Buenas noticias de M¨¦xico
En ocasi¨®n de la visita a M¨¦xico del presidente del Gobierno espa?ol, Leopoldo Calvo Sotelo, y de su comitiva de expertos, muchos espa?oles se estar¨¢n preguntando sobre este pa¨ªs hispanoamericano, enfrent¨¢ndose solamente a un archivo de lugares comunes o de datos atrasados, in¨²tiles para establecer cualquier juicio objetivo.No todos los lectores espa?oles habr¨¢n observado que la Prensa da, de los pa¨ªses latinoamericanos, casi exclusivamente, malas noticias (pronunciamientos, motines, cr¨ªmenes, matanzas, desastres, y as¨ª hasta el infinito).
La verdad es que de Espa?a en Am¨¦rica tampoco no se leen m¨¢s que otras malas noticias, y el secreto de este hecho es que las agencias noticiosas que dominan ese terreno no son ni de espa?oles ni de hispanoamericanos. y bueno ser¨ªa que todos nos conoci¨¦ramos mejor y supi¨¦ramos tanto de las malas como de las buenas noticias, entre otras razones para poder aquilatar las gestiones de los gobiernos respectivos, y hasta los viajes de los gobernantes.
En estas reflexiones se llega r¨¢pidamente en estos d¨ªas, leyendo solamente la Prensa mexicana, que informa de temas fundamentales sobre este inmenso pa¨ªs, y que para quien llega de Espa?a tienen la novedad de ser practicamente in¨¦ditas.
As¨ª nos informamos que el
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Banco de M¨¦xico, a la vista de los ¨ªndices de fines de junio, entiende que el producto bruto interno mexicano no crecer¨¢ un 6% para 1981, sino entre un siete y un 7,5%, cuando est¨¢ previsto que, por ejemplo en este mismo a?o decrezcan entre un 1% y un 2,1% pa¨ªses como Estados Unidos, Italia, Inglaterra y Alemania Occidental. Afortunadamente para M¨¦xico, las variaciones en el precio del petr¨®leo, en el siglo XX, un ?producto fuerte? como fue la plata en los tiempos del virreinato de la Nueva Espa?a, no alterai4an esas cuentas.
Esto permitir¨ªa a M¨¦xico -seg¨²n otras fuentes- crear 2.200.000 nuevos puestos de trabajo y rebasar, por vez primera en su historia, los dieciocho millones de hect¨¢reas sembradas, incorporando, por ejemplo, 220.000 hect¨¢reas de riego a la producci¨®n. Entre las metas fijadas, est¨¢ invertir 16,6 billones de pesetas en un programa de infraestructura hidr¨¢ulica; alcanzar la autosuficiencia maderera y erradicar, finalmente, la tuberculosis.
El pa¨ªs entero vive un promisorio desarrollo intelectual, y se aprecian singulares avances en distintos y variados campos.
La Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico, con 300.000 estudiantes, ha alcanzado en 1980 un presupuesto anual del orden de mil millones de d¨®lares americanos, cantidad superior al presupuesto global de muchos pa¨ªses medianos de la misma Am¨¦rica.
No es que falten problemas en M¨¦xico o que la Prensa local los oculte. Nada de ello, y el solo hecho que se estudien y consideren da la dimensi¨®n del proyecto nacional de futuro en que vive el pa¨ªs.
Muchos de ellos son los t¨ªpicos del subdesarrollo, multiplicados por una inmensa poblaci¨®n en un territorio dilatado. As¨ª se calcula que son necesarios, todav¨ªa, doce a?os para terminar el drenaje profundo que permita sanear totalmente el distrito federal, donde residen unos diecisiete millones de habitantes. Se trata de una obra colosal de ingenier¨ªa de la que est¨¢ habilitado un t¨²nel de 120 kil¨®metros a doscientos metros de profundidad, que lleva las aguas servidas hasta el r¨ªo Panuco, que desemboca en el golfo de M¨¦xico.
Todav¨ªa la amibiasis, para citar el flagelo m¨¢s apremiante que azota al pa¨ªs, pues afecta al 90% de la poblaci¨®n, mata cerca de 250.000 personas al a?o.
Propios y extra?os comentan la corrupci¨®n administrativa. La miseria muestra su rostro en muchas ciudades. Pero tambi¨¦n se coincide en destacar que el clima de paz y estabilidad pol¨ªtica que disfruta el pa¨ªs desde hace sesenta a?os, no solamente ha permitido su prodigioso crecimiento econ¨®mico (?el milagro mexicano?), sino que le permitir¨¢ afrontar todos y cada uno de sus grandes problemas actuales.
En El rojo y el negro, un personaje liberal de Stendhal, en plena represi¨®n oscurantista de la Restauraci¨®n, ?desesperando de Europa, hab¨ªa terminado por pensar que cuando los Estados de la Am¨¦rica meridional fueran fuertes y poderosos, ellos podr¨ªan dar a la Europa la libertad que Mirabeau les hab¨ªa enviado? (sic).
En verdad, hoy en Europa no faltan tambi¨¦n signos promisorios, pero Espa?a, considerando su extendida progenie, plena de proyectos y bregando en m¨²ltiples empresas, tendr¨ªa muchos motivos para la reflexi¨®n colectiva, y, en particular, haciendo referencia a sus relaciones exteriores.
Hoy, M¨¦xico (m¨¢s all¨¢ de las malas noticias interesadas), es in pa¨ªs que avanza firmemente, que presenta potencialidades formidables y que est¨¢ llamado a desempe?ar un papel importante en el concierto internacional. Por ¨¦l pasa una de las virtuales fronteras americanas de Espa?a y, por tanto, presenta a los espa?oles contempor¨¢neos, ahora vistos amistosamente a partir de la restauraci¨®n democr¨¢tica, posibilidades que van desde la econom¨ªa a la cultura.
Todo hace desear que la ocasi¨®n no se malogre, y que, en definitiva, pueda aumentarse el contacto entre ambos pa¨ªses.
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