Los libreros de Bilbao inician una campa?a con el lema. "Lee libros, no los quemes"

?Lee libios, no los quemes?, era la invitaci¨®n que por medio de carteles se hac¨ªa ayer en buena parte de las librer¨ªas de Bilbao a los transe¨²ntes. Un reflejo m¨¢s del amplio rechazo popular a la quema de mil libros de cuentos ordenada por el alcalde, Jon Casta?ares, que en un pleno del Ayuntamiento celebrado en la tarde del jueves logr¨®, con la complicidad de la UCD, posponer el tratamiento de mociones de la izquierda municipal, que le exig¨ªan una explicaci¨®n a su actitud. Los ediles del PSOE anunciaron que presentar¨¢n una querella contra el responsable o responsables de la destrucci¨®n de los libros.

Antes del inicio del citado pleno se sab¨ªa ya que las posibilidades de que el alcalde peneuvista aceptara la responsabilidad de exponer sus motivos para mandar a la hoguera los libros eran escasas. Se conoc¨ªa del pacto entre PNV y UCD para soslayar el tema en el pleno y, para colmo, la moci¨®n del PSOE sobre el tema aparec¨ªa en el punto n¨²mero 92 del orden del d¨ªa.La discusi¨®n sobre la procedencia o no de incluirla, por razones de urgencia, al inicio del pleno provoc¨® un largo y violento debate entre la izquierda parlamentaria y el PNV, que con el apoyo de UCD trataba de restar importancia al tema.

?Este es un asunto primordial en este pleno?, afirmar¨ªa el portavoz socialista Jos¨¦ Luis Ib¨¢?ez, ?el m¨¢s importante frente a Bilbao, frente a Euskadi y frente a toda Espa?a. Este es un hecho ins¨®lito por el que este Ayuntamiento se ha hecho tristemente famoso, un atentado contra la libertad de expresi¨®n, tan ins¨®lito, que se le est¨¢ imputando al Ayuntamiento cuando no ha sido ¨¦ste su autor. Ser¨ªa absurdo que el Ayuntamiento permaneciera en silencio, como esos libros destruidos. Este es un gobierno corporativo y en estos momentos se ejerce pidiendo cuentas al alcalde ?.

La intervenci¨®n de un concejal centrista, que, tras afirmar que ?se hab¨ªa dramatizado mucho? el tema de los libros, anunci¨® que su grupo se abstendr¨ªa en la votaci¨®n, sentenci¨® ya de antemano la posibilidad de que la moci¨®n pasara a debatirse. Las intervenciones de los representantes de la izquierda municipal y las contestaciones de los peneuvistas y de los centristas -siempre aludidos por el apoyo a ¨¦stos- se desarrollaron luego en un ambiente de verdadera batalla dial¨¦ctica, en la que abundaron las acusaciones gruesas, los insultos y los gritos. El alcalde Casta?ares, en repetidas ocasiones, manipul¨® directamente la megafon¨ªa para quitar la voz a los concejales que en su opini¨®n se pasaban en sus acusaciones o se negaban a aceptar sus ¨®rdenes de mantener silencio.

En medio de la bronca surgir¨ªa la voz del concejal de LAIA, Xabier Mart¨ªn, quien, tras coincidir con los dem¨¢s ediles de izquierda en el atentado a la cultura que supone la quema de libros, afirm¨®: ?Hay una sensaci¨®n en toda Espa?a de que el PNV de Bilbao, y de alguna forma todo el pueblo vasco, somos algo as¨ª como unos v¨¢ndalos. Soy independentista, pero respeto la lengua castellana como a cualquier otra, y no apoyo que se queme ninguna obra?. Y luego anunci¨® que abandonaba el pleno ?para no mezclarse con la Corporaci¨®n ?.

Abandonar¨ªan tambi¨¦n la sala los concejales de Herri Batasuna, tras las votaciones en las que PNV y UCD unidos rechazaron la posibilidad que las mociones sobre el tema de los libros quemados y una censura al alcalde, por su actuaci¨®n, hecha por una concejala socialista, se trataran como primeros puntos del orden del d¨ªa.

Por otra parte, el Gremio de Editores, Distribuidores y Libreros de Vizcaya hac¨ªa p¨²blica ayer una carta dirigida a Jon Casta?ares (v¨¦ase EL PAIS del pasado mi¨¦rcoles) en la que criticaba de forma extremadamente dura su decisi¨®n de mandar a la hoguera mil libros de cuentos.

Paralelamente, los libreros de Bilbao se hab¨ªan puesto de acuerdo para colocar ayer tarde en los escaparates de sus establecimientos carteles, en lengua vasca y castellano, en los que se le¨ªa: ?Lee libros, no los quemes?. En algunas librer¨ªas, el cartel aparec¨ªa en solitario en un escaparate vac¨ªo de libros.