Hace un mes que el ni?o italiano Alfredo Rampi cay¨® al pozo del que no logr¨® salir con vida
Ayer se cumpli¨® un mes de la tr¨¢gica historia del ni?o Alfredo Rampi, hundido en un pozo artesiano, a ochenta metros de profundidad. Se trat¨® de uno de los acontecimientos m¨¢s angustiosos vividos por este pa¨ªs y que tuvo eco mundial. Alfredo, que estaba enfermo del coraz¨®n y resisti¨® vivo como un h¨¦roe llamando a gritos y desesperado a su madre durante sesenta horas, destrozado por el fr¨ªo, est¨¢ a¨²n all¨ª, en el infierno de aquel pozo que todos los italianos llevar¨¢n dentro como un signo de dolor durante mucho tiempo. Su cuerpecito, cubierto de hielo para que no se corrompa, a¨²n no ha llegado a los brazos de su madre. Se espera que esta ma?ana los bomberos saquen por fin los restos mortales de Alfredino, despu¨¦s de un mes de excavaciones.Ahora se ha demostrado que en realidad era imposible salvar a Alfredo. Ha hecho falta un mes entero, con todas las posibilidades t¨¦cnicas a disposici¨®n, para poder llegar con un pozo paralelo a los ochenta metros de profundidad. El terreno es de pedernal y no se ha logrado excavar m¨¢s de algunos metros cada d¨ªa.
Horrible hip¨®tesis
Pero quiz¨¢ lo que m¨¢s ha atormentado a los desconsolados padres de Alfredo -que hoy se consuelan con el otro hijo de tres a?os, que es el vivo retrato de su hermano- han sido las voces irresponsables que corrieron sobre la horrible hip¨®tesis de parricidio. Fue un juego atroz que llev¨® a la madre al borde de la locura, hasta el punto de que a¨²n hoy est¨¢ bajo el control continuo de un psic¨®logo.Pero la desesperaci¨®n y la rabia de los padres de Alfredo no ha sido est¨¦ril. Han creado un centro para la protecci¨®n civil que lleva el nombre de Alfredino Rampi. Ayer fueron recibidos por la presidenta del Parlamento, Nilde Jotty, comunista, viuda de Togliatti. Y anteriormente hab¨ªan sido hu¨¦spedes del presidente de la Rep¨²blica, el anciano Sandro Pertini, que estuvo presente, de pie como una estatua, toda aquella tr¨¢gica noche en que se esper¨® in¨²tilmente salvar al ni?o.
Trauma y pesadillas
Y en el hospital sigue a¨²n cur¨¢ndose de sus heridas y del trauma que sufri¨® aquella noche Alfredo Licheri, el joven que tent¨®, durante 45 minutos, salvar al ni?o, bajando boca abajo hasta el lugar donde estaba empotrado. No lo consigui¨® porque el cuerpecillo de Alfredo le resbalaba siempre, despu¨¦s de seis intentos, al estar cubierto de barro. Licheri sufre a¨²n de pesadillas. No consigue quedar en paz porque no logr¨® salvarlo. Algunas de. sus heridas en los brazos y en las piernas le llegaban hasta los huesos porque el pozo era estrecho, de treinta cent¨ªmetros, y ten¨ªa en algunos puntos pedazos de roca puntiagudos que desgarraban sus carnes cuando lo descolgaban con la cabeza hacia abajo, sujet¨¢ndole los pies con cuerdas.
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