Calvo Sotelo

( ... ) ?Calvo Sotelo cede a las presiones de las Fuerzas Armadas, como pretenden sus adversarios, o las neutraliza poco a poco, como afirman sus partidarios?Pese a que su margen es muy reducido, ha logrado, hasta aqu¨ª, mantener de una forma o de otra el campo de acci¨®n del poder civil. Aunque una fecha particularmente delicada le espera m¨¢s tarde o m¨¢s temprano: el proceso a los principales responsables del golpe militar del 23 de febrero.

La situaci¨®n de Calvo Sotelo puede parecer parad¨®jica: conservador, sometido a su derecha a las presiones tradicionales de ciertas instituciones como las Fuerzas Armadas, la Iglesia y el empresariado, por el contrario, tiene asegurada la no beligerancia de la oposici¨®n de izquierda. Preocupados ante todo por reforzar el poder civil y de evitar los riesgos de un golpe de Estado, los socialistas y los comunistas, prisioneros del s¨ªndrome del 23 de febrero, le han acordado una amplia confianza virtual, de la que Su¨¢rez, el hombre de las reformas democr¨¢ticas, no se benefici¨® jam¨¢s. Una gran parte de la opini¨®n p¨²blica espa?ola considera que el presidente del Gobierno hace un buen uso del poder. Si los sondeos indican un declive regular del partido gubernamental UCD, demuestran, por el contrario, un alza del prestigio de Calvo Sotelo.

Aquel que el diario EL PAIS defin¨ªa antes de la investidura ?el representante de la burgues¨ªa ilustrada? se ha convertido, por la fuerza de las cosas, en el representante del r¨¦gimen civil espa?ol en dificultad.

, 3 de julio