De Ottawa a Par¨ªs

Respecto a la reuni¨®n de Ottawa, no puede hablarse ni de ¨¦xito, ni de fracaso. La inviabilidad de acuerdos sustanciales, en materia econ¨®mica, estaba prevista. En esta misma columna ya dijimos que Reagan no se hallaba en situaci¨®n de hacer concesiones. El aspecto positivo de esta ¨²ltima reuni¨®n de estadistas occidentales, en la que aparec¨ªan varias caras nuevas, ha sido el clima de amistad en que se ha desenvuelto. Amistad basada en el mantenimiento de unos principios y en la convicci¨®n de la interdependencia a la que se ven obligados los pa¨ªses amantes de la libertad. ( ... )Por la cuenta que nos trae a los espa?oles, apuntemos, por ¨²ltimo, la declaraci¨®n com¨²n de condena del terrorismo internacional, en la que se afirma la determinaci¨®n de ?combatir vigorosamente las violaciones de la ley internacional? y de reforzar y ampliar las actividades para prevenir y castigar tales actos. Los firmantes de esta declaraci¨®n acordaron, asimismo, un intercambio de informaci¨®n sobre las actividades terroristas y la coordinaci¨®n de medidas antiterroristas. Veremos en qu¨¦ queda todo esto. De aqu¨ª a un a?o, en Par¨ªs, ser¨¢ curioso comprobar qu¨¦ es lo que el Gobierno franc¨¦s ha sido capaz de coordinar, a escala europea, en materia de lucha antiterrorista.

, 24 de julio