planteadas en el transcurso de las jornadas, quedando como un campo de discusi¨®n abierto a interpretaciones m¨²ltiples y divergentes entre los especialistas que niegan la existencia del arte infantil o quienes lo defienden.

Pero m¨¢s que intentar definir el arte infantil como un concepto diferenciado del arte adulto o el arte en la tercera edad, la preocupaci¨®n fundamental de los artistas, pedagogos y profesores de arte que participaron en las Jornadas, se centr¨® en el hecho concreto de la creatividad infantil y en las formas de estimular su expresi¨®n. ?Ning¨²n pedagogo persigue la formaci¨®n de artistas, sino propiciar un ambiente id¨®neo donde sea posible encontrar un goce en el puro proceso de la creaci¨®n, en la transformaci¨®n de las formas y colores que constituyen el entorno cotidiano?, explica Fernando Fullea, profesor de arte y coordinador, con Charo Huarte, de estas. Jornadas.

La labor del educador en este sentido consiste, seg¨²n Fullea, en combatir el progresivo empobrecimiento de las tendencias creativas que suele darse en el desarrollo de los ni?os hasta que llegan pr¨¢cticamente a desaparecer a la edad de doce o trece a?os. La escuela es el ¨¢mbito l¨®gico de actuaci¨®n para conseguir ese objetivo.

?El problema?, apunta Fullea, ?es que esta faceta es una de las menos evolucionadas en nuestro sistema educativo. Se observa un desfase entre la teor¨ªa y la pr¨¢ctica, pues si bien existe la expresi¨®n pl¨¢stica como asignatura obligatoria en los programas, no hay una especializaci¨®n en la escuela de formaci¨®n de ense?antes que capacite y oriente a los profesores encargados de impartirla?.

El placer de crear

Situar el placer de la creaci¨®n por encima del valor concedido al objeto resultante del proceso creativo, es uno de los puntos de m¨¢s clara conexi¨®n entre el arte infantil y el arte contempor¨¢neo. El an¨¢lisis de dicho paralelismo, visible en las obras de los grandes artistas de nuestro tiempo -Klee, Mir¨® o el propio Picasso, por poner alg¨²n ejemplo-, fue el tema central de las Jornadas.?Los ni?os, igual que los artistas de vanguardia, act¨²an creativamente sobre cualquier cosa?, afirma Fernando Fullea. ?No tiene preferencias por un material u otro y utilizan cualquier t¨¦cnica. Lo ¨²nico importante para ellos es no tener que ajustarse a un modelo determinado?.

La libertad y espontaneidad en la elecci¨®n de los colores y elaboraci¨®n de las formas, es otra de las concomitancias entre el arte de vanguardia y la creaci¨®n infantil, as¨ª como el hecho de responder a un tipo de invenci¨®n m¨¢s conceptual que figurativa. Los ni?os representan la idea que ellos mismos tienen de las cosas y del mundo m¨¢s que las cosas mismas, actitud an¨¢loga a la que adoptan los artistas que desean romper los esquemas tradicionales y descubrir nuevos cauces de expresi¨®n.